domingo, mayo 22, 2011

Presente.

ESTRELLAS HOMICIDAS


Hoy sujeto el libro
que desprecian tus pupilas.

      (No es casualidad la página
      marcada con un incierto
      pétalo de rosa inmóvil)

No hablas.
Tus dedos describen
círculos. Martirizas mis culpas
con páginas en blanco.

No hablas y anegas
mi lengua de tu amnesia,
mi sangre viva de tu sangre,
mi garganta ahogada de tu ira,
mi enigma con tu amanecer
que matas en este crepúsculo.

No hablas hoy.
Hoy no hace falta.

Leo tu cuerpo despacio
al abrigo de mi cuerpo
sin entender tus palabras.

En el asombro del ocaso
las estrellas me prometen
un asesinato de la consciencia.

(Inédito)

miércoles, mayo 18, 2011

Presente.

Lunes 16 de Mayo. A las 19,30 horas comenzó la entrega de los Premios Tiflos del año pasado. En la sala del Pabellón Central de la Residencia de Estudiantes, aplausos para los premiados y discursos variopintos.
Mi querida Almudena Guzmán recoge su galardón por Zonas comunes, primer premio en la categoría y edición a cargo de Visor. Un libro muy del estilo de Almudena, muy Almudena, con cierto tono amargo e irónico causado por la actualidad de este país y de la autora.
Hora y media de acto (denso, denso) después, un ágape en los jardines y unos libros de regalo, charla con Alejandro Céspedes. Julio Más, Javier Lostalé, Pedro A. González, Federico Leal, Isabel... y cena con algunos de ellos (incluida Almudena)
El patio poético anda alborotado con las presentaciones que se han de dar de aquí a final de Junio, con la Feria del Libro, con las proximas posibilidades de editar u/y optar a tal o cual premio, con escribir y que se lea..
A las once y media de la noche la tribu se retira para preparar la rutina diaria que nos corroe, Propósitos de nueva cena y copas varias el día que no haya que conducir.

Echo un vistazo al blog. No sé qué problemas habrá habido estos días pero no he podido acceder e, incluso lo juraría, pensé que había un par de comentarios en la última entrada que ahora no aparecen. Caprichos de lo invisible que nos mueve!

Voy a seguri viviendo.

Mientras tanto, un poema de Zonas comunes de Almudena Guzmán.



Es tiempo de pocas bromas,

tiempo de subirse el cuello del abrigo,
como los agentes de la Guerra Fría,
y desaparecer.

Pero las catacumbas ya no son seguras.

Han borrado el pez
y la paloma.

Han pintado la cruz gamada
sobre el ciervo rupestre.

jueves, mayo 12, 2011

Presente.

Me encuentro incluido en una cadena improvisada, en un bucle inexplorado de magnitudes desconocidas. Es lo que tiene este espacio virtual: nadie sabe dónde llegarán las consecuencias de los actos (palabras) y de los hechos (más palabras)

Mi amiga Hibiscus (http://cuandomevolvimariposa.blogspot.com/) me otorga un galardón (inmerecido, seguramente) al que tengo que dar continuidad. Y, la verdad, no sé exponerlo de la manera más adecuada porque si tengo que nombrar unas direcciones amigas/recomendadas/visitadas, basta con leer el listado que figura a la derecha de estas líneas. Y si tengo que exponer tres verdades y tres mentiras, basta con leer cualquiera de mis entradas donde se pueden contabilizar, en ocasiones, mucha más cantidades de las exigidas.

Por eso, y por mi innato sentido de la vergüenza, mi agradecimiento a Hibiscus, junto a esta disculpa encubierta con la que cumplo (no en la forma solicitada, pero sí en el fondo demandado) los dictados de la norma no escrita.

Lo demás: internas respuestas.

P.D: para los que les guste el juego, también aquí hay verdades y mentiras. Faltaría más!
 

martes, mayo 03, 2011

Pasado.

“- Cuando era niño siempre quise tener un elefante y no conseguí convencer a mi madre para que me comprase uno.
- Yo te hubiera comprado un elefante.
- ¿Si? ¿Y dónde estabas tú entonces?”
                               Woody Allen en “Stardust Memories”


Intenta mantener los ojos abiertos en el cansancio de la noche. Entre calada y calada, un brindis a la derrota, un saludo desde los tercios de la desierta plaza de los cobardes, un soliloquio a la exaltación del esperpento, un recuerdo…
Del alud de consecuencias se rasgan jirones de la moral, retales sanguinolentos de clamores afónicos. Días rotos sin el capricho de la imposible presencia, sin el andar pausado de las solitarias figuras que prestan su silueta a la frontera del mañana. Homeopáticamente, un clavel rojo prendido en la solapa de la querencia. Medularmente, un crisantemo apagado que duerme sobre la losa del perenne descanso. Amén.


“Es por eso que el amor se erige en algo necesario, ineludible. Es el deseo de derramarnos, de tornarnos incontenibles, de desangrarnos hasta vivir”. ../..
                           Luis Felipe Muñoz


Sabe que de dentro del laberinto de sus ideas tiene la suerte de sacar certezas. Y nada más cierto que los ojos lejanos y desconocidos, habladores y utópicos que le inquieren sobre los últimos desatinos del cerebro.
Más allá de los cristales, el día difuso y gris va muriendo para dejar paso a la noche recién nacida. ¡Demonios!: otro viaje sin luces con destino al más allá. Otra ilusión, otro espejismo, otra irrealidad.

../..”Como es la calma un yelmo para el río
así el dolor es brisa para el álamo.
Así yo estoy sintiendo que las sombras
abren su luz, la abren, la abren tanto
que la mañana surge sin principio
ni fin, eterna ya desde el ocaso,”
                              Claudio Rodriguez