lunes, enero 31, 2011

Presente.

Abrir la puerta y cerrarla.
Encender la luz que borra la oscuridad, esa luz que tarda en prender tanto como ha tardado el día en morir.
Colgar la chaqueta y, con la desgana habitual, despojarse de la ropa.
Ver como el espejo comienza su burla mientras en el pomo de la puerta queda pegado un saludo de hace horas.
Nada nuevo hace distinto el intervalo que acontece si se mira el bonsai deshilachado en hojas secas.
Rebuscar en los cajones un sueño.
Entre los calcetines, una ilusión oculta.
Abrir la puerta.
Y cerrarla.
Un pedacito de rutina queda pegado en la espalda.

jueves, enero 20, 2011

Presente.


BULEVAR 54
        
         (A ellos: ya saben quienes son)

La barra es un infinito horizonte
donde se navega entre océanos
de vasos llenos de rabia y olvido,
donde los cadáveres se recuestan
junto a lánguidas bocanadas frías.


La noche espera detrás de la puerta
cuando los lazos siniestros se estrechan.
La noche es compañía al desencanto
de las vidas que apuran los licores
cuando el desahogo es trigo sosegado.


Nacerá mañana el último día
de la rutina, el último verso
en la madrugada imaginaria:
alternativa que viste experiencias
escribiendo ensayos sobre los vivos.


Mañana, desde aquí, probablemente
podré repudiar este ebrio poema
que lleva nombres sin estar escritos
y, como la muerte fiel, se adormece
cuando pasea sujeto en mis manos.

martes, enero 11, 2011

Presente.

No quiere escribir pero su corazón le obliga. Le obliga su corazón con pálpito firme, le obligan sus pulmones que respiran humo de bruma y cigarrillo, le obliga esa voluntad de vaciarse, de saltar la valla de la impostura, le obliga ese sentirse cercano con la escritura, en el epílogo de la tarde, en el preludio de un día más, de un día menos.
Y le alegra escribir, escribir sobre todo aquello que no puede expresar, sobre todo aquello que duele al mover los labios, sobre lo no ofrecido. Mas… ¿qué se puede ofrecer?, ¿qué se puede ofrecer a alguien que sufre este mundo?: ¿sueños y risas?, ¿llantos y decepciones?, ¿irrealidades?, ¿repeticiones de repeticiones en repeticiones? ¡Irrealidades!, ¡luces apagadas!, ¡música triste!…intrascendencias.

El Campo del Moro le recibe tornasolado, el Paseo de las Yucas sella sus labios como si fuera un locutor con piercing y la empinada Cuesta de San Vicente atrona sus oídos con los motores inmisericordes de tantos vehículos fugaces. Caminar, caminar…


Mediodía. El resto de la vida es un absurdo engaño.

martes, enero 04, 2011

Presente

RENGLONES HUÉRFANOS

Asustar a la lívida noche
entre gestos indecisos.

Cincelar terminología barata
bajo los copos del absurdo
y los renglones huérfanos.

hojas gigantes crepitan...
amanecer en crepúsculos...
ojos enterrados en lágrimas...

Ventisca de elípsis tu parpadeo,
hundida tu boca en el reflejo herido
del relato gris de tu silueta claroscura,
ningún verso te define como tu sombra.

(Inédito)