miércoles, diciembre 19, 2012

Letras propias: Thaksgiving day



THAKSGIVING DAY

                                 No te lleves tu recuerdo,
                                 déjalo sólo conmigo.
                                                 H.P.

He dormido tanto
que mis ojos bostezan al acorde
de un piano amanecido.

Una oración,
en plegaria de teclas mudas,
ha despertado mi lengua
siendo manto de mentiras
en mares de notas.

Si fuera humo de sueño
atravesaría el resplandor de las estrellas.

                 (Persigo la velocidad del pensamiento
                 para amanecerte)

Pero el sol de barniz ha aclarado
estas córneas dubitatibas
y no puedo
más que estirar mis brazos,
abrir mi boca,
chascar mis dedos,
reconocer
y caminar (sólo un breve paseo
hasta la próxima copa de vino)

Despierto al escuchar el anhelo de un espejo.

Si fuera humo de sueño
despreciaría mi vida para vivirte.

                    De Cuadros sin colgar

viernes, diciembre 07, 2012

Letras propias: Teoría



TEORÍA

                 Quizá estar vivo sea esto: perseguir instantes que mueren
                                                           Muriel Barbery

Desentumecía la mañana los párpados
inflados de sueño, juguetes rotos
tras discutir con la almohada.

Perseguir el reflejo de una presencia,
de unos sentimientos abrasados por la lluvia
impura de la ducha: lágrimas
bajo el mar y luto  sobre la espuma.

Entonces éramos niños jugando a ser ellos.

En formación las baterías de salvas, en esa guerra
de pasteles y jilgueros asesinábamos la pureza
de los cometas que se precipitaban al universo
de las caricias.

(Cuantos más llantos anegan el ayer
menos ojos observarán el mañana).

En el juego de las probabilidades -según el sabio-
algunos éramos las fichas de los dioses.

                                       De Cuadros sin colgar

lunes, noviembre 26, 2012

Intrascendencias


Pasado.

No sabe si estas risas en la madrugada son el bálsamo que protege las cicatrices con  una fina capa de constelaciones a modo de apósito.

No sabe ver más allá de esa mar picada por el viento, más allá de esa luna incompleta necesitada de cirugía, más allá de ese aturdimiento nebuloso después de dos botellas.

Y así la demagogia, delante del escaparate impúdico de la distancia, repite frases hechas: se ama como nunca y se pierde como siempre.

No sabe si el silencio puede ser el alguacil de lo que ya no se quiere que exista, el carcelero de la lengua quebrada que se ofrece a otro aliento.

Pero sabe que antes de rehabilitar aquellos besos apuntalados por los labios, otros sueños construyeron nuevos besos con el breve escenario que da la huida, con el maquillaje del abandono.

Y lo que antes era vidrio ahora es roca.
Y lo que antes era aurora ahora es tumba.
Y lo que antes eran pétalos ahora son tinieblas.

No sabe, hoy, ver más allá de ese silencio incomprensible que flota trémulo sobre la noche.
No sabe, hoy, porqué el alma cruje como un viejo barco y rechinan las mentiras como botes salvavidas durante un naufragio placebo.

Cuando encalla el cuerpo en los arrecifes de la derrota.

                     .../...debes  saberlo ahora que recuerdas:
                            jamás llegará nadie a este lugar.
                                              Antonio Colinas


jueves, noviembre 08, 2012

Letras ajenas: Adrienne Rich


Porque ya no somos jóvenes, las semanas han de bastar
por los años sin conocernos. Sólo esa extraña curva
del tiempo me dice que ya no somos jóvenes.
¿Caminé yo acaso por las calles en la madrugada, a los veinte,
con las piernas temblandome y los brazos en éxtasis más pleno?
¿Acaso me asomé por alguna ventana buscando la ciudad
atenta al futuro, como ahora aquí, esperando tu llamada?
Con el mismo ritmo tú te aproximaste a mí.
Son eternos tus ojos, verde destello
de hierba salvaje refrescada por la vertiente.
Sí. A los treinta creíamos ser eternas.
A los cuarenta y cinco deseo conocer incluso nuestros límites.
Te acaricio ahora, y sé que no nacimos mañana,
y que de algún modo tú y yo nos ayudaremos a vivir,
y en algún lugar nos ayudaremos tú y yo a morir.
                             (De Veintiún poemas de amor)

martes, octubre 30, 2012

Letras ajenas: Rafael González Serrano, Siempre la feria



     No hay quinto malo.
     Y si el quinto (libro, me refiero) se aparta de lo escrito anteriormente, pues tendremos un nuevo campo donde abonar estadísticas y comentarios.
     Siempre la feria (Editorial Celesta 2012) es la primera novela de Rafael González Serrano después de cuatro poemarios anteriores (Presencias figuradas, Manual de fingimientos, Insistir en la noche y Mapa del laberinto) aunque todo conduce a que podamos leer un ensayo novelado con un rico lenguaje y una tonalidad variada.
     Las disquisiciones, críticas, observaciones, descubrimientos y apreciaciones de un autor imaginario en una feria del libro cualquiera (pongamos que habla de Madrid) son motivo, para nuestro escritor, de rasgar, como una cortante navaja, temas como autores, editores, medios, premios, tertulias y grupos, políticos, apariciones públicas, la crítica, la creación... (pág. 178)
     Por una vez, Rafael González salta desde el observatorio de lo alto de la sala de anatomía para desmembrar, tajo a tajo, los temas antes referidos. Y, como un perfecto cirujano, encuentra el lugar exacto donde clavar el bisturí para llegar al lugar adecuado y dar con la dolencia concreta.
     Con una ironía tremenda, cínica y descarnada en ocasiones, Siempre la feria es un alegato a la rebeldía literaria visto por uno de los suyos, por uno de los nuestros: un sufridor que intenta vivir de esa literatura a la que tantas zancadillas y tantas malas compañías le cobijan. Su estilo directo, analítico y tajante también, contribuye a la forma idónea para relatar las grandezas y las miserias de todo lo que rodea a este mundo tan especial que sólo el que lo ha vivido puede contarlo detalladamente.
     Ha sido una grata sorpresa ver como Rafael González se desenvuelve tan bien (¡también!) en un género en el que no se nos había mostrado hasta ahora. Todo para, como dice su protagonista: puede que haya puesto en solfa unos cuantos aspectos de este nuestro encantador mundillo, aireando un poco los pecados, pero he sido discreto con los pecadores.

Mejor leedlo y opinad.

lunes, octubre 15, 2012

Intrascendencias.


Pasado.

Porque ya todo es pasado y apenas algo se escribe en la noche.
Porque desde hace siglos nada murmuran las letras en sus ojos, y las musas lejanas flirtean con nuevos inquilinos de otras tierras, de otros acentos.
Porque el olvido es ley y la distancia su moneda.
Porque todo tiende a su cauce, a su recto designio, a su recuerdo primero (prólogo del desastre)
Porque no volverá a llover en la madrugada, como entonces.
Porque cualquier canción hablada sonará en la bóveda del pensamiento y con ella, la imagen.
Porque nunca dijo aquellas palabras esperadas y, sin embargo, sentidas.
Porque ya es tarde.
Y apenas algo más se escribirá en las futuras noches.

                Donde habite el olvido,
                en los vastos jardines sin aurora,
                donde yo sólo sea
                memoria de una piedra sepultada entre ortigas
                sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
                                        Luis Cernuda


miércoles, octubre 10, 2012

Intrascendencias

Pasado.


Debía de ser otoño.
            Lo recuerda porque caían las últimas hojas de su diario y su aspecto se tornaba clandestino y plomizo, como el gris de los días sobre la espalda de las palomas.
            Debía de ser otoño.
            Lo recuerda porque todo conducía a la ausencia punzante, a la niebla confusa y a los erráticos reproches enredados en malinterpretaciones, a los mensajes de excusa, a las noches de lectura sin papel, a las líneas mudas, invisibles.
            Fue época de perseguir soplos y murmullos, aguas, remolinos y nubes. De marcar los límites del futuro con estacas carcomidas y redes oxidadas: sólo un empujón arrastraba a la libertad.
            Debía de ser otoño.
            Lo recuerda porque el amor se hizo átono  y en el sortilegio de la noche voló con las plumas rotas en la última caída, antes del vacío, para estrellarse detrás de otros muros, entre otras letras, sobre otros espacios.
            Y sin música.
            Con todos los secretos mostrados ante el mundo que nunca le acogería.
Desde aquel último otoño.

 Tal vez sólo me quede esta manera
de decirte las cosas,
recurrir al lenguaje estilizado
de la palabra escrita.
         Ariadna G. García

jueves, octubre 04, 2012

Letras propias: Madrugada en la ciudad

Presente.


MADRUGADA EN LA CIUDAD

Consiénteme que filosofe
sobre tu pecho y empantane
tu vientre de amaneceres.

Que inunde tu mente de posos
y llene tu interna materia
de frágiles incógnitas.

Abasteciendo mi oscura soledad
por la luz de esos tibios albores.

Y, sin más rodeos,
empacharnos de lujuria
y no hacer el amor.

Hasta morir.

         De Rastros perdidos

miércoles, septiembre 19, 2012

Grandes letras ajenas: Paco Moral


Carta 24, 1992

El autobús
me ha dejado a la puerta de tu casa.

El autobús
no puede recorrer otra distancia.

El autobús
no sabe lo que pasa entre nosotros
ni yo ni tú.

Recorrer la ciudad
de punta a punta sólo para verte, sólo
para ese espacio de tiempo
de apenas diez minutos
cercado de autobuses, de paradas de metro,
de escaparates llenos de artículos de saldo,
de gente que pasea
su dolor o su tedio,
ese olor a ciudad apenas presentido
es, sin embargo, amor,
más nuestro que el olor de nuestros cuerpos,
el tuyo y el mío que casi ni se rozan,
que no se han dibujado sino en el aire, apenas
trazados en silencio cuando el mundo se duerme.

Debí besarte ayer. Para variar
era yo quien tenía que haber hecho
jirones con tu ropa, con tu vida,
con tu sudor vapor de agua.
Debí comerme el nido de tu vientre
en vez de acompañarte hasta tu casa,
verte sobrepasar las marquesinas,
entrar en tu portal para perderte
entre la nada, en ese oscuro túnel
que nos separa casi a cada rato.

Claro, debí besarte
y no llevarme a cuestas tanto deseo, tanto
desasosiego como cargo encima
cuando tu boca no me sabe a hierba
sino a derrota.

Debí de hacerlo,
aunque tú no quisieras.

         De El libro de las cartas (Editorial Vitruvio)

viernes, septiembre 14, 2012

Intrascendencias

Pasado.

Nada de lo escrito fue entendido.

Las palabras se consideraron un ataque, una invasión al libre albedrío, un correctivo segmentado que nunca quiso pertenecer a lo insólito.

Y no fue así.

Había algo más que un borrón entre líneas, algo más que una breve mancha surgida del griterío de los pocos días o de la transpiración de un momento cualquiera.
Se situaba en un lugar que no era el suyo para intentar enlazar una letras incomprendidas y borrosas antes de dar media vuelta y despejar el camino, antes de no doler más de lo que ya dolía.
Vivir era un pequeño recinto de habladurías y contrabandos en la calle estrecha, donde lo más amado fue lo imposible, lo incierto.
Y lo irreal, lo más buscado.

Nada fue escrito si no había un retal de noche envolviendo los ojos y unos dedos torpes apabullando las letras. Y las frases fueron verdades aunque no se las creyesen.

Nada de lo escrito y enviado fue entendido: ni los sentimientos que se desparramaban entre las líneas imaginarias, ni las circunstancias, ni los pronombres.

Se dijo que el tiempo se detuvo y lo que ocurrió es que se pudo vivir unos instantes más, pero poco más, porque las expectativas crecieron como álamos inmensos.

No se ha entendido nada excepto la música de una noche más sobreviviendo al alcohol y a las llantas quemando el asfalto.

La madrugada abraza la fe perdida.
Como la brisa.

         
                    Como la brisa

                    Todo esto pasará, como la brisa
                    va borrando las dunas por la playa.
                    No quedará de mí ni esta  brevísima
                    tristeza en la que envuelvo mis palabras.

                    ¿Pero. acaso. no vine para esto?

                    (Entristecido, voy cerrando mi vieja
                    estilográfica).

                                        Rafael Montesinos

jueves, septiembre 13, 2012

Intrascendencias


Pasado.

Hubiera merecido una respuesta. Un último estertor en forma de palabras para explicar todo aquello que quedó pendiente, las definitivas vicisitudes que parecían imprevistas pero que fueron previsibles.

Hubiera merecido una llamada. Un ínfimo esfuerzo para teclear nueve números y repetir, con voz mecánica, el criptograma póstumo que quedó pendiente en sus espacios.

Pero ya no quiso montarse en aquella atracción de feria. Y, al no comprarse ese nuevo billete, evitó otro vacío en el estómago y un escalofrío prematuro por el relente de la madrugada.

En tal enfermedad las arcadas de la ausencia son medicamente incurables y hay una peligrosa exposición al contagio cuando se escuchan voces lejanas y de reproches.

Sólo quedaba esperar a la declaración de cuarentena por parte de las autoridades pertinentes.

                            Siéntate
                            a la mesa.
                            Bebe un vaso
                            de agua. Saborea
                            cada trago.
                            Y piensa
                            en todo el tiempo
                            que has perdido.
                            El que estás perdiendo.
                            El tiempo 
                            que te queda por perder.
                                           Roger Wolfe


viernes, agosto 31, 2012

Improvisaciones en un diario

Pasado.


Teclea con dedos torpes las letras que levitan en el teclado de la pantalla. No tiene ganas de dar explicaciones y se deja arropar por el aura aislante que desprende para las grandes ocasiones de tristeza.
No necesita que le enseñen el origen de la piedra filosofal, ni el estallido primario que hizo surgir el universo, ni las doctrinas tántricas del bienestar o la entereza que dan la paz y la vida. No necesita que le abofeteen literariamente con un guante de seda, ni que le escupan sobre los ojos adjetivos duros acerca de actitudes (¿o eran aptitudes?) primarias.
 Los martillos neumáticos suenan como orquesta de fondo y las voces, antes apagadas, van arañando como los dedos de la zarza de septiembre, van ocupando el espacio antes vacío que dormitaba entre silencios, entre el humo de las almohadas y el respaldo de los sillones.
A lo lejos, suenan tacones acercándose y corazones alejándose. El eco de las piedras lanzadas al agua reverbera en la espuma de los recuerdos: ¿qué extraño cuadrante abarca los movimientos que nunca hacemos, los abrazos implicados, los abandonados reproches, los actos inconclusos, las caídas reiteradas?
Cae el estío con la fuerza de la desgana y el viento enfría los descubrimientos tardíos y desagradables de las sorpresas.
Es tiempo de mudanzas.

La vida…es acordarse de un despertar
triste en un tren, al alba: haber visto
fuera la incierta luz: haber sentido
en el cuerpo cansado la melancolía
áspera y virgen del aire punzante. 
                        Sandro Penna

miércoles, agosto 22, 2012

Improvisaciones en un diario

Atemporalidad.

Pudo haberse imaginado el rostro en la ausencia. Haber puesto color en los ojos y carmín en los labios.
Pudo haber soñado el intento de nadar tanta distancia (en brazadas lentas, como queriendo posponer el encuentro) y descubrir el nuevo mundo nunca prometido.
Pudo haberlo hecho.
Pero sólo ha sabido enviar unas palabras de admiración en una botella electrónica.
Y otras letras inservibles que sólo pueden ser descifradas. O intuidas.
Ha vuelto.
El desfase del tiempo mantiene dormida a la quimera.
Y despierto el deseo.

jueves, julio 26, 2012

Improvisaciones en un diario

¿Presente?, ¿Pasado?...

Si le dicen que esperan conocerla algún día, no les haga caso. Puede que este enigma acerbo que les corroe les obligue a decir muchas cosas que no piensan. Irracionalidades.

Explican que ahora todo es distinto desde que usted se asoma por sus páginas e imaginan sus ojos posados sobre la cuartilla electrónica.
Que imaginan, dicen, los pensamientos que corretean los kilómetros de distancia, como modernos bastardos que afilasen sus dotes adivinatorias con piedras planas, primitivas y pasadas.

Pero todos saben que están equivocados.

No se puede desear lo desconocido, no se pueden manipular los engañosos sentimientos que asoman por el espacio separador, por las comas o las interrogaciones, no se puede gritar cuando ningún oído escucha.

Usted no sabe cómo son.

Usted, que se escarcha en la soledad, que alguna tarde suicida su tiempo con cine y palabras, que narra el estremecimiento de su cuerpo en otros brazos, que desviste la sonrisa a jirones, no puede ni imaginarse cuánto esperan su llegada.

Usted, que crispa sus dedos sujetando papeles arrugados, plumas quebradas, libros con palabras enmohecidas, no pone rostro a sus líneas.

Usted, que no espera más llamadas pero le atrae este grito, que posó sus antojos en el hueco del maletín desfondado, no sabría reaccionar ante la evidencia.

Porque nunca la distancia fue tan grande.

Ni la sorpresa de los acertijos con los que, antes o después, descubrirá la verdad de ellos.

Cuando todo converja en la solitaria unidad.


miércoles, julio 18, 2012

Letras propias: Viaje en el dorso del destino

Presente.


VIAJE EN EL DORSO DEL DESTINO

Si temblasen un instante mis manos
como estos gorriones que bailan al viento,
podría reconocer el miedo en la despedida
justificando un escalofrío.

He vencido:
la derrota es mía.

De esta obsesión astigmática,
de este asaltar el destino,
de este adiós fraudulento,
un viaje colgado en la catenaria de la tristeza
-desde nunca a nunca más-
con un billete hacia ningún motivo.

                                 De Rastros perdidos

miércoles, julio 04, 2012

Improvisaciones en un diario

Pasado.


Hora punta en la Calle 30: hay retenciones a la altura del Puente de Ventas hasta el nudo de Manoteras...

No importa que el calor atosigue y azogue, ni las consonancias a propósito de hoy. Poco importa que el amanecer sea un delirio de violines y pianos, escalas y odios; que la entrada por la entrada incluya murmuraciones y buenos deseos falsos, alabanzas, vísperas, subterfugios. Nada importa el valor ni el arrojo, la lección olvidada y el deseo inalcanzable.

Poca perseverancia. Raras piedras destiladas en el alambique de la futura ebriedad, en la probeta de la ruinosa rutina: poca paciencia para las cartas que duermen boca arriba y destilan olvido, sólo olvido.
A través del espejo habrá una estación, un destino, un origen. A través del espejo el corazón late en la derecha cóncava, las sienes repiquetean y cambiará el estado verbal. A través del espejo latirá un destino cóncavo donde ahora hay una estación nunca escrita, nunca descrita por las manos que se recorren sin concepto.

La factura de los instantes es saldo gastado. La pérdida de la incredulidad es una garra violenta que desgaja los muros del desamparo, las luces ensombrecidas y agonizantes, las respiraciones rítmicas. La factura pagada endeuda el resto de agradecimiento. Sin saldo.

Podemos encontrar más retenciones en la A2 a la altura de Torrejón y San Fernado, por avería de un vehículo en el carril derecho...


lunes, junio 18, 2012

Improvisaciones en un diario

Pasado.

Desde la cima del mundo, la perspectiva oblicua de los caminos. Desde el ángulo absurdo de la esquina, la recompensa insospechada de la sorpresa.
Transcribe:
"Casi cuatrocientos kilómetros y un recuerdo de contrabando. Una mirada inoportuna y un deglutir la abstinencia en momentos de desespero por no llegar a lo deseado.
Las calles son estrechas, excesivamente lánguidas y uniformes, grises, concupiscentes y pecadoras, Las calles son las protagonistas de ese casco antiguo de la ciudad,
Las calles y el vino: compañeros inseparables de los grises pecadores que tercian los relojes en arquetipos imaginarios (¿tendrá algo de sentido esta última frase?)
Todo se bambolea y se dispersa en ese carrusel de borrachos, todo se constriñe y se expande, se difumina, se absorta, se envenena...
La narrativa enseñorea su presencia entre otras presencias y las presentaciones, entre los deslices y los improperios, la burla , el alcohol y la inconsciencia. ¡Hay que llegar de tan lejos!, ¡hay que viajar desde dentro para sonreír hacia!
Y elucubrar, pensar, hilvanar situaciones que compongan un traje duradero (por lo menos hasta el amanecer) y les vistan las vergüenzas expuestas detrás de las barras (Señorita: otra ronda, por favor!)
Campos y campos de vides mueren entre las manos, se diluyen a través de pequeñas cascadas indefinidas que desembocan en macetas y parterres, fermentan en silos de vísceras que metabolizan sus esencias, sus ebrios designios.
La noche ha muerto y la vela la madrugada.
El sol será el encargado de incinerarlas."

         El aire sucio contiene una cierta magia romántica.
                                                   Robert Walser

jueves, junio 07, 2012

Improvisaciones en un diario

Pasado.


Se propone un juego de palabras que abarque todas las insatisfacciones. Reta a sus sueños a una redacción imposible acerca de un concepto que habitaba en el libro de autoayuda que alguien le prestó hace tiempo.
¡Qué curioso!: coloca, sin avisar, un pequeño prefacio y una parrafada ya escrita junto a un poema de un libro inacabado.
 Y no da más explicaciones a las características de ese imbécil sentimental, porque no las hay. En realidad no hay nada salvo una fachada cínica que no conduce a sitio alguno pero que vale perfectamente para sobrevivir.
Es todo.
            Sabe de su pobre bagaje para las cosas infinitas, de su actuación cotidiana para subsistir, para no mostrar tanta mansedumbre, tanta cobardía.
Sabe de mundos irreales que nunca serán habitados por él, por sus ilusiones, por la minúscula partícula que mueve la parte oculta del corazón.
Sabe que la amargura mancha.
            Por eso, por tantas cosas que el tiempo le ha robado, por tantas citas perdidas y tantas palabras encontradas, es un imbécil sentimental.
Por necesidad. Sí: necesidad de oír lo que siempre quisiera oír y nunca escucha.
Por terminar, aunque sólo sea este pequeño prólogo, con las palabras que le debe.
Por todo.

Soledad...Yo no creo como ellos creen, no vivo como ellos viven, no amo como ellos aman...Moriré como ellos mueren.
              Marguerite Yourcenar


jueves, mayo 31, 2012

Improvisaciones en un diario

Pasado.


         Los pasillos del hospital son interminables. En ocasiones, cree que es un personaje de una película de Amenábar. Ni un ruido en el entorno salvo el eco de sus pasos resonando sobre las losetas.
        Decenas de puertas cerradas o entornadas, tan vacías como el ánimo de las almas que las traspasan.
        Es deprimente la visión de un hospital, el olor, la sustancia de su esencia, el dolor que traspasa sus paredes, las ilusiones perdidas de los enfermos terminales, de los peregrinos ocasionales que caminan por sus entrañas, como va él caminando, deambulando como un espíritu ausente por las veredas de los camposantos.
         Con la mirada errante y el cansancio cosido a la piel llega al rellano de los ascensores, donde seis fauces corredizas encierran cuerpos metálicos que suben y bajan entre los límites del cielo y la tierra
          Planta quinta, habitación quinientos treinta y dos.
          Los celadores le observan, indiferentes, mientras susurran con sus guantes embutidos, dispuestos a sujetar los cuerpos inertes que reposan en el área de neurología.

                       “La muerte tiene una mirada para todos.
                         Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
                         Será como abandonar un vicio,
                         como ver que emerge de nuevo
                         un rostro muerto en el espejo,
                        como escuchar un labio cerrado.
                        Descenderemos al remolino, mudos.” ../..
                                               Cesare Pavese



martes, mayo 22, 2012

Grandes letras ajenas: Antonio Cubelos Marqués

(latente)

Cuál será el desenlace
al fluir de la noche,

dónde lo intrincado
de este miedo, la suma
de casualidades,

todo lo que se pierde
sin tregua, los planes no cumplidos
de la aurora

(recuerdo todavía lo violento
de una brizna de vida).

            De La mitad de la luz, Editorial Vitruvio 2009

martes, mayo 15, 2012

Letras propias: Perfil de debutantes

PERFIL DE DEBUTANTES

Al principio se confundían la guitarra y el piano.
Más tarde, la percusión golpeaba en las caderas
y en las manos que las sujetaban.

       (Entonces fue cuando se descubrió la metamorfosis humana)

Se bailaba junto a rostros borrosos, anónimos:
un suspiro al cuello cercano, unos dedos furtivos
tecleando el saxo y un mantener, en volandas,
los hilos del alcohol que amarraban besos en desequilibrio.

Los pasos de la adolescencia acabaron apagándose
en el medio del desaire, se perdieron en el futuro.

      (Entonces empezamos a pensar que cada día,
       como todo lo cotidiano,
       acabaría muriendo)

Y nos hicimos noche.

                   De Cuadros sin colgar

domingo, mayo 06, 2012

Letras ajenas. José Luis Piquero

FOTOGRAFÍA

Me estás robando el alma mientras me haces la foto
y con cada disparo fabricas un cadáver.
¿Dónde estará mi tiempo
y mi respiración y la constancia
con que miro las cosas si miro a un asesino?
Posar para una foto es simular la vida
y la casualidad.

Quien esté en ese papel no seré yo
sino mi fingimiento y tu versión de los hechos.

Tú eres bueno en tu oficio.
Yo engaño al Cíclope y me llamo Nadie.

                              De El fin de semana perdido (DVD Ediciones, 2009)

martes, abril 24, 2012

Letras propias: Amor de alquiler

                     Amor de alquiler


Dejarse ir permutando
tu inquebrantable designio.

Sonreír.

Evanescerse
como un nudo de sílabas
desglosándose en acertijos.

Disfrutar
de tu cuerpo transparente
con promesas irrenunciables.

Ser
un amante barato y clandestino.

               De Rastros perdidos

martes, abril 17, 2012

Grandes letras ajenas. Francisco Brines

LA DIMISIÓN DEL TESTIGO

  Y cómo he madurado. Bajo esta luz ya muerta
soy el otoño. Hay una luz, que es frío,
                                                            negra, negro.

   Aguardaban mis ojos aquí que el cielo fuera brasa
y siempre aparecían los astros, puros, vivos,
en el mismo lugar (y antes que el hombre fuera
y que fuese la flor y el ave),
con la exacta hermosura de lo eterno nacido.
Nada importaba entonces pasar.
La luz permanecía y era eterna.
La juventud del mundo, su gozoso latido,
daba en sí testimonio de mi vida.
 ¿Quién podría apagar las llamas de mis ojos?
Destellaba el vivir,
y yo testimoniaba la existencia.

   Ahora miro ese cielo
y veo que su luz también ha envejecido.
Los astros no eran jovenes. Ni eternos.
Y no he testificado, con mi vivir,
ninguna permanencia.

   El espíritu negro me dará su cobijo,
y el espíritu blanco, naciendo de él, conocerá la esencia de la
   Luz,
su Inexistencia.

                                    De La última costa (1995)

lunes, abril 09, 2012

Grandes letras ajenas: Rafael Espejo

AMOUR FOU

Apaguemos la vela y en silencio
hagamos el amor palpando sombras.
Que crujan de placer nuestros desnudos.

Que las ondas de aliento entrecortado
te rosen el fulgor de los pezones.
Bebamos de esta miel la noche toda.

Luego me marcharé sin despertarte:
me dejaré ningún beso dormido
sobre tus labios blandos y entreabiertos.

Y olvidaré las calles que desande,
por si vuelve a surgirnos la ocasión
de querernos como desconocidos.

         Rafael Espejo, El vino de los amantes

lunes, abril 02, 2012

Improvisaciones en un diario

Pasado.

Un breve respiro.
Un instante retardado para sujetar la brida inquieta que marca las mejillas.
Un fuego herido por granizo.
Un dolor ajado que viaje desde una esquina al límite de lo impertinente.
Un reposo.
El vacío bisiesto del calendario.
Los días sin susurros.
Los labios mordisqueados y las muelas rotas.

Las citas aceptadas en verde, los cafés numerados, las órdenes absurdas, los números imposibles, la huelga de pulgares, la pata rota de la cama antes de llegar a meta, el sol en un jardín burgués (¿qué fue de la lucha?), las noticias repetidas, las nuevas voces, el ego miserable que ansía la fama, los sacerdotes del presente y sus discípulos del futuro, la nausea de lo escrito, el dolor de lo versado...

Tantos compañeros en el destierro!!

(“Lo demás, lo que verdaderamente importa, usted lo sabe: amo más que nunca la poesía como creación extrema del hombre, me siento como siempre un aprendiz, sé que he escrito algo relativamente diferente, no me interesan el éxito literario ni la fortuna ni tampoco la farándula "socio-literaria", busco lo abierto”.

Extracto de una carta de Roberto Juarroz a W.S. Merwin, traductor de su obra al inglés. Incluida como epílogo a Décimocuarta Poesía Vertical. Fragmentos Verticales, Emecé, Buenos Aires, 1997.)


martes, marzo 20, 2012

Improvisaciones en un diario

Pasado.

Él piensa que nos acostumbramos a las presencias, a los guiños rutinarios, a las imágenes lentas de nuestros actos, a la melancolía inconclusa de las voces que amamos, a su olor y su desaire, a los cuartos de las horas y a los otros donde lloramos.

Cree, firmemente, que nos acostumbramos a los amigos, al recuerdo incandescente de la niñez y sus veranos, a la bonhomía de la desesperación descalza, al desierto y su sed de almas, al descubrimiento que alguien hace del buen cinismo.

Y sólo dejamos esa costumbre, dice, cuando la vieja del reflejo oscuro reclama algo.
Entonces es cuando hacemos poesía de lo pasado, elegía de la ausencia, canto de los rescoldos, trazos de lo invisible.
Porque la muerte prende todo y da nada. Si la sigues, algo tuyo acuna bajo el brazo en el último robo. Si la vives, algún jirón de la pena mostrará como conquistado escapulario, como trofeo irredento de su sinsentido.

En el día primero del resto de los días.
Cuando todo sea recuerdo.

              La angustia es esa nada
              que de pronto florece
              en la oquedad.
                      Chantal Maillard de Hilos


domingo, marzo 11, 2012

Grandes letras ajenas: Francisco Caro

FUGAZ LA URBE

En la débil mañana,
justo al momento
de atravesar la calle

ha mirado a la gente,
el hambre de los pasos
con que adelantan

el arroyo aliviado,
melancólico y turbio,
de los escaparates

ocupando la acera,
ha sentido el rumor
de las cervecerías

la cotidianeidad
indulgente y hermosa
de Madrid violento.

Sabe que todo, todo,
permanece en su sitio.
Él es la ausencia.

            De Paisaje (en tercera persona)

domingo, marzo 04, 2012

Improvisaciones en un diario

Pasado.

El viento ha llevado las palabras entre las rendijas de los dedos. Desaparece como arena infantil sin castillos derruídos, sin agua cimentada, sin horizonte.
Alguien escribe acerca del solipsismo y del parnasianismo. La última copa certifica los conceptos y algo más. Alguien certifica la escritura detrás de las copas, por encima de las sábanas, cabalgando el unicornio de la dualidad unitaria (dos que fueron uno, diría más tarde)
Marlowe no existe. Ni su materia de la que estaban hechos los sueños. Pero esos instantes retumban en la soledad de la madrugada de esta ciudad vacía donde todos duermen y pocos sueñan, en las copas de los árboles que vigilan los cementerios cercanos, en los aleros sin gárgolas y en los nidos sin pájaros.
Al final de la recta, el recuerdo de una voz y un gemido.
Después, la negrura del presente y un nuevo piercing en la sístole inmediata.

martes, febrero 28, 2012

Letras propias / Epigrama sin malicia


EPIGRAMA SIN MALICIA

Ahora que tengo cinco
minutos para pensar
- qué molesto es
tomar decisiones –
voy a apartarme de mí
para no contaminarte.

                De Rastros perdidos

lunes, febrero 20, 2012

Improvisaciones en un diario

Pasado.


Otra maldita tarde lluviosa. Sea la hora que sea y se prevea lo que se prevea, el dios climatológico juega a los bolos con las nubes, y los truenos prologan la cortina de agua que le hace asemejarse a un garbanzo dispuesto para un cocido madrileño. Montado en su motocicleta el aguacero es el riachuelo de los monótonos días que fluyen sin prisa por las acequias de su existencia.
            La imaginaria radio de la moto emite algo de Aute. Apunta la vista a la calzada, con las rayas del asfalto emitiendo unos signos en morse -SOS, SOS,SOS-  reclamando ayuda a los barcos de ruedas más cercanos. Son cerca de las diez de la noche (¡todos los días son las diez de la noche!) y Gene Kelly sería feliz bajo este cielo oscuro que vomita la bilis del empacho: “I´m singing in the rain….”

                              La vida...es acordarse de un despertar
                              triste en un tren, al alba: haber visto
                              fuera la incierta luz: haber sentido
                              en el cuerpo cansado la melancolía
                              áspera y virgen del aire punzante.  ../..
                                                   Sandro Penna

lunes, febrero 06, 2012

Letras propias / Fundido en negro

Presente

Fundido en negro

No dejes que me marche esta noche
mientras lo remoto espera en el horizonte
con la venganza de sus agujas sobre el paraíso.

Deja que la inconsciencia dilate los reflejos,
que la tersura esclavizada imponga sus estrellas
y que las sombras firmes se afanen en lo fugitivo.

No habrá más recuerdo que el regreso,
las palabras del ocio, las apariencias
de las voces reclinadas, los arrepentimientos

invisibles de las conversaciones irónicas.
Deja que sea el intruso ciegamente
silencioso, el amante propuesto

que no perturba las entrañas ni aúlla
en los arrebatos majestuosos
de estas secuencias de vida perdidas.

Entonces seré el cuerpo del instinto,
el fotograma carente de trama,
la queja congelada de un pecado.

Un guión bajo la hierba y la muerte
arrojado sobre un estercolero
de amor, sobre una sombra en blanco y negro.

                   De Cuadros sin colgar

domingo, enero 29, 2012

Cuando la noche calló sobre Lisboa / Paco Moral

Presente.

Nunca defrauda.
Cuando uno quiere leer buena poesía no hay más que dirigirse a algunos nombres determinados. Paco Moral es uno de ellos.
He esperado unos días para reseñar este excelente libro, nacido desde el nuevo proyecto en el que se ha embarcado Rafael González Serrano y que se llama Editorial Celesta, para poder leer y releer todos y cada uno de sus poemas.
Dividido en tres partes (El niño junto al río, Esbozos orientales y La terquedad de la memoria) la unidad se mantiene en boca de un viajero (nuestro propio autor) en la soledad de un viaje por Lisboa.
Paco Moral es una excelente persona y un excelente poeta: comprometido con y por sus ideas y sentimientos, pocas personas más íntegras (en esos sentimientos y en poesía) he podico encontrar. Cuando la noche calló sobre Lisboa (no es uan errata ese calló) es una joya que ya era hora que viera la luz (gracias, Rafa!) porque siempre se agradece la poesía auténtica y sin maquillaje (en estos tiempos de certidumbres, incertidumbres y demás estupideces) que nace de un lenguaje llano, directo y sencillo que hace las veces de traje donde nos embutimos todos, tal es la capacidad mimética del sujeto poético.

Lo mejor que se puede hacer: comprar el libro y disfrutarlo. El resto: será historia y otra pedazo de obra del Sr. Moral.

Gracias, Paco, por tu exquisito libro.

                                     I

Cuando la noche calló sobre Lisboa
las gaviotas del Tajo
cruzaron mustias el puente que separa
la verdad y la vida,
la pereza y la nada,
el silencio y las sombras,
y fueron lentamente a posarse en el muelle
junto a un ferry cansino
vacío ya por dentro de muertos con maleta,
de espíritus sin alma,
de dioses del crepúsculo,
de cuerpos oxidados.

domingo, enero 22, 2012

Alejandro Céspedes: crítica en El Cultural

Presente.


Conseguir escribir buena poesía es difícil.
Conseguir publicar esa buena poesía en una editorial con prestigio sin que sea autoedición, es muy difícil.
Conseguir que la crítica nacional mencione esa buena poesía sin el aval de un premio o una ayudita amigable es casi imposible.
Conseguir que todo lo anterior sea posible con un libro no publicado convencionalmente (a través de editorial) es como que te toque el Euromillón jugando dos apuestas.
Pues bien: Alejandro Céspedes ha conseguido que su último libro (Topología de una página en blanco), no editado por editorial alguna, trabajado hasta la extenuación y colgado de su página web para su descarga gratuita (http://www.alejandrocespedes.com/obra-publicada/topología-de-una-página-en-blanco/) sea reseñado a toda página en El Cultural de El Mundo el pasado viernes. Con una crítica, por cierto, tremendamente favorable y acertada (esto último es opinión personal, por supuesto).

Os adjunto el enlace por si queréis leerlo ( http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/30375/Topologia_de_una_pagina_en_blanco)

De vez en cuando, aunque sólo sea de vez en cuando, el trabajo bien hecho tiene su recompensa. Y os aseguro que este libro (lo sé, lo sé) tiene muchísimo trabajo, aparte de inspiración.

¡Enhorabuena, amigo!




viernes, enero 13, 2012

Presentación Paco Moral

Presente.

El próximo martes día 17, a las 20.00 horas en el Café Comercial (Gta. Bilbao) presentará su nuevo libro mi querido Paco Moral.
Cuando la noche calló sobre Lisboa verá la luz en la Editorial Celeste de la mano de Rafael González Serrano, Rafael Soler y el autor.

Ya queda menos!

lunes, enero 09, 2012

Grandes letras ajenas: Javier Salvago

Hoy estarás casada...

Hoy estarás casada, serás madre y esposa,
y puede que un amante hasta te ofrezca rosas.

Pero yo sé que alguna noche habrás sonreído
recordando aquel cuarto que nos hizo más íntimos.

Al final, casi siempre, del amor sólo quedan
postales, que el olvido retoca a su manera.