Hay días en
los que las estrellas se derrumban sobre las cabezas y estallan.
Hay días
donde las distancias se hacen horizontes donde nunca se llega aunque se acerquen
las manos.
Hay días
donde el silencio pide sin hablar y no hay contestación.
Hay días de esencia
y ausencia.
Hay días de
remansos rotos y barcos naufragados por mareas criminales.
Hay días que
pudieran ser pero no serán.
Hay días que
no se escucha pero se oye.
Hay días
dementes que necesitan medicación, techo y cimientos.
Hay días de
buscar almohadas entre el tráfico, mantas en los invernaderos y abrazos en las
esquinas.
Hay días de
conciertos, ocasos y derrumbes.
Hay días sin
motivo y sin ruido.
Hay días sin piel,
piernas ni cara.
Hay días
donde fumar mata (y se enciende otro cigarrillo).
Hay días que
cansan y que no se imaginan.
Hay días de
alquileres y confesiones.
Hay días de
bofetadas en el alma.
Hay días de
abrir los ojos y caminar con legañas.
Hay días como
hoy.
Como mañana.
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