Presente.
Apenas un pequeño asomo para hacer la última entrada del año. Hoy no habrá poema, ni prosa poética, ni tan siquiera unos renglones de escurridizas excusas. Hoy sólo habrá palabras enlazadas para un hasta pronto, para un agradecer todas las visitas de tanta gente estupenda que me ha leído, de tanta gente lejana que, de pronto, se hace más cercana por magia de una tecnología que empieza a asustar.
Se acaba el tiempo. El año próximo es una nueva incógnita que se disipará dentro de un año. Los cambios previstos (laboralmente hablando) dejan de asustar para empezar a cansar. Todo sigue rodando como siempre ha sido.
En el fondo, en lo más profundo de todo, el espejo continua reflejando lo mismo pero más viejo.
Gracias por todo, amigos.
Seguiremos informando.