Presente.
Mi joven autora tiene momentos tristes movidos por manos ausentes, desconocidas.
Mi cariño y mis respetos ante ella y su poesía (la de todos aquellos que nos atrevemos, guste o no guste, a trasladar nuestros pesamientos/sentimientos y hacerlos públicos)
Ellos no saben nada del viento y el futuro sonreirá a la pesadumbre.
Como un funambulista
mi ánimo se balancea en un fino
cable
mecido por el viento.
No debo mirar abajo.
No debo mirar abajo.
No debo mirar abajo.
(De Un tiempo de adiós)
Vértigo sobre ese fino cable, donde el viento se ha hecho, como por milagro, palabra.
ResponderEliminarSaludos
Marian
El cable de cada día
ResponderEliminarque nos sujeta a la esperanza;
prohibido, sí, mirar abajo.
Un poema esencial y hermoso,
Te deseo un año 2010 lleno de Paz y Poesía.
Un abrazo
Jesús
no me ha llegado ningún email...
ResponderEliminar(llueven_chinchetas@yahoo.es)
abrazos
B.