lunes, septiembre 28, 2009

Pasado

../..“Y la hoguera es la misma en el azul del cielo.”.../..
Miguel Álvarez

Habitan una multitud de conceptos en la cara oculta del cerebro que hacen que la mente se desgañite solicitando un descanso. Marginalmente se pueden seguir cuestiones distintas a lo inquirido, pero sería una actitud falsa.
Nada hay de falso en esas horas de mirada fija al cerco de la puerta bajo la pregunta de qué será mañana. Ni si la opción es la correcta o la deducción la adecuada.

../..“Desde entonces he sido melancólico y triste
porque he contado los astros y la lluvia y la arena”.../...
Juan Carlos Mestre

Y decir que “el espacio es algo tan relativo como el tiempo”. Puede ser…pero tampoco habrá unanimidad. El espacio siempre se puede reducir, física o metafísicamente hablando. Es indefinido, de acuerdo, pero no llega a la magnitud infinita del tiempo: el tiempo no se puede medir (por mucho que se pongan números a los instantes) y es lo único que verdaderamente nos pertenece a título comunal e individual. Incluso cuando el tiempo se agota (literariamente hablando) queda un antes y un después que siempre estuvo, está y estará representado de muchas maneras (signos) dando fe de nosotros mismos.

../..”Hay que pararse
cuando se clandestinan los recuerdos,
recomenzar alguna vez
desde la cuna.”.../..
Javier Gurpide

Tiene otra media hora más para dejar de escribir; mejor aún: es pronto. Pero es un pronto efímero y viajero que saluda con la más irónica de sus sonrisas al paso de las inquietudes. La escritura es lenta. Porque tal vez sea debido a una postura incómoda, o a una negación de las evidencias, no es aconsejable aseverar que las heridas del orgullo tardan en cicatrizar mucho más que los mandobles de la presunción.
Un mediodía eclipsase bajo la capa del infortunio y emboza su radiante rostro al impacto de los golpes seguidos en unos cuantos minutos. A treinta y seis horas del fracaso, un transistor recibe una estación llamada derrota en la que el Consejo de Sabios Actuales proponen elaborar un Teorema del Ridículo basándose en unos axiomas de la impotencia.

“¡Calla, yunque viviente de agonías!”
Cynthia Hertfelder

martes, septiembre 22, 2009

Pasado.

../..”Tengo la penumbra para pensar en ti. Sólo he de cerrar los ojos para que tu mirada me queme por dentro y tu sonrisa congele mi pensamiento.
No necesito buscarte: los sueños vendrán solos, de la mano de la pena, filtrándose en mi ánimo como nubes de mágico poder.
Yo sé que la esperanza es hija de los sueños. Lo sé. La desilusión de la realidad. Y mi tristeza es el fruto de mi pobreza, de la pobreza del amor.
El amor se lo lleva el viento pero el recuerdo permanece, clava sus raíces en el presente que sólo la muerte o el tiempo lograrán destruir.
¿La muerte? : yo llevo la muerte dentro. Y la vida, que es un suspiro ante lo eterno; el despojo del infinito.
Pero tú me esperas en el día nuevo. Y yo sé que amanecerá.”.../..
Luis Felipe Muñoz


No le apetece continuar. Esta última llamada, en la que ha balbuceado algo a un cliente acerca de las bondades comerciales del último producto, ha acabado con las escasas fuerzas que aún mantenía. Frente a él, los becarios discuten acerca de la definición de conceptos extraños en catálogos variopintos. ¡Qué hastío!
Se propone perderse durante un buen rato por las autopistas del ordenador cotilleando documentos y programas mientras en el entorno Gilbert canta “Alone again”.
Algún día, cuando sea mayor, recordará su vida como un conjunto de anécdotas sin gracia ni chiste. Hoy sucumbe: de los tréboles que han caído entre sus manos ninguno tiene cuatro hojas.


../..”No vale el grito, no la culpa ajena,
vale el otoño, vale el lento
declinar de las hojas,..”.../..
Ángel Crespo



¡Qué extraño! Se he levantado de la silla y ha comenzado a dar pasos irregulares por la habitación. Las manos en la cintura (no, no es la antigua canción de Adamo), el poco pelo desordenado y un repetir un estribillo a la luz del flexo, que empalidece los neuróticos rasgos, mientras echa un vistazo a la rendija de la contraventana. Se vuelve a sentar y escribe, escribe, escribe…Cree reconocer a Andy Williams cantando “A summer place” (todo es muy retro). Sí, eso es...un lugar de verano, una pequeña parcela donde nadie importune el sabor de sus pensamientos, la playa más escondida donde construir sus castillos de arena hechos a paletadas de ilusión, lejos de las olas que los disuelvan como azucarillos en las tazas de te de las hadas caprichosas. Sí, eso es…la cabaña más lujosa que asemejase a Versalles, el destino más dichoso, la buenaventura más placentera, el pedacito de eco de aquellas palabras, un tatuaje en el corazón y un piercing en el pensamiento. Eso, eso es….

jueves, septiembre 17, 2009

Presente.



Comienza un nuevo curso. Estreno de uniformes, libros inmaculados, mochilas vírgenes y nuevas inquietudes literarias para todos esos escolares que visitamos los distintos actos de novedades y reencuentros culturales.



Mañana viernes día 18, por ejemplo, Vitruvio levanta el telón con la presentación del primer libro de Isabel Delgado Rodríguez (Pentagramas de agua) a las 20,00 horas en La Casa del Libro (c/ Fuencarral nº119. Será presentado por Maximiano Revilla y Pablo Méndez.
Una excelente ocasión para volver a ver caras amigas, disfrutar de la poesía y tomar unas cervezas, como hemos hecho otras tantas veces.



Algo más lejana queda la presentación de Más allá de la llanura, el último libro de mi amigo Pedro Antonio González Moreno, cuya puesta de largo será en su localidad natal, Calzada de Calatrava, y que también será mañana día 18. Un precioso cuaderno de viaje a través de La Mancha es la carta de presentación de Pedro Antonio González, en este libro editado por la Biblioteca de Autores Manchegos, cuya lectura es recomendable para esos momentos tranquilos e interiores.

¡Bienvenido el curso!

lunes, septiembre 14, 2009

Pasado.

Esta inactividad deportiva promete oxidar sus dislocadas articulaciones (ya va siendo uno un poco mayor para tanto partido de fútbol y las ágiles estiradas conllevan unos simpáticos guantazos sobre el suelo) Se necesita algo de acción como, por ejemplo, insultar a algún jefecillo en su fea cara, intentar adelantar al expreso de las nueve o declarar la guerra a la jauría de mafiosos que pueblan La Celsa.
Entre la miríada de luces que deslumbran sus ojos y la música estridente que tapona sus oídos apoya sus brazos sobre el mostrador y pide al camarero una gran raya de vida para esnifarla con la desesperación de una última voluntad. Una raya gris, como el título de esa novela que sus manos nunca escribirán.
Pero decía ayer…no sabe: ayer ha sido hace un montón de días. O no ha sido nunca y se tiene que abstener de repetir todo lo que dijo ayer, todo lo que dijo nunca. Se abstiene de repetirlo, más que nada, por que no vale para solucionar ninguna ecuación de múltiples incógnitas, porque el movimiento se demuestra andando (¿dijo amando?) y las acciones se quedan clavadas en los arcenes de los caros peajes.
¡Cara moneda es la que no vale para comprar la necesidad perentoria del dormido! No hay/hubo/habrá regalos intrascendentes para guardar en el bolsillo del pantalón vaquero o en los canales auditivos -Venecia de la anatomía- rebosantes del siempre igual
La vida le despacha cuarto y mitad de algo que necesitaría por kilos y él, como buena Maruja, va al mercado diariamente con su cartilla de racionamiento para jugar al estraperlo y comerse, de un pequeño bocado, un trocito de sugestión que no sabe qué es, pero que tiene buen sabor. Se he hecho un gourmet de los instantes.


../..”La miré. Nada. La miré de nuevo,
y nada, y nada. Alrededor, la tarde.”
Carlos Sahagún


Esta inactividad promete. Esta quieta etapa de su tiempo lobotomiza el pedacito de sentimiento que se pueda generar en el hemisferio de los sueños. El sol, amante latino inquieto, cubre los tejados de los viejos edificios del centro de la capital intentando poseer hasta el mínimo resquicio de los ladrillos.
En el cielo, un trapecista imaginario le saca la lengua.


../..”Yo bien quisiera
hablar con voz más pura de la luna y las flores,
o descifrar en versos mágicos
el color de los ojos de la mujer que amo.”.../..
Eugenio de Nora

lunes, septiembre 07, 2009

Pasado.

../..”Siempre el plenilunio llueve sobre mi cabeza”. ../..
Luis Felipe Muñoz

Uno de estos días ha de hacer un serio análisis introspectivo de su persona, de sus fluctuaciones, de sus campos sesgados, de lo que le motiva a escribir, de la necesidad de sus soluciones, de la enésima enumeración, del arpa del corazón que suena como un simple susurro, de su cansancio...
Quizá se está engañando e intenta unir los pedazos de su alma con gotas de agua de lluvia utilizándolas como si fueran Loctite. Quizá su ceguera sea tan infinita, escueza tanto, que ni siquiera tanteando adivinaría la forma o la textura de los deseos envueltos en papel de indiferencia con lacito de improvisación transitoria. El tac-tac del teclado castañetea como si tuviera tiritera. Se detiene y piensa en Icaro, en su sueño de volar y en esa desesperación que debió sentir al pasar cerca del sol con sus alas de cera y, al derretirse éstas, caer al suelo como un pesado fardo. Todos quieren volar y adornan sus alas de cera con los colores de propios ánimos para desplegarlas al cielo con la jactancia de un águila gigante que muestra su poderío. El fin siempre es el mismo: una colosal caída.

../.. “y ahora me entero que el volumen de mi corazón es sólo cuatro veces pi por el radio al cuadrado. ¿O será al cubo?”.../..
Luis Felipe Muñoz

Esta noche sería una de esas típicas noches en las que se perdería en el bullicio y la solfa de diversos garitos de pésima reputación, con fauna variopinta, para llenar su joroba de alcohol y olvido. A pesar de que uno ya no es lo que era y se van perdiendo facultades, ocasionalmente es necesario desconectar el conmutador del razonamiento puro y hacer que el sinsentido viva su libre albedrío. Algún día podrá disfrutar la amnesia todas las horas del día y de la noche. Será una buena época para comenzar unas olimpiadas de evasión y de olvido, para embestir a la noche que le recibe por chicuelinas, para ver amanecer desde el coche en cualquier sitio desconocido, para ratificar que nada ocurre sin la intervención de los conjuros de los duendes, para olvidar (aunque sea durante el intervalo de la embriaguez) este claustrofóbico panorama que apuñala su espalda sin aviso.
Soledad para un derribo.


../..”Y yo sé que no puedo darles nada. Como ellos
soy un resto, una fuga,
una angustia cercada de horizontes difíciles,
un pulmón oprimido por tiránicos puños,
una estancia, vacía de divinas presencias,
cuyos muros gotean de sudor y de llanto.”.../..
Ángela Figuera


“Ella valía mucho más que yo. Yo era muy pobre, casi un mendigo, y cuando ella me besaba mis ojos permanecían muy abiertos y se llenaban de angustia: esperaban, durante cada beso, que apareciera el cobrador más inflexible, el cobrador más justiciero.”
Pedro Casariego Córdoba