miércoles, enero 29, 2014

Letras propias: Sueños de madrugada


SUEÑOS DE MADRUGADA

Unas notas en un espacio indefinido.
Apenas pespuntes en el retal de un universo en blanco
que definen la escala de la predisposición.

Unas letras iluminando la madrugada
como comentarios que volasen en alas de sombra
con fechas de futuro impregnadas de apetito.

Hoy soñé con devorar tus deseos, como depredador
hambriento que desgarrase el tiempo desembarcando,
para reposar después en el escaparate de tus brazos.

Hoy puedo soñar que sea mañana y observe
tu firma entre las páginas del armisticio,
tus ojos pintados, el duelo concluido, la resurrección.

Yo plasmo mis letras, como notas, en este intervalo
donde antes escribiste todos tus miedos
que he intentado cocinar a fuego lento.

Para que ese futuro tenga el sabor de certeza.

Allí donde las promesas siempre se cumplen.


viernes, enero 24, 2014

Letras propias: Cuaderno de conclusiones (3)


CUADERNO DE CONCLUSIONES (3)

Me ha sentado frente a la ventana.
Con los ojos fijos al cristal y la mirada perdida sobre lo indefinido he decidido escuchar el rumor danzante de la lluvia caleidoscópica que dibuja lágrimas sobre el vidrio.
            El epicentro exacto de la utopía es un temblor quejumbroso de muchos grados sobre la escala Richter y dicho movimiento no conseguirá derribar los cánones establecidos desde los pensamientos ajenos, las desconfianzas, las sombras, las caídas de las cornisas desgastadas, la respiración necesaria…
En una de las últimas charlas lidiadas al albur de las estrellas alguien comentó en voz alta una multitud de irrealidades y se dedujo que algún mal perpetuo puede paliarse con la ensoñación, pero que todo ha de ser aceptable y aceptado.
Ya no sirven excusas para llegar a la meta pero… ¿cuál es la meta?
La lluvia va codificando el horizonte. Pero hoy no es Noviembre, ni el futuro con borrascas será primavera.
Y entre enigmas y frases inconexas –terribles, algunas, y dignas de incluirse en los epistolarios más nocivos- el alba de mi pensamiento se torna en matices blancos y grises hundiendo las ideas en un viejo camino nevado, génesis del presente invierno que late entre la figura que relata amargura y la verdad no creída.
¿Dónde está la meta?
No por aquí, parece.
Ni en el camino del mañana que fue otro mes y ahora es una eterna ventisca de sinrazones. Sólo el invierno quema mis manos como brasas de hogueras, fundiendo troncos de cicatrices en calderos de sangre repetida.
No debería de surgir la duda ante la certeza de lo cierto (redundo).
No ha de surgir un leve resuello, un pestañeo pasajero y peregrino, buhonero de mil caminos y voces.
Nada surge del silencio de dos presencias, de una respuesta sincera y desgarradora (¡siempre lo supe!, repito), de una utopía encallada, de repente, entre las rocas del faro que debía iluminar y sólo ciega.
¿Dónde está la meta, tu meta?
¿Por aquí?
Los monólogos pasados no dan patente de corso para diálogos futuros, pero el lenguaje es tan versátil, tan moldeable, que los ecos de las palabras esculpen escenas atípicas en tierras lejanas.
Y se repiten como bucles gigantescos que triturasen mis costados estrangulando mis pulmones.
            Echo de menos presencias que conviven y no están y hablan de despedidas con compromisos de promesas de no espera. Los días en los que existan esas ausencias serán días largos y monótonos, sin sorpresas.
Un nombre se pronuncia en las gélidas horas de la mañana.
Hoy es viernes.
Hace un rato, cuando abrí los ojos definitivamente, fueron las cinco y diez y alguien se preguntará a qué viene todo esto.
Sólo literatura.

viernes, enero 10, 2014

Letras propias: Cuaderno de conclusiones (2)


CUADERNO DE CONCLUSIONES (2)

            Otra noche más robando sueño al sueño.

            Como un murciélago que guardase las monedas de su juventud y viese en su ceguera su despertar, su soledad y su literatura: flor de novela inacabada, despojo de eternidad y antorcha.

            Todo lo huido del huracán que arrasó las baldas de las estancias, las perchas de lo olvidado (hasta la primera blusa de la primera vez) y los desmayos de las canciones traídas por el Mar de Alborán.
            Otra noche más de soledad y química, de espanto y concierto, de desaliños conmovedores.

            Si no importase la soledad…
Si no importase saber que la soledad es una sala de fiestas con aforo completo, una calle comercial en rebajas, una cama vacía sin un cuerpo al que abrazar, un no recibir un beso en el rostro somnoliento de cada mañana…

            Me arropan sábanas aturdidas con rumores incompletos de tinieblas y preguntas en el cobertizo que creí cerrado.
            Rumores de literatura cuando la literatura es barro del viento posado en escalones, hoguera en vigilia que quema los párpados, incógnita, remanso.
            Un duende negro sin beso amanecido que roba sueño al sueño en soledad.



viernes, enero 03, 2014

Letras propias: Cuaderno de conclusiones (1)


CUADERNO DE CONCLUSIONES (1)

Paseas entre la gente, inevitable, con la voz opaca en las contestaciones y adoptando el cinismo que siempre reprochaste. Caen a plomo los acontecimientos como lunas de hormigón inacabadas e intentas que el viento despeje la nebulosa que oculta tus días desde los últimos hechos.
Ya no vibras con los sueños. Y los versos que antes rectificabas son cadenas rotas que se han arrinconado en una buhardilla.
No sabes lo que habrá de llegar pero sí conoces lo pasado.
Suficiente.

Yo también fui una sonrisa viajera que llenó de caricias algunas noches de verano, en algún pueblo, mientras escribía deseos en los amaneceres y paseaba bajo las constelaciones diseñando nuevas coreografías en el baile de la vida.
También busqué de rodillas una respuesta y observé, silencioso, la lenta cadencia de la indecisión que partía el pecho como un estoque certero, la huida hacia quién sabe dónde, la injusticia de la incomunicación, el final de los cantos del gallo, la magia de los ascensores vista con los ojos de una niña…¡y tantas preguntas sin responder que luego el tiempo aclaró!
Pero eso fue hace mucho. Mucho antes de las palabras de rencor que salieron de unos labios (sólo cinco minutos) que no reconocí.
O no hace tanto y parece que fue otra existencia.
Lo ignorado, a veces, abrasa el límite del entendimiento y hace que respiremos con dificultad, que lloremos sin motivo, que no podamos articular palabra ante los preocupados.

Ahora, de vez en cuando, una mujer extranjera habla de su casa de papel, de jardines y hojas, de mariposas y retratos, de días de sol y lluvia en paisajes campesinos, de soledad. Y sus letras acompañan esta tristeza que ocupa los días como un lago sin horizonte.

Yo también soy, como tú, una voz opaca en las contestaciones y paseo entre la gente con el cinismo que reprochaste; y mis acontecimientos caen a plomo, como lunas de hormigón, sin saber muy bien porqué.

No sabes lo que habrá de llegar.
Yo sólo puedo ofrecerte estas líneas de consuelo.
O mi mano.
O un paseo sobre mis letras.