Presente.
RUTINA EN SEPIA
una taza de café dos tostadas
cuatro pisos siete kilómetros
doce horas laborables treintaidos
llamadas nueve renglones escritos
un depósito lleno seis visitas
diez proyectos tres promesas sin cumplir
dieciséis manos nueve ordenadores
cincuenta correos cuatro mercados
tres nubes lluviosas dos bocadillos
ochocientos tres coches siete atascos
dos cierres un cartel iluminado
nueve pisadas once semáforos
siete kilómetros cuatro pisos
una llave tres gatos mil lágrimas
cien memorias dos nostálgicos versos
un vacío un vacío un vacío…….
De Cuadros sin colgar
Uffff!!!!! a esa rutina le falta un poco de color....Me gustaría mas imaginarla una rutina en sepia con los labios rojos.....
ResponderEliminarBesos
Las rutinas no son irrompibles. Coge un martillo, desahógate y escapa.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Cristina
Totalmente identificada. Me quedo por aquí.
ResponderEliminarHermoso poema y terrible visión.
ResponderEliminar...y así vivimos. Se nos acumulan los agobios, las prisas...y en el fondo vacío, vacío, vacío.
ResponderEliminarBesos
Y un beso, un beso, un beso para ti.
ResponderEliminarGracias por tan bonitas palabras que me dejaste el otro día, encanto.
¡Mucha luz!
Labios rojos, igual que el corazón.
ResponderEliminarBesos Nina!
Suena facil, Cristina. ¿Porqué no?
ResponderEliminarUn beso!
Gracias Raquel: pasaré a verte.
ResponderEliminarUn abrazo!
Siempre bienvenida Soco.
ResponderEliminarAbrazos!!
Sólo dije la verdad.
ResponderEliminarTe sigo con admiración.
Besos!