Atemporalidad.
Pudo haberse imaginado el rostro en la ausencia. Haber puesto color en los ojos y carmín en los labios.
Pudo haber soñado el intento de nadar tanta distancia (en brazadas lentas, como queriendo posponer el encuentro) y descubrir el nuevo mundo nunca prometido.
Pudo haberlo hecho.
Pero sólo ha sabido enviar unas palabras de admiración en una botella electrónica.
Y otras letras inservibles que sólo pueden ser descifradas. O intuidas.
Ha vuelto.
El desfase del tiempo mantiene dormida a la quimera.
Y despierto el deseo.
mientras el deseo este en alerta es lo único que importa...besos
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, amiga.
EliminarGracias por estar siempre por aquí.
Abrazos!
La distancia... El deseo... El amor... Y el miedo.
ResponderEliminarNo pierdas ninguno, salvo la distancia.
Un abrazo.
Gracias Cristina!!
EliminarBienvenida de nuevo.
Un beso!!
Eres uno de los mejores descubrimientos que he tenido por aquí ultimamente.
ResponderEliminarUn saludo y no pierdas el vicio de escribir.
Tarde he visto tu comentario.
ResponderEliminarMuchas gracias por el mismo y por las visitas.
Un abrazo!!