jueves, febrero 21, 2013

Letras propias: Bocetos de palabras enviadas


BOCETOS DE PALABRAS ENVIADAS

Déjame un mensaje en el horizonte.
Una excusa para quemar el punto de nuestra referencia y purificar cualquier tipo de remordimiento.
Que la memoria no seque la página en blanco, la pantalla, el símbolo de olvido que crea tu distancia.
Déjame la liviandad de la incertidumbre. El no saber si tu ausencia es un éxodo voluntario del territorio que dominas.

                                Donde no estoy yo.

Donde no entra nadie más que la materia de tus miradas vertidas en lo múltiple, en lo caleidoscópico, en los ángulos de tus vivencias.
Donde viven las confusiones de tus registros: hoy abrazas y mañana ignoras.

                                (¿Qué quieres tú?)

En el fluido de tus realidades la mecánica de mis ensoñaciones.

                                Déjame.

Un mensaje en el horizonte, en la noche obediente que absorbe tu desorden.

                                ¿Dónde?

No estoy yo.

                                              De Cuadros sin colgar,


sábado, febrero 16, 2013

Letras ajenas: Ana Ares



Si queda alguna luz detrás de las cortinas.
Si un remoto presente de lucidez me habita,
eres tú quien lo guarda.

Amárrame con fuerza, con la tuya,
-me llevarán las olas...-
para que no consuma los restos de esa luz.

La última distancia
entre la nada y yo
eres tú.

          De 55 minutos

jueves, febrero 07, 2013

Letras propias: Intrascendencias


Y empapados de agua y luna
Enlazados cuerpo a cuerpo
Recorrimos las espumas
Hasta el fin del universo.
                 L. E. Aute

Las transparencias en la pared.
La jaula del corazón y la tinta que le hace cantar.
En la lista definitiva un punto y aparte de los filtros no vividos, un paréntesis escapado que asfixia el proceso del reparto futuro, la cesta llena de momentos maduros para su mercadeo.
El proyector que mueve las figuras, títeres inalámbricos, guiñoles que abofetean discriminaciones, ectoplasmas desollados que conspiran en habitaciones llenas de cajas.
Nada establecido en las espumas, en los manantiales que se desbordan sobre las manos curiosas, en las piernas desnudas y los labios adheridos.
El universo es una calle desconocida detrás de unos cristales empañados.
Y una mujer hermosa sin estrellas.