jueves, marzo 31, 2011

Pasado.

  En aquel entonces ya existía Boris Lubernieff pero no conocíamos su nombre. La metamorfosis ocurrió no hace mucho tiempo, aunque el origen, el génesis, es el mismo. Ya se sabe: todo creador busca la perfección en la totalidad de las obras que hace. Una empresa complicada y siempre imposible para aquellos que no están tocados por la mano divina del destino
  En estos momentos de la noche ese destino se posa sobre los tejados nevados de aquellos paisajes que no se visitarán, en los jardines sin dueño donde pacen los niños eternos, en el albor de los días perdidos que se enumeran mecánicamente, en las palabras que nunca se han de escuchar. Toda alma angustiada busca el consuelo de ese destino que nadie conoce, creyendo que abrirá sus ojos legañosos a un amanecer pintado de mentiras y leyendas. El alma creativa da pinceladas al destino con letras de tardes cortas y perecederas. Los sueños no existen y el recuerdo se diluye en las caricias conocidas de algún desconocido.

En aquel entonces el hombre del tiempo dijo que seguiría nevando, igual que hoy.

            Colorear el mapa-mundi de tus mejillas. Cota cero tus ojos y, desde
            ellos, escalar todos los lugares por los que transcurrimos.../...
                                                                      Luis Felipe Muñoz

5 comentarios:

  1. Pinceladas al destino que hierven en tus palabras cual imaginadas certezas del futuro.

    Un abrazo

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  2. Excelente comentario (por la forma) Jesús!!
    Gracias por la visita, amigo, y un abrazo!

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  3. Me resulta raro leerte tan escueto, amigo, con los excelentes párrafos que escribes en tu espacio.
    Un abrazo psicótico y esquzofrénico!!

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  4. "Los sueños no existen y el recuerdo se diluye en las caricias conocidas de algún desconocido."
    Consuelo frente al recuerdo lo llaman. Pero que no desvanezcan los sueños.
    Un saludo José Luis!
    Cristina

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