martes, febrero 22, 2011

Pasado.
                                               Fotografía: El Mundo (9) de Anna Bresoli

El aire sangra de frío. Como en el entorno de Nanuk, aquel esquimal que creyó ser cuando trató de inventar los primeros besos y sólo consiguió un apoyo nasal. El aire sangra y lo malo de callejear es que el frío se abraza al cuerpo, cachorro incapaz de separarse. En la niebla de la mañana, a través del tul que se extiende ante sus ojos, las luces rojas de los coches se acumulan atropelladamente.


Boris viaja hacia Siberia y recuerda que necesita escribir tanto como necesita al viento, a la lluvia, al mar lejano que se mece en la distancia, a la esquina del dolor que surge en su camino, al miedo que cruje su espalda, a la vida.

Lo demás son redundancias.

“Un puñado de estrellas a un paso de tu casa.
 No puedo evitar entristecerme por mis manías de siempre, pensando en la muerte.
Y tu enfurruñada por oírme cosas tan tristes.”.../..
                                                        Luis Felipe Muñoz

miércoles, febrero 09, 2011

Pasado.


../..”Sueña ahora,
Si puedes, si te contentas
Con sueños, cuando te faltan
Realidades.”.../..
                  Luis Cernuda

Espera que la relajación de la escritura y esas piezas de música (¡bendito Karajan!) puedan hacer que cese el interminable dolor de la pierna. Acordes morenos de trémulas cuerdas le evocan al pasado, a todo aquello que ha sido y quién sabe si será en los tiempos venideros. En las puertas de la primavera la foto del futuro sale movida y no están todos los que son y sobran más de los que están. Quizás sea necesario abrir a tope el diafragma o buscar un contraluz sin filtro para plasmar el aura del imposible con todo su esplendor: el lenguaje de las imágenes, al igual que las canciones, está escrito en versos asonantes de rima irregular, en incertidumbres esdrújulas de acento átono, en signos plagados de signos interrogantes, en imploraciones infinitas por dos palabras con tres sílabas.


Y es que nadie es perfecto y él, queriendo recordar, doblega su perseverancia hacia su esfuerzo, hacia aquello conseguido que nunca se quiere abandonar, hacia el límite perpetuo de las líneas de las nubes.

../..”Si nada fui, perdurará mi nombre.”.../..

                                            Jaime Siles