Pasado.
Cuentan las antiguas crónicas que hubo un tiempo en el que la gente perdió la consciencia y se dedicó a vivir; que hubo un tiempo en el que se rezaba para que lo imposible se pudiese realizar; que hubo un tiempo en el que se temía al tiempo. Relatos con principio y final cuya razón principal de existencia ha sido escribir todas esas frases irrepetibles surgidas de los más profundos resentimientos de autor. Anónimos espíritus sin dueño, candela y lumbre, hojas crujientes de un otoño agónico, chatarra esparcida por campos de amapolas, historias sin más…
Cuentan las antiguas crónicas conceptos incomprensibles mientras él vuelve a torcer su rostro hacia la esquina del disimulo para no aceptar su misma incomprensión, sus mismas acciones, su mismo ánimo dependiente del recuerdo, la ausencia y los silencios. Expresiones que son gestos que se dejan intuir (pero nunca afirmaciones), adivinanzas presentidas (pero nunca confirmadas) en el universo de sus imposibles, con un espacio tan vasto como el dominio de sus sueños: área inalcanzable hasta el horizonte.
Y piensa si lo cotidiano le destroza, tal y como suele notarlo, y anhela auparse a un taburete (¡Serrat!) para coger un hilo de araña al vuelo, para que su recuerdo perdure cuando ya no esté por estos lugares, para que el olvido no se haga carne…
../.."Quiero cerrar los ojos y olvidar todo lo que esta noche
me recuerda a vosotros y a mi y a mis poemas." ../..
José Luis Piquero
P.D. Presente: hablan gatos nocturnos de la melancolía que no quiere irse, de la imaginación restante, de señales y acentos (sílabas bajo la luna llena). Y desde el otro lado de los tejados se rumia una sonrisa cómplice: la imaginación al poder!!
Quisiera haber escrito yo esta entrada. Tanto me identifico.
ResponderEliminarPero pienso: vivamos lo imposible.
Te digo lo mismo que Jose, cada una de tus palabra es parte de mi...
ResponderEliminar../.."Quiero cerrar los ojos y olvidar todo lo que esta noche
me recuerda a vosotros y a mi y a mis poemas." ../..
José Luis Piquero
Me voy a llevar con tu permiso esta parte.
Besos
Un gato en un tejado me contaba que su melancolia se fue cuando, en una noche cerrada, una estrella le dijo que soñar con la luna no es malo. Y desde entonces sus recuerdos no hacen daño, sus olvidos regresaron y el fue capaz de volver al suelo. La melancolia se fue.
ResponderEliminarHoy, cada vez que la melancolia vuelve a aprecer, sube al tejado y busca una estrella con la que conversar y hablar de su amor por la luna. Despues vuelve al suelo y vive.
Besos agradecidos Jose Luis.
Eso intentamos muchos pero creo que ninguno lo conseguimos, amigo José.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Llévate lo que quieras Nina: estás en tu casa. Además, como puedes observar, yo tomo muchas cosas prestadas de gente maravilosa.
ResponderEliminarAbrazos!!
La melancolía, como las marea, viene y va. Y lo peor es que, igual que el agua de mar, nos empapa y nos absorve. Por experiencia te diré que las estrellas son unas excelentes conversadoras por lo que supongo que tú, con todo lo que expresas siempre, nunca te aburrirás con ellas.
ResponderEliminarGracias, amiga imaginativa!!
Me encantan esas inmersiones al pasado, pero ese post scriptum del presente me subyuga.
ResponderEliminarBesos pendulares, como tus escritos.
Es la esquizofrenia literaria la que me mata, querida Paloma. Por eso la pendulación.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!!
Hola José Luis,un placer leer tus poemas,me gusta especialmente esta frase:
ResponderEliminar/.."Quiero cerrar los ojos y olvidar todo lo que esta noche
me recuerda a vosotros y a mi y a mis poemas." ..
Feliz semana y bienvenido a mi blog siempre que quieras.
Gracias Mel, y bienvenida a esta casa. (Tarde,pero puedo contestarte)
ResponderEliminarUn abrazo!!