jueves, noviembre 24, 2011

Improvisaciones en un diario

Pasado.


La revolución de los gestos asemeja el fotograma congelado de aquella película.
Siempre nos quedará París, murmura en silencio.
Pero la ciudad no tiene puerto donde amarrar y él debe continuar la singladura.
La estancia vacía, bruna, apenas envelada por débiles rayos de sol, susurra al oído del visitante palabras amables y sensuales: las últimas estrofas de un poema llamado derrota.
Ya nada queda.
Todo fue, sin ser todo para nada, excepto su cuerpo absorto en la penumbra de la clarividencia.
El camino mojado, los muros de hiedra, el aplauso sordo de los mancos, la sombra del sauce, la canción… ¡tantos compañeros que acompañan!
En un hilo de voz la vida no sonríe.

         Nunca seré el nombre que prenderás
         en tu talle, jamás una caricia
         que recordar cuando te resuelvas en polvo.
            Rafael González Serrano / Presencias figuradas (Vitruvio 2006)

lunes, noviembre 21, 2011

Un jardín contra la muerte / José Luis Fernández Hernán

jFue el pasado viernes cuando se presentó.
Bajo el tremendo chaparrón que cayó sobre la capital a eso de las siete y media de la tarde, José Luis Fernández Hernán nos mostraba su última joya.
En prosa poética, Un jardín contra la muerte (Vitruvio 2011) nos envuelve en el mundo lírico e íntimo de nuestro poeta (y narrador: no perderse su anterior novela, La segunda muerte que fue de lo mejorcito publicado el año pasado) enraizándose en un tono juanramoniano para describirnos las sensaciones olvidadas de una vida rural, fuera de ciudades deshumanizadas.
Porque nada hay más humanizante que la naturaleza, nada más sencillo que la vida fuera del cemento, nada más simbólico que el rincón privado donde forjamos nuestra vida, ningún nexo de unión entre generaciones es más adecuado que el instinto común entre las mismas (mi hijo no conoció a mi padre: sólo yo he conocido a los dos, dijo nuestro autor en la presentación)
Cercas, veredas, gorriones, saltamontes, fuentes, campos, granizo...cientos de conceptos para delitarnos en una lectura relajada y tranquila, para leer un libro sencillo y con trazos artesanales, cuidados con mimo por un exquisito jardinero, por un excelente poeta.

Como muestra:

Nada hay tan placentero como tener árboles, haberlos plantado, tenerlos crecidos. Con su quietud nos enseñan el arte de la espera y su figura variada, que se hunde en lo oscuro subterráneo hacia donde también crecemos nosotros, y, al tiempo, sube hacia lo azul sin llegar, es estampa de nuestro destino. Por eso nos conmueven.

Pongo la mano en el árbol, pongo la mano ardiente en su torso fresco y la simpatía de lo vivo habla por nosotros, tan distintos, dice las palabras en silencio de la poesía muda.

domingo, noviembre 13, 2011

GRANDES LETRAS AJENAS: RAÚL NIETO DE LA TORRE

SI MIS VERSOS HABLARAN

Si mis versos hablaran
dirían que las chimeneas mienten,
que la lluvia te escribe en los tejados
largas cartas de amor y de odio,
que tus amantes tienen algo mío,
que en cada nube viaja un telegrama,
que sus letras se cuelan por tus labios
cuando los dices,
dirían que les digas lo que dices
de ellos por la espalda,
que no pueden hablar mientras trabajan;
dirían que hace frío para andar
tan lejos de tu cama.

(Yo, en cambio, sigo fiel a la palabra
que te dí, y no te digo nada)

       De Zapatos de andar calles vacías (Vitruvio 2006)

jueves, noviembre 03, 2011

GRANDES LETRAS AJENAS: WU TSAO

LA ESPERA

Amarga lluvia en mi jardín
en el declive del otoño.
Tengo sólo vagas sensaciones poéticas
que no puedo encarrilar.
Se difuminan en oscuras nubes
y hojas rojas.
Pasado el crepúsculo amarillo
la fría luna se levanta
más allá de la sombría niebla.
No dejaré caer las persianas
de bambú moteado desde su gancho de plata.
Esta noche mis sueños seguirán al viento,
padeciendo frío,
hasta la torre de jaspe de tu hermosa piel.

                      Wu Tsao