Presente.
Dentro de este breve paréntesis de la Navidad, un poema para no perder la costumbre de acudir a este mi espacio: no hay que dejar que la ausencia empolve los enseres que habitamos.
¡Feliz descanso a todos!
No se porqué tengo
la sensación de que me observas. Ahora
que tu recuerdo es vago y duerme
bajo los soportales de la ausencia,
todo diferido,
intento explicar los compases de esta danza.
Soy un bailarín de alquiler
esperando que alguien me contrate.
(De Un tiempo de adiós)
lunes, diciembre 28, 2009
lunes, diciembre 21, 2009
Presente.
Y después de estos días vendrán más
días oscuros. Tinajas enmohecidas donde
mendigar habitualmente.
Pozos y desvanes ciegos.
Vendrán emponzoñados,
plagados de miedo y gangrena,
alimentando lo cotidiano
sobre el piano sin teclas del recuerdo.
No los mires. No dejes
que sus ojos penetren en tu carne
rajando la textura de tus sueños
olvidados.
Si llegan, anunciándose
a los cirros reposados en el horizonte,
ofréceles una rendición sin condiciones,
un viento carmesí, un crisantemo ajado.
Si llegan
-que llegarán-
mantén en pie las palabras de los rincones,
los gestos lejanos, los muros de las ciudades vividas.
Porque esos días que habitan futuro
ya han existido en el prefacio
de la desolación, en la despedida del tiempo
acotado. Cuando la nieve arropaba
nuestras piernas en el terco camino de la felicidad.
En aquel remoto invierno
sin recelo.
Y después de estos días vendrán más
días oscuros. Tinajas enmohecidas donde
mendigar habitualmente.
Pozos y desvanes ciegos.
Vendrán emponzoñados,
plagados de miedo y gangrena,
alimentando lo cotidiano
sobre el piano sin teclas del recuerdo.
No los mires. No dejes
que sus ojos penetren en tu carne
rajando la textura de tus sueños
olvidados.
Si llegan, anunciándose
a los cirros reposados en el horizonte,
ofréceles una rendición sin condiciones,
un viento carmesí, un crisantemo ajado.
Si llegan
-que llegarán-
mantén en pie las palabras de los rincones,
los gestos lejanos, los muros de las ciudades vividas.
Porque esos días que habitan futuro
ya han existido en el prefacio
de la desolación, en la despedida del tiempo
acotado. Cuando la nieve arropaba
nuestras piernas en el terco camino de la felicidad.
En aquel remoto invierno
sin recelo.
jueves, diciembre 17, 2009
Presente.
En dos palabras: ¡Im-presionante!
Porque la (re)presentación, ayer, de Flores en la cuneta fue original, descarnada, vital, efectista...pocos adjetivos nos quedarían para describir la puesta en escena que Alejandro Céspedes hizo de su libro. Envuelto en la atmósfera de un salón de actos repleto, Alejandro difuminó sus páginas en un recital escénico que nos dejó boquiabiertos.
Pudimos, después, disfrutar de una charla y unas copas entre amigos. Entre otros: Paco Caro, Julio Más, Jordi Doce, Bárbara Butragueño, Federico Leal, Alberto Infante, Julio Santiago, Almudena Guzmán, Antonio Daganzo...
Después, la noche se perdió entre gélidas resonancias de calles vacías y respiraciones de neblina, risas cómplices y besos de certeza.
Hasta la próxima.
En dos palabras: ¡Im-presionante!
Porque la (re)presentación, ayer, de Flores en la cuneta fue original, descarnada, vital, efectista...pocos adjetivos nos quedarían para describir la puesta en escena que Alejandro Céspedes hizo de su libro. Envuelto en la atmósfera de un salón de actos repleto, Alejandro difuminó sus páginas en un recital escénico que nos dejó boquiabiertos.
Pudimos, después, disfrutar de una charla y unas copas entre amigos. Entre otros: Paco Caro, Julio Más, Jordi Doce, Bárbara Butragueño, Federico Leal, Alberto Infante, Julio Santiago, Almudena Guzmán, Antonio Daganzo...
Después, la noche se perdió entre gélidas resonancias de calles vacías y respiraciones de neblina, risas cómplices y besos de certeza.
Hasta la próxima.
lunes, diciembre 14, 2009
Presente.
Pues el día ha llegado. Y será el próximo miércoles día 16 a las 20.00 horas en la Delegación del Principado de Asturias (c/ Santa Cruz de Marcenado nº 2, esquina San Bernardo). Allí se presentará el último Premio Jaén de Poesía: Flores en la cuneta, de Alejandro Céspedes se vestirá de largo ante todo el que quiera acercarse a degustarlo. Participarán en el acto Jesús Munarriz, Fernanda Orazi, Graciela Baquero, Sergio Torrico, Óscar Martín Centeno, Analía Scarano, Adolfo Simón y el autor.
Conociendo los montajes de Alejandro la sesión promete ser intensa e inmensa (igual que el libro, por supuesto) Y una última advertencia a los que leáis Flores en la cuneta: no perderse el mágnifico epílogo que ha elaborado Julio Más Alcaraz sobre la obra de Alejandro Céspedes. Cultura en mayúsculas.
Allí estaremos.
Pues el día ha llegado. Y será el próximo miércoles día 16 a las 20.00 horas en la Delegación del Principado de Asturias (c/ Santa Cruz de Marcenado nº 2, esquina San Bernardo). Allí se presentará el último Premio Jaén de Poesía: Flores en la cuneta, de Alejandro Céspedes se vestirá de largo ante todo el que quiera acercarse a degustarlo. Participarán en el acto Jesús Munarriz, Fernanda Orazi, Graciela Baquero, Sergio Torrico, Óscar Martín Centeno, Analía Scarano, Adolfo Simón y el autor.
Conociendo los montajes de Alejandro la sesión promete ser intensa e inmensa (igual que el libro, por supuesto) Y una última advertencia a los que leáis Flores en la cuneta: no perderse el mágnifico epílogo que ha elaborado Julio Más Alcaraz sobre la obra de Alejandro Céspedes. Cultura en mayúsculas.
Allí estaremos.
viernes, diciembre 11, 2009
Pasado.
18.00 horas. Un momento memorable para recordar a San Nicodemo de Tiatira, patrón de los calvos. En breves instantes un mensaje volará por las ondas invisibles que conviven en nuestro entorno. Destino: unos pensamientos oscuros.
.../...Que importa que la vida
nos derrote en apenas
treinta y cinco segundos."
Rodolfo Serrano
No sabe si estar disponible para repetir más esas frases. Ni siquiera para morder un pequeño bocado de angustia. Se niega a correr, a rodar calle abajo tras el rastro de un momento de gloria negado anteriormente, a girar rocambolescamente entre escorzos de dolor y calambres mentales, a perseguir un bucle de nicotina que fantasmea sobre los andamios: ¡siempre el miedo a que las cosas no vuelvan a existir!
La gente, el hacinamiento, puede ayudar. Un saludo, dos pisotones, tres juramentos y un número infinito de ideas absurdas hacen del circuito urbano la competición más fiera, el tour de las dificultades. “En noches como ésta yo también la quise” le confiesa Neruda al oído. Y le mira de refilón para que asienta con su cabeza y brinden por todo aquello que no está, por todo aquello que se ha ido y que no sabe si llegará a descansar en el fondo del río de su vida o se marcará en su alma con el hierro candente de la cobardía.
..”y yo no quería tal vez que esto que está pasando hubiera
pasado nunca.”
Almudena Guzmán
18.00 horas. Un momento memorable para recordar a San Nicodemo de Tiatira, patrón de los calvos. En breves instantes un mensaje volará por las ondas invisibles que conviven en nuestro entorno. Destino: unos pensamientos oscuros.
.../...Que importa que la vida
nos derrote en apenas
treinta y cinco segundos."
Rodolfo Serrano
No sabe si estar disponible para repetir más esas frases. Ni siquiera para morder un pequeño bocado de angustia. Se niega a correr, a rodar calle abajo tras el rastro de un momento de gloria negado anteriormente, a girar rocambolescamente entre escorzos de dolor y calambres mentales, a perseguir un bucle de nicotina que fantasmea sobre los andamios: ¡siempre el miedo a que las cosas no vuelvan a existir!
La gente, el hacinamiento, puede ayudar. Un saludo, dos pisotones, tres juramentos y un número infinito de ideas absurdas hacen del circuito urbano la competición más fiera, el tour de las dificultades. “En noches como ésta yo también la quise” le confiesa Neruda al oído. Y le mira de refilón para que asienta con su cabeza y brinden por todo aquello que no está, por todo aquello que se ha ido y que no sabe si llegará a descansar en el fondo del río de su vida o se marcará en su alma con el hierro candente de la cobardía.
..”y yo no quería tal vez que esto que está pasando hubiera
pasado nunca.”
Almudena Guzmán
miércoles, diciembre 09, 2009
Presente.
../..En ocasiones,
la tierra sedienta huele a llanto.
Alejandro Fernández Osorio
Hay días en los que, aún, me pregunto porqué escribo. Es una pregunta absurda y sin respuesta pero la enuncio con la inconsciencia de la ignorancia.
No se qué fuerza revoltosa me hace creer en mis palabras (aunque creo que no creo) cuando todo lo que se mueve en este mundillo es ilusorio, egocéntrico y desmoralizante. Libros, premios, actos, blogs, ciertos escritores...lo que rodea a la poesía se asienta sobre pilares de cristal: todos esperamos publicar un libro, ganar un premio importante, asistir al mayor número de actos para ver y ser vistos, tener el blog más leído, escribir el poema más sublime que se haya escrito, ver nuestro nombre bajo el título de alguna poesía (¿dedicatoria o agradecimiento?) o pensar que valemos para algo más que para hacer bulto en el gallinero de este teatro y esperar una recompensa que, pocas veces, llega tal y como la soñamos.
Y no ocurre nada. Nunca ocurre nada (será que no lo merecemos). O le ocurre a otros.
Pero de todo se va aprendiendo. De todo. Y, aunque los pequeños rayos de luz de nuevos días vuelvan a iluminarnos, ocasionalmente, y hagan desaparecer las densas tinieblas, hay otros amaneceres en los que, aún, me pregunto porqué escribo, continuamente, la palabra desengaño.
P.D. a mi querida Isabel (que lee este espacio de vez en cuando): asocia siempre lo que leas al encabezamiento de la entrada (Presente/Pasado) y no olvides que esto es sólo literatura barata con pocas pretensiones. Quizás un desahogo.
../..En ocasiones,
la tierra sedienta huele a llanto.
Alejandro Fernández Osorio
Hay días en los que, aún, me pregunto porqué escribo. Es una pregunta absurda y sin respuesta pero la enuncio con la inconsciencia de la ignorancia.
No se qué fuerza revoltosa me hace creer en mis palabras (aunque creo que no creo) cuando todo lo que se mueve en este mundillo es ilusorio, egocéntrico y desmoralizante. Libros, premios, actos, blogs, ciertos escritores...lo que rodea a la poesía se asienta sobre pilares de cristal: todos esperamos publicar un libro, ganar un premio importante, asistir al mayor número de actos para ver y ser vistos, tener el blog más leído, escribir el poema más sublime que se haya escrito, ver nuestro nombre bajo el título de alguna poesía (¿dedicatoria o agradecimiento?) o pensar que valemos para algo más que para hacer bulto en el gallinero de este teatro y esperar una recompensa que, pocas veces, llega tal y como la soñamos.
Y no ocurre nada. Nunca ocurre nada (será que no lo merecemos). O le ocurre a otros.
Pero de todo se va aprendiendo. De todo. Y, aunque los pequeños rayos de luz de nuevos días vuelvan a iluminarnos, ocasionalmente, y hagan desaparecer las densas tinieblas, hay otros amaneceres en los que, aún, me pregunto porqué escribo, continuamente, la palabra desengaño.
P.D. a mi querida Isabel (que lee este espacio de vez en cuando): asocia siempre lo que leas al encabezamiento de la entrada (Presente/Pasado) y no olvides que esto es sólo literatura barata con pocas pretensiones. Quizás un desahogo.
jueves, diciembre 03, 2009
Pasado.
“Aséptico: relativo a la asepsia. Libre de gérmenes infecciosos”
Definición Diccionario Larousse
Dudaba el calificativo que podría dar a su escritura de vez en cuando, pero nunca se le ocurrió el anterior adjetivo. Viendo la definición es posible que sus últimas parrafadas pudieran parecer asépticas; es posible que en ese momento no quisiera haber contagiado los renglones que envió con cierto virus de demencia o desasosiego (palabra muy socorrida cuando no se quiere utilizar “desesperanza”) para no lastrar con más kilos el momento pesado que soportan las espaldas de las mujeres con pestañas rebeldes.
Lastrar, lastrar…es un verbo explícito con el que se puede sudar sólo de pensarlo: hay días en los que la cabeza se hace plomo, el corazón granito y se puede sentir que se está en todos sitios excepto en donde debería estar. Racionalmente es una consecuencia respecto a un hecho; sentimentalmente es un ramalazo de locura; para él, personalmente, es un no saber qué hacer cuando algo falta en este desquicie cotidiano.
“Ya que mi sueño te encontró tendida
y los pájaros volaban en el alfoz de tu frente,
no te detengas nunca, nunca mires
lo que quedó atrás, mucho más lejos.”.../..
José Félix Olalla
“Aséptico: relativo a la asepsia. Libre de gérmenes infecciosos”
Definición Diccionario Larousse
Dudaba el calificativo que podría dar a su escritura de vez en cuando, pero nunca se le ocurrió el anterior adjetivo. Viendo la definición es posible que sus últimas parrafadas pudieran parecer asépticas; es posible que en ese momento no quisiera haber contagiado los renglones que envió con cierto virus de demencia o desasosiego (palabra muy socorrida cuando no se quiere utilizar “desesperanza”) para no lastrar con más kilos el momento pesado que soportan las espaldas de las mujeres con pestañas rebeldes.
Lastrar, lastrar…es un verbo explícito con el que se puede sudar sólo de pensarlo: hay días en los que la cabeza se hace plomo, el corazón granito y se puede sentir que se está en todos sitios excepto en donde debería estar. Racionalmente es una consecuencia respecto a un hecho; sentimentalmente es un ramalazo de locura; para él, personalmente, es un no saber qué hacer cuando algo falta en este desquicie cotidiano.
“Ya que mi sueño te encontró tendida
y los pájaros volaban en el alfoz de tu frente,
no te detengas nunca, nunca mires
lo que quedó atrás, mucho más lejos.”.../..
José Félix Olalla
lunes, noviembre 30, 2009
Presente.
Demasiado tiempo sin escribir. Y es que Mario ha aparecido por sorpresa y empieza a llenar un montón de horas. En estos principios, todo cuidado es poco y el sueño pasa a mejor vida cuando hay que guardar una rutina alimentaria.
Por lo demás..un montón de agradecimientos a todos vosotros (ya sabéis quienes sois, amigos) que nos habéis acompañado durante estos días recién nacidos.
Probablemente, dentro de poco, Mario os pueda besar personalmente.
Demasiado tiempo sin escribir. Y es que Mario ha aparecido por sorpresa y empieza a llenar un montón de horas. En estos principios, todo cuidado es poco y el sueño pasa a mejor vida cuando hay que guardar una rutina alimentaria.
Por lo demás..un montón de agradecimientos a todos vosotros (ya sabéis quienes sois, amigos) que nos habéis acompañado durante estos días recién nacidos.
Probablemente, dentro de poco, Mario os pueda besar personalmente.
viernes, noviembre 20, 2009
Pasado.
Basta aceptar un hecho para creer una verdad. Basta una demostración real para asumir un hecho. La rueda del destino gira en el sentido predefinido y no hay galones suficientes para ordenar un cambio de engranajes. Los hechos se muestran desnudos veinticuatro horas al día y ninguna mano torpe va a tiznar sus cálidas mejillas con absurdas intrascendencias: no se puede estirar de un círculo al que no se le pueden sujetar los extremos. Todo tiene su orden, su estatus, y no es tiempo de agarrar lo imposible por las orejas para castigarlo contra la pared por no haber hecho los deberes.
El futuro no tiene la culpa del presente y bastante recompensa suponen unos recuerdos enraizados o unos regueros de felicidad en la comisura de los años: todo pleno, todo sucedido, todo descolocado.
../.."Donde sonó una risa queda un hueco,
un coágulo de nada, una lejana
polvareda que fue,
que ya no está, pero que sigue hablando,
diciendo al alma que, en alguna parte,
algo cruzó al galope y se ha perdido."
Rafael Guillén
Basta aceptar un hecho para creer una verdad. Basta una demostración real para asumir un hecho. La rueda del destino gira en el sentido predefinido y no hay galones suficientes para ordenar un cambio de engranajes. Los hechos se muestran desnudos veinticuatro horas al día y ninguna mano torpe va a tiznar sus cálidas mejillas con absurdas intrascendencias: no se puede estirar de un círculo al que no se le pueden sujetar los extremos. Todo tiene su orden, su estatus, y no es tiempo de agarrar lo imposible por las orejas para castigarlo contra la pared por no haber hecho los deberes.
El futuro no tiene la culpa del presente y bastante recompensa suponen unos recuerdos enraizados o unos regueros de felicidad en la comisura de los años: todo pleno, todo sucedido, todo descolocado.
../.."Donde sonó una risa queda un hueco,
un coágulo de nada, una lejana
polvareda que fue,
que ya no está, pero que sigue hablando,
diciendo al alma que, en alguna parte,
algo cruzó al galope y se ha perdido."
Rafael Guillén
lunes, noviembre 16, 2009
Pasado.
“Uno se cree que los mató
el tiempo y la ausencia,
pero su tren vendió boleto de ida y vuelta.
Son aquellas pequeñas cosas
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón, en un papel o en un cajón.”.../..
Joan Manuel Serrat
Uno se cree que el corazón se ha dormido. En un sueño profundo y anestésico del que no se puede recuperar y para el que no existe cura: una narcolepsia crónica e irreversible. Piensa que aquellos sentimientos o aquellas sensaciones olvidadas en los años, y para las que no había defensa, nunca habrían de volver. El ser humano rara vez se rebela contra las pautas socialmente aceptadas y eso incluye la sensación opiácea que denota la madurez. Se cree, uno mismo, que no volverán las risas de las tonterías en pequeñas conversaciones vacuas, que nunca más latirán las sienes con el pedaleo del rubor cercano, que las expresiones típicas de amor permanecerán aplastadas bajo miles de legajos andrajosos, que el rictus de la mirada será incapaz de acabar con las añejas patas de gallo, que el tacto no siente o que la noche no sirve para otra cosa que no sea dormir o pasear.
Uno se cree que ha vivido bastante. Que, como broma, estas décadas no han estado mal (pero que va siendo tiempo de replegar velas, ahuecar el ala y dejar campo libre a nuevas generaciones de desarraigados), que el vaso rebosa y no apetece mancharse, que todo está visto, oído y asimilado y sólo se desea acabar lo antes posible, que el escenario va oscureciéndose y el patio de butacas luce vacío para una función a la que le queda un acto postrero.
Y hace lo imposible por echarse la realidad a la espalda, ser barco en travesía y errar, como siempre, entre renglones de alcohol y vasos de escritura. Saltar en marcha del carrusel de fotografías que le señalan con el dedo cuando le dicen que son espejos, telarañas destejidas, ramas desnudas, aviones sin motores, cuerpos sin alma. Hace lo imposible por no decir tantas cosas que dice (y no debería) hasta una respuesta inexistente, por convencer y convencerse que las palabras no duelen y sólo duelen los hechos (y, aún éstos, tienen perdones), por imaginar tantas situaciones deseadas o por dormir en el dosel de la madrugada.
“Uno se cree que los mató
el tiempo y la ausencia,
pero su tren vendió boleto de ida y vuelta.
Son aquellas pequeñas cosas
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón, en un papel o en un cajón.”.../..
Joan Manuel Serrat
Uno se cree que el corazón se ha dormido. En un sueño profundo y anestésico del que no se puede recuperar y para el que no existe cura: una narcolepsia crónica e irreversible. Piensa que aquellos sentimientos o aquellas sensaciones olvidadas en los años, y para las que no había defensa, nunca habrían de volver. El ser humano rara vez se rebela contra las pautas socialmente aceptadas y eso incluye la sensación opiácea que denota la madurez. Se cree, uno mismo, que no volverán las risas de las tonterías en pequeñas conversaciones vacuas, que nunca más latirán las sienes con el pedaleo del rubor cercano, que las expresiones típicas de amor permanecerán aplastadas bajo miles de legajos andrajosos, que el rictus de la mirada será incapaz de acabar con las añejas patas de gallo, que el tacto no siente o que la noche no sirve para otra cosa que no sea dormir o pasear.
Uno se cree que ha vivido bastante. Que, como broma, estas décadas no han estado mal (pero que va siendo tiempo de replegar velas, ahuecar el ala y dejar campo libre a nuevas generaciones de desarraigados), que el vaso rebosa y no apetece mancharse, que todo está visto, oído y asimilado y sólo se desea acabar lo antes posible, que el escenario va oscureciéndose y el patio de butacas luce vacío para una función a la que le queda un acto postrero.
Y hace lo imposible por echarse la realidad a la espalda, ser barco en travesía y errar, como siempre, entre renglones de alcohol y vasos de escritura. Saltar en marcha del carrusel de fotografías que le señalan con el dedo cuando le dicen que son espejos, telarañas destejidas, ramas desnudas, aviones sin motores, cuerpos sin alma. Hace lo imposible por no decir tantas cosas que dice (y no debería) hasta una respuesta inexistente, por convencer y convencerse que las palabras no duelen y sólo duelen los hechos (y, aún éstos, tienen perdones), por imaginar tantas situaciones deseadas o por dormir en el dosel de la madrugada.
jueves, noviembre 12, 2009
Presente.
Pues resulta que mañana viernes día 13 de Noviembre, a las 19,30 horas, y en La Casa del Libro de la calle Hermosilla nº 21, se presenta Inevitable voz: el último libro de Milagros Salvador, una poeta de larga trayectoria, verso delicado y mente culta.
Y tengo el placer de hacer la presentación del libro junto a Pablo Méndez, poeta-editor de Vitruvio, junto a todos aquellos que quieran acercarse a degustar un ratito de poesía entre amigos.
Os dejo con uno de los poemas de Inevitable voz
El color de los días
Tienen los días color de enamorado,
un aviso de sombra que amenaza
el paso de las horas,
el miedo envejecido que puso la experiencia
en saber esperar,
y que perdió y no recuerda dónde,
el brillo de los campos,
la figura soñada de cualquier ilusión,
porque el tiempo nos vence en la batalla,
y han enmudecido las campanas de gloria.
Pues resulta que mañana viernes día 13 de Noviembre, a las 19,30 horas, y en La Casa del Libro de la calle Hermosilla nº 21, se presenta Inevitable voz: el último libro de Milagros Salvador, una poeta de larga trayectoria, verso delicado y mente culta.
Y tengo el placer de hacer la presentación del libro junto a Pablo Méndez, poeta-editor de Vitruvio, junto a todos aquellos que quieran acercarse a degustar un ratito de poesía entre amigos.
Os dejo con uno de los poemas de Inevitable voz
El color de los días
Tienen los días color de enamorado,
un aviso de sombra que amenaza
el paso de las horas,
el miedo envejecido que puso la experiencia
en saber esperar,
y que perdió y no recuerda dónde,
el brillo de los campos,
la figura soñada de cualquier ilusión,
porque el tiempo nos vence en la batalla,
y han enmudecido las campanas de gloria.
martes, noviembre 10, 2009
Presente.
¿QUÉ?
El Festival Eñe (el festival de literatura de Madrid)
¿DÓNDE?
En el Círculo de Bellas Artes, calle Marqués de Casa Riera nº 2
¿CUÁNDO?
Los próximos días 13 y 14 de Noviembre (viernes y sábado, respectivamente)
¿PORQUÉ?
Porque habrá más de 60 actividades entre conferencias, conversaciones, mesas redondas, talleres, música, cine y actividades infantiles. Porque, entre otros, estarán: Céspedes, Gamoneda, Pombo, Panero, Llamazares, Silva, Mestre, Bonilla, Madoz y un montón de gente más.
¡Para no perdérselo!
Más información: www.revistaparaleer.com
¿QUÉ?
El Festival Eñe (el festival de literatura de Madrid)
¿DÓNDE?
En el Círculo de Bellas Artes, calle Marqués de Casa Riera nº 2
¿CUÁNDO?
Los próximos días 13 y 14 de Noviembre (viernes y sábado, respectivamente)
¿PORQUÉ?
Porque habrá más de 60 actividades entre conferencias, conversaciones, mesas redondas, talleres, música, cine y actividades infantiles. Porque, entre otros, estarán: Céspedes, Gamoneda, Pombo, Panero, Llamazares, Silva, Mestre, Bonilla, Madoz y un montón de gente más.
¡Para no perdérselo!
Más información: www.revistaparaleer.com
miércoles, noviembre 04, 2009
Pasado.
“Esta noche he tenido un sueño”
Martin Luther King
Las luces de la madrugada calientan el gélido ambiente prenavideño mientras los pasos resuenan sobre las aceras. En las esquinas, cuerpos doblados rinden tributo a los dioses de la desmesura en ritos de vómitos. Los neones contraen y dilatan las pupilas caminantes que embocan las pisadas hacia un final de trayecto misterioso.
Nadie duerme. La fuerza de la euforia firma épicas frases que retumban al eco de los viejos edificios, sobre esas fachadas mortecinas que relumbran al inicio de los crepúsculos y esperan su hora de renacer cuando llegue el rocío de la mañana. A pesar del bullicio, las pisadas tañen como campanadas triunfales de iglesias abandonadas. Se repiten, machaconamente, a ritmo más lento que los pensamientos de las figuras que bajan la cuesta de la calle. Nada existe en el entorno ruidoso excepto la felicidad de la cercanía a un cuerpo conocido.
La noche es noche, pero podría ser mañana radiante de oscura incertidumbre. O quizá nunca. Y todo fuese un sueño que, pedazo a pedazo, se dejase tocar como recompensa a los sentimientos que afloran en la iluminación artificial.
Hoy hay dos gotas que se pierden entre el río de la gente.
…/…”¿Porqué quien ama nunca
busca verdad, sino que busca dicha?
¿Cómo sin la verdad
puede existir la dicha?. He aquí todo.”
Claudio Rodríguez
“Esta noche he tenido un sueño”
Martin Luther King
Las luces de la madrugada calientan el gélido ambiente prenavideño mientras los pasos resuenan sobre las aceras. En las esquinas, cuerpos doblados rinden tributo a los dioses de la desmesura en ritos de vómitos. Los neones contraen y dilatan las pupilas caminantes que embocan las pisadas hacia un final de trayecto misterioso.
Nadie duerme. La fuerza de la euforia firma épicas frases que retumban al eco de los viejos edificios, sobre esas fachadas mortecinas que relumbran al inicio de los crepúsculos y esperan su hora de renacer cuando llegue el rocío de la mañana. A pesar del bullicio, las pisadas tañen como campanadas triunfales de iglesias abandonadas. Se repiten, machaconamente, a ritmo más lento que los pensamientos de las figuras que bajan la cuesta de la calle. Nada existe en el entorno ruidoso excepto la felicidad de la cercanía a un cuerpo conocido.
La noche es noche, pero podría ser mañana radiante de oscura incertidumbre. O quizá nunca. Y todo fuese un sueño que, pedazo a pedazo, se dejase tocar como recompensa a los sentimientos que afloran en la iluminación artificial.
Hoy hay dos gotas que se pierden entre el río de la gente.
…/…”¿Porqué quien ama nunca
busca verdad, sino que busca dicha?
¿Cómo sin la verdad
puede existir la dicha?. He aquí todo.”
Claudio Rodríguez
jueves, octubre 29, 2009
Presente.
Mañana se entrará en el cuadrante 589PT74. El universo, en lugar de encogerse, se agranda por momentos y la infinitud del espacio expande sus tinieblas tras el biombo azul de la atmósfera. Deja detrás de si unas palabras dulces, unos ojos oscuros y un relato en primera persona en un nuevo cuaderno de bitácora (esas intrascendencias crípticas y anacrónicas que saltan por el pensamiento como pulgas al perro)
No puede decir algo más: nada más puede decir que no se haya repetido, machaconamente, en las últimas épocas y sea inadecuado para los oídos tenues receptores de susurros. El agua huele a nenúfares y el aire sabe a distancia con abrazos (esa distancia gigantesca que se acorta con el hilo de las voces) Abrazos castos de sentimientos dormidos en cabellos, con pulcritud y asepsia, con la incógnita de la duda cierta (saber lo que se sabe) vestida de polen etéreo.
Mañana se entrará en el cuadrante de Orión y las estrellas bailarán sobre la proa valses oníricos en corazones aventureros.
Hasta el infinito.
../..”Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti, pensando en ti
como ahora pienso.”
José Agustín Goytisolo
Mañana se entrará en el cuadrante 589PT74. El universo, en lugar de encogerse, se agranda por momentos y la infinitud del espacio expande sus tinieblas tras el biombo azul de la atmósfera. Deja detrás de si unas palabras dulces, unos ojos oscuros y un relato en primera persona en un nuevo cuaderno de bitácora (esas intrascendencias crípticas y anacrónicas que saltan por el pensamiento como pulgas al perro)
No puede decir algo más: nada más puede decir que no se haya repetido, machaconamente, en las últimas épocas y sea inadecuado para los oídos tenues receptores de susurros. El agua huele a nenúfares y el aire sabe a distancia con abrazos (esa distancia gigantesca que se acorta con el hilo de las voces) Abrazos castos de sentimientos dormidos en cabellos, con pulcritud y asepsia, con la incógnita de la duda cierta (saber lo que se sabe) vestida de polen etéreo.
Mañana se entrará en el cuadrante de Orión y las estrellas bailarán sobre la proa valses oníricos en corazones aventureros.
Hasta el infinito.
../..”Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti, pensando en ti
como ahora pienso.”
José Agustín Goytisolo
lunes, octubre 26, 2009
Pasado.
Lamenta ser tan parco en palabras. Jura que se había propuesto escribir un montón de cosas más. Acaso un suspiro de retamas, un manojo de brisas, una brizna de quejidos o unos pedazos de nostalgias. No puede ser: el día ha sido bastante brujo y maldito, traidor y rastrero, mísero y ruin. Y se ha quedado tan vacío como la piel de un globo (tal vez las musas asienten sus traseros en los muelles desvencijados de alguna costa clandestina) y tan hueco como el corazón de las estatuas. Cat Stevens baladea en acordes añejos y la noche se transforma en días de verano y risas en la Sierra de Madrid: otro viaje a ninguna parte. En la lejanía, mundos inalcanzables esperan otros pasos: turistas de la esperanza.
Largo es el tiempo del descanso. Lee a Ángel González:
Cuando tengas dinero regálame un anillo,
cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,
cuando no sepas qué hacer vente conmigo
- pero luego no digas que no sabes lo que haces.
Haces haces de leña en las mañanas
y se te vuelven flores en los brazos.
Yo te sostengo asida por los pétalos,
como te muevas te arrancaré el aroma.
Pero ya te lo dije:
cuando quieras marcharte ésta es la puerta:
se llama Ángel y conduce al llanto.
Lamenta ser tan parco en palabras. Jura que se había propuesto escribir un montón de cosas más. Acaso un suspiro de retamas, un manojo de brisas, una brizna de quejidos o unos pedazos de nostalgias. No puede ser: el día ha sido bastante brujo y maldito, traidor y rastrero, mísero y ruin. Y se ha quedado tan vacío como la piel de un globo (tal vez las musas asienten sus traseros en los muelles desvencijados de alguna costa clandestina) y tan hueco como el corazón de las estatuas. Cat Stevens baladea en acordes añejos y la noche se transforma en días de verano y risas en la Sierra de Madrid: otro viaje a ninguna parte. En la lejanía, mundos inalcanzables esperan otros pasos: turistas de la esperanza.
Largo es el tiempo del descanso. Lee a Ángel González:
Cuando tengas dinero regálame un anillo,
cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,
cuando no sepas qué hacer vente conmigo
- pero luego no digas que no sabes lo que haces.
Haces haces de leña en las mañanas
y se te vuelven flores en los brazos.
Yo te sostengo asida por los pétalos,
como te muevas te arrancaré el aroma.
Pero ya te lo dije:
cuando quieras marcharte ésta es la puerta:
se llama Ángel y conduce al llanto.
miércoles, octubre 21, 2009
Presente.
Las alegrías de mis amigos son mis alegrías. Y si esa alegría se traduce en un premio de poesía como el Premio Jaén y recae en una persona como Alejandro Céspedes, se puede hablar de satisfacción inmensa.
Flores en la cuneta es el título de la joya con la que Alejandro ha obtenido dicho premio y que saldrá publicado en Noviembre por la Editorial Hiperión. Un libro original, atrevido, descarnado y desgarrado, de una exquisitez formal demoledora y con una escritura visual de alta escuela. Alejandro, como el buen vino, se va haciendo mejor con los años (aunque parezca difícil, lo es) y leerle es degustar esencia de poesía directamente en vena. Estoy seguro que no dejará indiferente a nadie.
Pero hasta que los nuevos poemas vean la luz, transcribo aquí algunas líneas de Los Círculos Concéntricos el, hasta ahora, último poemario de Alejandro Céspedes y ganador del Premio de Poesía Blas de Otero 2008. En mi opinión es el mejor libro que ha escrito (y mira que es complicado poder elegir)
También viene a colación esta cita porque dicho libro también ha sido galardonado con el Premio de la Crítica de Asturias 2009. Nunca tal Principado tuvo mejor Señor.
Yo era su gran amor. Yo era una gacela y me escondía en el bosque de niebla de la casa. Y él me hallaba. Yo era su paisaje y sus dedos las piernas de un explorador que iba buscando un oasis perdido en los sitios más raros de mi cuerpo.
Cuando yo era pez, él era red. Cuando yo era la nube él era el vendaval que me envolvía y llevaba hasta el nido de su cama.
Allí yo era su pájaro. Me daba de comer y yo abría el pico. A veces yo era miel, otras era él.
Nos quedaba la lengua enrojecida.
Como yo era una luz tuve por nombre Aurora. Yo era un ángel, sabía introducirme en la frontera microscópica que hay en los espejos y traspasar cristales sin quebrarlos.
Yo era una pomada que extendida sobre las branquias de todos sus problemas los ahogada.
"Somos nuestro secreto" me decía.
Enhorabuena, amigo. Que el Dios de la inspiración siga sembrando tu mente de versos tan brillantes para que podamos seguir disfrutándolos.
Las alegrías de mis amigos son mis alegrías. Y si esa alegría se traduce en un premio de poesía como el Premio Jaén y recae en una persona como Alejandro Céspedes, se puede hablar de satisfacción inmensa.
Flores en la cuneta es el título de la joya con la que Alejandro ha obtenido dicho premio y que saldrá publicado en Noviembre por la Editorial Hiperión. Un libro original, atrevido, descarnado y desgarrado, de una exquisitez formal demoledora y con una escritura visual de alta escuela. Alejandro, como el buen vino, se va haciendo mejor con los años (aunque parezca difícil, lo es) y leerle es degustar esencia de poesía directamente en vena. Estoy seguro que no dejará indiferente a nadie.
Pero hasta que los nuevos poemas vean la luz, transcribo aquí algunas líneas de Los Círculos Concéntricos el, hasta ahora, último poemario de Alejandro Céspedes y ganador del Premio de Poesía Blas de Otero 2008. En mi opinión es el mejor libro que ha escrito (y mira que es complicado poder elegir)
También viene a colación esta cita porque dicho libro también ha sido galardonado con el Premio de la Crítica de Asturias 2009. Nunca tal Principado tuvo mejor Señor.
Yo era su gran amor. Yo era una gacela y me escondía en el bosque de niebla de la casa. Y él me hallaba. Yo era su paisaje y sus dedos las piernas de un explorador que iba buscando un oasis perdido en los sitios más raros de mi cuerpo.
Cuando yo era pez, él era red. Cuando yo era la nube él era el vendaval que me envolvía y llevaba hasta el nido de su cama.
Allí yo era su pájaro. Me daba de comer y yo abría el pico. A veces yo era miel, otras era él.
Nos quedaba la lengua enrojecida.
Como yo era una luz tuve por nombre Aurora. Yo era un ángel, sabía introducirme en la frontera microscópica que hay en los espejos y traspasar cristales sin quebrarlos.
Yo era una pomada que extendida sobre las branquias de todos sus problemas los ahogada.
"Somos nuestro secreto" me decía.
Enhorabuena, amigo. Que el Dios de la inspiración siga sembrando tu mente de versos tan brillantes para que podamos seguir disfrutándolos.
lunes, octubre 19, 2009
Pasado.
Y nada es igual. Por más que se empeñe en transmitir normalidad, los gestos y las tonalidades delatan nuevos estados diametralmente opuestos. Resuenan en su mente Los Secretos y su Te he echado de menos hoy (exactamente igual que ayer) y el estribillo gira y gira en notas concéntricas que hacen viajar la mente a ciudades perdidas, a realidades asentadas, a la probatura con pequeños bocados de las cicatrices titilantes. Hoy es jueves (lo reconoce), añora muchísimo una poesía (vuelve a reconocerlo) y el sueño más inmediato es la utopía más irrealizable. Poeta, poeta….¿alguien lo cree?
“Sólo palabras, deseos y amaneceres próximos”
Rosana Acquaroni
Más vale olvidar. Crear la ausencia para que, por lo menos, perdure el recuerdo. No intentar retomar aquello que pueda cansar al auditorio.
Olvidar, olvidar…..Un eco lejano para el recuerdo.
Es necesario apartarse: dejar que los sueños lejanos sigan su curso.
../..”no servirán de nada los escudos
con los que me defiendo de los monstruos
y de los sueños largos y difíciles.”
Mª Luisa Mora Alameda
Y nada es igual. Por más que se empeñe en transmitir normalidad, los gestos y las tonalidades delatan nuevos estados diametralmente opuestos. Resuenan en su mente Los Secretos y su Te he echado de menos hoy (exactamente igual que ayer) y el estribillo gira y gira en notas concéntricas que hacen viajar la mente a ciudades perdidas, a realidades asentadas, a la probatura con pequeños bocados de las cicatrices titilantes. Hoy es jueves (lo reconoce), añora muchísimo una poesía (vuelve a reconocerlo) y el sueño más inmediato es la utopía más irrealizable. Poeta, poeta….¿alguien lo cree?
“Sólo palabras, deseos y amaneceres próximos”
Rosana Acquaroni
Más vale olvidar. Crear la ausencia para que, por lo menos, perdure el recuerdo. No intentar retomar aquello que pueda cansar al auditorio.
Olvidar, olvidar…..Un eco lejano para el recuerdo.
Es necesario apartarse: dejar que los sueños lejanos sigan su curso.
../..”no servirán de nada los escudos
con los que me defiendo de los monstruos
y de los sueños largos y difíciles.”
Mª Luisa Mora Alameda
martes, octubre 13, 2009
Pasado.
Ha abierto la ventana de par en par para permitir que entre algo de aire fresco que pueda sofocar el calor de la noche. Después ha puesto al día su cuadrante de operaciones (ese pequeño acumulador de prestaciones) y ha sucumbido a la tentación de recrearse en su escritura.
Otro fin de semana perdido, abandonado en la faltriquera de algún peregrino celestial que ignora sus necesidades. Lucho Gatica dice algo al reloj: le dice que no marque las horas, que la noche es perpetua y que desea que nunca amanezca. Él no suele hablar con los relojes porque son muy descorteses: nunca se detienen para escuchar ni para contestar a las preguntas y, como se descuide, le roban la vida (¿la vida era tiempo?)
A estas alturas de su caminar empieza a comprender a aquella gente madura (o que creía madura) enamorada de los boleros. Escribe a los mordaces lectores/as, que no han tenido la ocasión de darse un empacho de tal música, un consejo en forma de acción para que vayan cogiendo gustillo a la cosa. Apunte en el lateral: nunca olvidar las letras.
“Nada, sino esta ausencia infame, nuestro mundo.
Y alégrate aún de esta desgracia mientras que llega
el odio,”.../...
Juan María Calles
Ha abierto la ventana de par en par para permitir que entre algo de aire fresco que pueda sofocar el calor de la noche. Después ha puesto al día su cuadrante de operaciones (ese pequeño acumulador de prestaciones) y ha sucumbido a la tentación de recrearse en su escritura.
Otro fin de semana perdido, abandonado en la faltriquera de algún peregrino celestial que ignora sus necesidades. Lucho Gatica dice algo al reloj: le dice que no marque las horas, que la noche es perpetua y que desea que nunca amanezca. Él no suele hablar con los relojes porque son muy descorteses: nunca se detienen para escuchar ni para contestar a las preguntas y, como se descuide, le roban la vida (¿la vida era tiempo?)
A estas alturas de su caminar empieza a comprender a aquella gente madura (o que creía madura) enamorada de los boleros. Escribe a los mordaces lectores/as, que no han tenido la ocasión de darse un empacho de tal música, un consejo en forma de acción para que vayan cogiendo gustillo a la cosa. Apunte en el lateral: nunca olvidar las letras.
“Nada, sino esta ausencia infame, nuestro mundo.
Y alégrate aún de esta desgracia mientras que llega
el odio,”.../...
Juan María Calles
miércoles, octubre 07, 2009
Pasado.
Creía que la mejor solución, lo mejor que podía ocurrir, era apartarse de su vida como llegó: de improviso y cerrando lentamente la puerta. Creía que, si dejaba de escribir o de ver, sentiría su alma la misma desazón con la que uno se despierta en la cama de una desconocida después de haber pasado juntos la noche anterior: con esa angustia de lo vacío, de la frustración, y con la lengua de lija que perdura por haber bebido demasiado. Al lado de un cuerpo desnudo que, probablemente, se haya abrazado apasionadamente hace unas horas y, en ese momento, no se reconoce. En un naufragio afectivo de olas inmensas que chocan contra el arrecife del propio cerebro, en una nausea gigantesca.
Pero comprueba que, ni es él el que está sentado en el borde de la cama analizando la situación absurda, ni esa mujer es el humo que creyó poseer en unos momentos de embriaguez palpitante.
La esencia, los sueños, no son así.
../..“El caso es empezar. Yo creo que sí podemos hacerlo. ¡Pues vamos! De lo que no cabe duda, y todos lo sabemos, es que tal como vivimos estamos fracasando. ¡Vamos a intentar algo nuevo y mejor! ¡Vamos a cambiar la vida y vamos a empezar por nosotros! ¡Vamos por nosotros!”.../..
José Sacristán en “Solos en la madrugada”
El teléfono quema. Algo impide agarrar con fuerza el auricular y teclear unos cuantos números. La mañana luce fría y con sol tibio mientras crepitan los sentimientos. Lunes. Otoño.
Entre el humo de la escritura, el aire huele a verbos encadenados, herrumbre y distancia. Todo se reduce al uso y desarrollo de los sentidos; no importa si esté ciego, sordo o mudo: la vida le envuelve en el manto escarlata de los elegidos.
../..”Todo pasó,
todo es borroso ahora, todo
menos eso que apenas percibía
en aquel tiempo
y que, años más tarde,
resurgió en mi interior, ya para siempre:
este miedo difuso,
esta ira repentina,
estas imprevisibles
y verdaderas ganas de llorar.”.../..
Ángel González
../..”Viva yo en las orillas de tus atrios
y abracen mis manos tus umbrales con locura
como el último madero que flota en nuestra edad.”.../..
Juan María Calles
Creía que la mejor solución, lo mejor que podía ocurrir, era apartarse de su vida como llegó: de improviso y cerrando lentamente la puerta. Creía que, si dejaba de escribir o de ver, sentiría su alma la misma desazón con la que uno se despierta en la cama de una desconocida después de haber pasado juntos la noche anterior: con esa angustia de lo vacío, de la frustración, y con la lengua de lija que perdura por haber bebido demasiado. Al lado de un cuerpo desnudo que, probablemente, se haya abrazado apasionadamente hace unas horas y, en ese momento, no se reconoce. En un naufragio afectivo de olas inmensas que chocan contra el arrecife del propio cerebro, en una nausea gigantesca.
Pero comprueba que, ni es él el que está sentado en el borde de la cama analizando la situación absurda, ni esa mujer es el humo que creyó poseer en unos momentos de embriaguez palpitante.
La esencia, los sueños, no son así.
../..“El caso es empezar. Yo creo que sí podemos hacerlo. ¡Pues vamos! De lo que no cabe duda, y todos lo sabemos, es que tal como vivimos estamos fracasando. ¡Vamos a intentar algo nuevo y mejor! ¡Vamos a cambiar la vida y vamos a empezar por nosotros! ¡Vamos por nosotros!”.../..
José Sacristán en “Solos en la madrugada”
El teléfono quema. Algo impide agarrar con fuerza el auricular y teclear unos cuantos números. La mañana luce fría y con sol tibio mientras crepitan los sentimientos. Lunes. Otoño.
Entre el humo de la escritura, el aire huele a verbos encadenados, herrumbre y distancia. Todo se reduce al uso y desarrollo de los sentidos; no importa si esté ciego, sordo o mudo: la vida le envuelve en el manto escarlata de los elegidos.
../..”Todo pasó,
todo es borroso ahora, todo
menos eso que apenas percibía
en aquel tiempo
y que, años más tarde,
resurgió en mi interior, ya para siempre:
este miedo difuso,
esta ira repentina,
estas imprevisibles
y verdaderas ganas de llorar.”.../..
Ángel González
../..”Viva yo en las orillas de tus atrios
y abracen mis manos tus umbrales con locura
como el último madero que flota en nuestra edad.”.../..
Juan María Calles
viernes, octubre 02, 2009
Pasado.
../..”Me zarandeo sin principio ni final mientras escojo una nube al azar y la traspaso con un disparo imaginario. Me propongo hacer una seria apología del extremismo egoísta que reparte porrazos a las mejillas ultra terrenales y a las parturientas veleidades.”.../..
Boris Lubernieff
En aquella ocasión fue lo único que quedó claro. A pesar de la rapidez de las cosas, la muerte es lenta, muy lenta, y uno puede darse cuenta hasta del último detalle. Lo pensó durante el trayecto al hospital, con su cuerpo martirizándole, su abdomen reventado en dolor y los brazos y las piernas sangrando por las múltiples erosiones descarnadas. Estuvo cerca la vieja desdentada de acostarse junto a él en el lecho de los amantes, de acariciar su torso desnudo y besar sus labios entreabiertos, de introducirse en el fondo se su interior y estallar en una explosión de placer y agonía, diluyéndose mutuamente en lo profundo del infinito. Hubo entonces días en los que la añoraba.
“No sé si sabes en qué región habito
desde que aquella noche
comprendí que la noche no era oscura”.../...
Jesús Cueva
Pero vive. Vive y envía cartas rancias y amarillas como el trozo de piel ajado de un enfermo de hepatitis, un enfermo crónico que seca las llagas de su espalda con las sábanas arrugadas de algún camastro vacío.
Y vuelve a la rutina. Sigue aquí, acompañando a Dorita en el largo camino hacia Oz y sacando brillo a sus chapines colorados. Enjugando las lágrimas del Hombre de Hojalata para que no se le oxide su indumentaria, jaleando al León para que, por fin, sea un valiente, y buscando un corazón para trasplantárselo al Espantapájaros y pueda aprender a amar. Sigue aquí. Aún dura el ticket para esa atracción en la que se ha montado, la música estridente, los acordes asonantes del instante que separa el pasado y el presente de la nada. Hace tiempo que debió concluir y aquí sigue. Perpetuo.
../..”El olvido, el olvido…Un buen explorador lo definiría como la huella que siempre deja un rastro que, por muy pequeño que sea, nos conduce inevitablemente a la presa.”... /...
Boris Lubernieff
El olvido nos conduce al recuerdo, intuye el iluminado. Siempre ha tenido un miedo atroz a las despedidas definitivas, pero siempre ha creído que eran necesarias. Ahora sabe que comienza un juego llamado Redenciones en el cual el jugador principal acepta las consecuencias y hace que las causas retornen a los principios.
Sospecha que llega su turno.
../..”Me zarandeo sin principio ni final mientras escojo una nube al azar y la traspaso con un disparo imaginario. Me propongo hacer una seria apología del extremismo egoísta que reparte porrazos a las mejillas ultra terrenales y a las parturientas veleidades.”.../..
Boris Lubernieff
En aquella ocasión fue lo único que quedó claro. A pesar de la rapidez de las cosas, la muerte es lenta, muy lenta, y uno puede darse cuenta hasta del último detalle. Lo pensó durante el trayecto al hospital, con su cuerpo martirizándole, su abdomen reventado en dolor y los brazos y las piernas sangrando por las múltiples erosiones descarnadas. Estuvo cerca la vieja desdentada de acostarse junto a él en el lecho de los amantes, de acariciar su torso desnudo y besar sus labios entreabiertos, de introducirse en el fondo se su interior y estallar en una explosión de placer y agonía, diluyéndose mutuamente en lo profundo del infinito. Hubo entonces días en los que la añoraba.
“No sé si sabes en qué región habito
desde que aquella noche
comprendí que la noche no era oscura”.../...
Jesús Cueva
Pero vive. Vive y envía cartas rancias y amarillas como el trozo de piel ajado de un enfermo de hepatitis, un enfermo crónico que seca las llagas de su espalda con las sábanas arrugadas de algún camastro vacío.
Y vuelve a la rutina. Sigue aquí, acompañando a Dorita en el largo camino hacia Oz y sacando brillo a sus chapines colorados. Enjugando las lágrimas del Hombre de Hojalata para que no se le oxide su indumentaria, jaleando al León para que, por fin, sea un valiente, y buscando un corazón para trasplantárselo al Espantapájaros y pueda aprender a amar. Sigue aquí. Aún dura el ticket para esa atracción en la que se ha montado, la música estridente, los acordes asonantes del instante que separa el pasado y el presente de la nada. Hace tiempo que debió concluir y aquí sigue. Perpetuo.
../..”El olvido, el olvido…Un buen explorador lo definiría como la huella que siempre deja un rastro que, por muy pequeño que sea, nos conduce inevitablemente a la presa.”... /...
Boris Lubernieff
El olvido nos conduce al recuerdo, intuye el iluminado. Siempre ha tenido un miedo atroz a las despedidas definitivas, pero siempre ha creído que eran necesarias. Ahora sabe que comienza un juego llamado Redenciones en el cual el jugador principal acepta las consecuencias y hace que las causas retornen a los principios.
Sospecha que llega su turno.
lunes, septiembre 28, 2009
Pasado
../..“Y la hoguera es la misma en el azul del cielo.”.../..
Miguel Álvarez
Habitan una multitud de conceptos en la cara oculta del cerebro que hacen que la mente se desgañite solicitando un descanso. Marginalmente se pueden seguir cuestiones distintas a lo inquirido, pero sería una actitud falsa.
Nada hay de falso en esas horas de mirada fija al cerco de la puerta bajo la pregunta de qué será mañana. Ni si la opción es la correcta o la deducción la adecuada.
../..“Desde entonces he sido melancólico y triste
porque he contado los astros y la lluvia y la arena”.../...
Juan Carlos Mestre
Y decir que “el espacio es algo tan relativo como el tiempo”. Puede ser…pero tampoco habrá unanimidad. El espacio siempre se puede reducir, física o metafísicamente hablando. Es indefinido, de acuerdo, pero no llega a la magnitud infinita del tiempo: el tiempo no se puede medir (por mucho que se pongan números a los instantes) y es lo único que verdaderamente nos pertenece a título comunal e individual. Incluso cuando el tiempo se agota (literariamente hablando) queda un antes y un después que siempre estuvo, está y estará representado de muchas maneras (signos) dando fe de nosotros mismos.
../..”Hay que pararse
cuando se clandestinan los recuerdos,
recomenzar alguna vez
desde la cuna.”.../..
Javier Gurpide
Tiene otra media hora más para dejar de escribir; mejor aún: es pronto. Pero es un pronto efímero y viajero que saluda con la más irónica de sus sonrisas al paso de las inquietudes. La escritura es lenta. Porque tal vez sea debido a una postura incómoda, o a una negación de las evidencias, no es aconsejable aseverar que las heridas del orgullo tardan en cicatrizar mucho más que los mandobles de la presunción.
Un mediodía eclipsase bajo la capa del infortunio y emboza su radiante rostro al impacto de los golpes seguidos en unos cuantos minutos. A treinta y seis horas del fracaso, un transistor recibe una estación llamada derrota en la que el Consejo de Sabios Actuales proponen elaborar un Teorema del Ridículo basándose en unos axiomas de la impotencia.
“¡Calla, yunque viviente de agonías!”
Cynthia Hertfelder
../..“Y la hoguera es la misma en el azul del cielo.”.../..
Miguel Álvarez
Habitan una multitud de conceptos en la cara oculta del cerebro que hacen que la mente se desgañite solicitando un descanso. Marginalmente se pueden seguir cuestiones distintas a lo inquirido, pero sería una actitud falsa.
Nada hay de falso en esas horas de mirada fija al cerco de la puerta bajo la pregunta de qué será mañana. Ni si la opción es la correcta o la deducción la adecuada.
../..“Desde entonces he sido melancólico y triste
porque he contado los astros y la lluvia y la arena”.../...
Juan Carlos Mestre
Y decir que “el espacio es algo tan relativo como el tiempo”. Puede ser…pero tampoco habrá unanimidad. El espacio siempre se puede reducir, física o metafísicamente hablando. Es indefinido, de acuerdo, pero no llega a la magnitud infinita del tiempo: el tiempo no se puede medir (por mucho que se pongan números a los instantes) y es lo único que verdaderamente nos pertenece a título comunal e individual. Incluso cuando el tiempo se agota (literariamente hablando) queda un antes y un después que siempre estuvo, está y estará representado de muchas maneras (signos) dando fe de nosotros mismos.
../..”Hay que pararse
cuando se clandestinan los recuerdos,
recomenzar alguna vez
desde la cuna.”.../..
Javier Gurpide
Tiene otra media hora más para dejar de escribir; mejor aún: es pronto. Pero es un pronto efímero y viajero que saluda con la más irónica de sus sonrisas al paso de las inquietudes. La escritura es lenta. Porque tal vez sea debido a una postura incómoda, o a una negación de las evidencias, no es aconsejable aseverar que las heridas del orgullo tardan en cicatrizar mucho más que los mandobles de la presunción.
Un mediodía eclipsase bajo la capa del infortunio y emboza su radiante rostro al impacto de los golpes seguidos en unos cuantos minutos. A treinta y seis horas del fracaso, un transistor recibe una estación llamada derrota en la que el Consejo de Sabios Actuales proponen elaborar un Teorema del Ridículo basándose en unos axiomas de la impotencia.
“¡Calla, yunque viviente de agonías!”
Cynthia Hertfelder
martes, septiembre 22, 2009
Pasado.
../..”Tengo la penumbra para pensar en ti. Sólo he de cerrar los ojos para que tu mirada me queme por dentro y tu sonrisa congele mi pensamiento.
No necesito buscarte: los sueños vendrán solos, de la mano de la pena, filtrándose en mi ánimo como nubes de mágico poder.
Yo sé que la esperanza es hija de los sueños. Lo sé. La desilusión de la realidad. Y mi tristeza es el fruto de mi pobreza, de la pobreza del amor.
El amor se lo lleva el viento pero el recuerdo permanece, clava sus raíces en el presente que sólo la muerte o el tiempo lograrán destruir.
¿La muerte? : yo llevo la muerte dentro. Y la vida, que es un suspiro ante lo eterno; el despojo del infinito.
Pero tú me esperas en el día nuevo. Y yo sé que amanecerá.”.../..
Luis Felipe Muñoz
No le apetece continuar. Esta última llamada, en la que ha balbuceado algo a un cliente acerca de las bondades comerciales del último producto, ha acabado con las escasas fuerzas que aún mantenía. Frente a él, los becarios discuten acerca de la definición de conceptos extraños en catálogos variopintos. ¡Qué hastío!
Se propone perderse durante un buen rato por las autopistas del ordenador cotilleando documentos y programas mientras en el entorno Gilbert canta “Alone again”.
Algún día, cuando sea mayor, recordará su vida como un conjunto de anécdotas sin gracia ni chiste. Hoy sucumbe: de los tréboles que han caído entre sus manos ninguno tiene cuatro hojas.
../..”No vale el grito, no la culpa ajena,
vale el otoño, vale el lento
declinar de las hojas,..”.../..
Ángel Crespo
¡Qué extraño! Se he levantado de la silla y ha comenzado a dar pasos irregulares por la habitación. Las manos en la cintura (no, no es la antigua canción de Adamo), el poco pelo desordenado y un repetir un estribillo a la luz del flexo, que empalidece los neuróticos rasgos, mientras echa un vistazo a la rendija de la contraventana. Se vuelve a sentar y escribe, escribe, escribe…Cree reconocer a Andy Williams cantando “A summer place” (todo es muy retro). Sí, eso es...un lugar de verano, una pequeña parcela donde nadie importune el sabor de sus pensamientos, la playa más escondida donde construir sus castillos de arena hechos a paletadas de ilusión, lejos de las olas que los disuelvan como azucarillos en las tazas de te de las hadas caprichosas. Sí, eso es…la cabaña más lujosa que asemejase a Versalles, el destino más dichoso, la buenaventura más placentera, el pedacito de eco de aquellas palabras, un tatuaje en el corazón y un piercing en el pensamiento. Eso, eso es….
../..”Tengo la penumbra para pensar en ti. Sólo he de cerrar los ojos para que tu mirada me queme por dentro y tu sonrisa congele mi pensamiento.
No necesito buscarte: los sueños vendrán solos, de la mano de la pena, filtrándose en mi ánimo como nubes de mágico poder.
Yo sé que la esperanza es hija de los sueños. Lo sé. La desilusión de la realidad. Y mi tristeza es el fruto de mi pobreza, de la pobreza del amor.
El amor se lo lleva el viento pero el recuerdo permanece, clava sus raíces en el presente que sólo la muerte o el tiempo lograrán destruir.
¿La muerte? : yo llevo la muerte dentro. Y la vida, que es un suspiro ante lo eterno; el despojo del infinito.
Pero tú me esperas en el día nuevo. Y yo sé que amanecerá.”.../..
Luis Felipe Muñoz
No le apetece continuar. Esta última llamada, en la que ha balbuceado algo a un cliente acerca de las bondades comerciales del último producto, ha acabado con las escasas fuerzas que aún mantenía. Frente a él, los becarios discuten acerca de la definición de conceptos extraños en catálogos variopintos. ¡Qué hastío!
Se propone perderse durante un buen rato por las autopistas del ordenador cotilleando documentos y programas mientras en el entorno Gilbert canta “Alone again”.
Algún día, cuando sea mayor, recordará su vida como un conjunto de anécdotas sin gracia ni chiste. Hoy sucumbe: de los tréboles que han caído entre sus manos ninguno tiene cuatro hojas.
../..”No vale el grito, no la culpa ajena,
vale el otoño, vale el lento
declinar de las hojas,..”.../..
Ángel Crespo
¡Qué extraño! Se he levantado de la silla y ha comenzado a dar pasos irregulares por la habitación. Las manos en la cintura (no, no es la antigua canción de Adamo), el poco pelo desordenado y un repetir un estribillo a la luz del flexo, que empalidece los neuróticos rasgos, mientras echa un vistazo a la rendija de la contraventana. Se vuelve a sentar y escribe, escribe, escribe…Cree reconocer a Andy Williams cantando “A summer place” (todo es muy retro). Sí, eso es...un lugar de verano, una pequeña parcela donde nadie importune el sabor de sus pensamientos, la playa más escondida donde construir sus castillos de arena hechos a paletadas de ilusión, lejos de las olas que los disuelvan como azucarillos en las tazas de te de las hadas caprichosas. Sí, eso es…la cabaña más lujosa que asemejase a Versalles, el destino más dichoso, la buenaventura más placentera, el pedacito de eco de aquellas palabras, un tatuaje en el corazón y un piercing en el pensamiento. Eso, eso es….
jueves, septiembre 17, 2009
Presente.
Comienza un nuevo curso. Estreno de uniformes, libros inmaculados, mochilas vírgenes y nuevas inquietudes literarias para todos esos escolares que visitamos los distintos actos de novedades y reencuentros culturales.
Mañana viernes día 18, por ejemplo, Vitruvio levanta el telón con la presentación del primer libro de Isabel Delgado Rodríguez (Pentagramas de agua) a las 20,00 horas en La Casa del Libro (c/ Fuencarral nº119. Será presentado por Maximiano Revilla y Pablo Méndez.
Una excelente ocasión para volver a ver caras amigas, disfrutar de la poesía y tomar unas cervezas, como hemos hecho otras tantas veces.
Algo más lejana queda la presentación de Más allá de la llanura, el último libro de mi amigo Pedro Antonio González Moreno, cuya puesta de largo será en su localidad natal, Calzada de Calatrava, y que también será mañana día 18. Un precioso cuaderno de viaje a través de La Mancha es la carta de presentación de Pedro Antonio González, en este libro editado por la Biblioteca de Autores Manchegos, cuya lectura es recomendable para esos momentos tranquilos e interiores.
¡Bienvenido el curso!
Comienza un nuevo curso. Estreno de uniformes, libros inmaculados, mochilas vírgenes y nuevas inquietudes literarias para todos esos escolares que visitamos los distintos actos de novedades y reencuentros culturales.
Mañana viernes día 18, por ejemplo, Vitruvio levanta el telón con la presentación del primer libro de Isabel Delgado Rodríguez (Pentagramas de agua) a las 20,00 horas en La Casa del Libro (c/ Fuencarral nº119. Será presentado por Maximiano Revilla y Pablo Méndez.
Una excelente ocasión para volver a ver caras amigas, disfrutar de la poesía y tomar unas cervezas, como hemos hecho otras tantas veces.
Algo más lejana queda la presentación de Más allá de la llanura, el último libro de mi amigo Pedro Antonio González Moreno, cuya puesta de largo será en su localidad natal, Calzada de Calatrava, y que también será mañana día 18. Un precioso cuaderno de viaje a través de La Mancha es la carta de presentación de Pedro Antonio González, en este libro editado por la Biblioteca de Autores Manchegos, cuya lectura es recomendable para esos momentos tranquilos e interiores.
¡Bienvenido el curso!
lunes, septiembre 14, 2009
Pasado.
Esta inactividad deportiva promete oxidar sus dislocadas articulaciones (ya va siendo uno un poco mayor para tanto partido de fútbol y las ágiles estiradas conllevan unos simpáticos guantazos sobre el suelo) Se necesita algo de acción como, por ejemplo, insultar a algún jefecillo en su fea cara, intentar adelantar al expreso de las nueve o declarar la guerra a la jauría de mafiosos que pueblan La Celsa.
Entre la miríada de luces que deslumbran sus ojos y la música estridente que tapona sus oídos apoya sus brazos sobre el mostrador y pide al camarero una gran raya de vida para esnifarla con la desesperación de una última voluntad. Una raya gris, como el título de esa novela que sus manos nunca escribirán.
Pero decía ayer…no sabe: ayer ha sido hace un montón de días. O no ha sido nunca y se tiene que abstener de repetir todo lo que dijo ayer, todo lo que dijo nunca. Se abstiene de repetirlo, más que nada, por que no vale para solucionar ninguna ecuación de múltiples incógnitas, porque el movimiento se demuestra andando (¿dijo amando?) y las acciones se quedan clavadas en los arcenes de los caros peajes.
¡Cara moneda es la que no vale para comprar la necesidad perentoria del dormido! No hay/hubo/habrá regalos intrascendentes para guardar en el bolsillo del pantalón vaquero o en los canales auditivos -Venecia de la anatomía- rebosantes del siempre igual
La vida le despacha cuarto y mitad de algo que necesitaría por kilos y él, como buena Maruja, va al mercado diariamente con su cartilla de racionamiento para jugar al estraperlo y comerse, de un pequeño bocado, un trocito de sugestión que no sabe qué es, pero que tiene buen sabor. Se he hecho un gourmet de los instantes.
../..”La miré. Nada. La miré de nuevo,
y nada, y nada. Alrededor, la tarde.”
Carlos Sahagún
Esta inactividad promete. Esta quieta etapa de su tiempo lobotomiza el pedacito de sentimiento que se pueda generar en el hemisferio de los sueños. El sol, amante latino inquieto, cubre los tejados de los viejos edificios del centro de la capital intentando poseer hasta el mínimo resquicio de los ladrillos.
En el cielo, un trapecista imaginario le saca la lengua.
../..”Yo bien quisiera
hablar con voz más pura de la luna y las flores,
o descifrar en versos mágicos
el color de los ojos de la mujer que amo.”.../..
Eugenio de Nora
Esta inactividad deportiva promete oxidar sus dislocadas articulaciones (ya va siendo uno un poco mayor para tanto partido de fútbol y las ágiles estiradas conllevan unos simpáticos guantazos sobre el suelo) Se necesita algo de acción como, por ejemplo, insultar a algún jefecillo en su fea cara, intentar adelantar al expreso de las nueve o declarar la guerra a la jauría de mafiosos que pueblan La Celsa.
Entre la miríada de luces que deslumbran sus ojos y la música estridente que tapona sus oídos apoya sus brazos sobre el mostrador y pide al camarero una gran raya de vida para esnifarla con la desesperación de una última voluntad. Una raya gris, como el título de esa novela que sus manos nunca escribirán.
Pero decía ayer…no sabe: ayer ha sido hace un montón de días. O no ha sido nunca y se tiene que abstener de repetir todo lo que dijo ayer, todo lo que dijo nunca. Se abstiene de repetirlo, más que nada, por que no vale para solucionar ninguna ecuación de múltiples incógnitas, porque el movimiento se demuestra andando (¿dijo amando?) y las acciones se quedan clavadas en los arcenes de los caros peajes.
¡Cara moneda es la que no vale para comprar la necesidad perentoria del dormido! No hay/hubo/habrá regalos intrascendentes para guardar en el bolsillo del pantalón vaquero o en los canales auditivos -Venecia de la anatomía- rebosantes del siempre igual
La vida le despacha cuarto y mitad de algo que necesitaría por kilos y él, como buena Maruja, va al mercado diariamente con su cartilla de racionamiento para jugar al estraperlo y comerse, de un pequeño bocado, un trocito de sugestión que no sabe qué es, pero que tiene buen sabor. Se he hecho un gourmet de los instantes.
../..”La miré. Nada. La miré de nuevo,
y nada, y nada. Alrededor, la tarde.”
Carlos Sahagún
Esta inactividad promete. Esta quieta etapa de su tiempo lobotomiza el pedacito de sentimiento que se pueda generar en el hemisferio de los sueños. El sol, amante latino inquieto, cubre los tejados de los viejos edificios del centro de la capital intentando poseer hasta el mínimo resquicio de los ladrillos.
En el cielo, un trapecista imaginario le saca la lengua.
../..”Yo bien quisiera
hablar con voz más pura de la luna y las flores,
o descifrar en versos mágicos
el color de los ojos de la mujer que amo.”.../..
Eugenio de Nora
lunes, septiembre 07, 2009
Pasado.
../..”Siempre el plenilunio llueve sobre mi cabeza”. ../..
Luis Felipe Muñoz
Uno de estos días ha de hacer un serio análisis introspectivo de su persona, de sus fluctuaciones, de sus campos sesgados, de lo que le motiva a escribir, de la necesidad de sus soluciones, de la enésima enumeración, del arpa del corazón que suena como un simple susurro, de su cansancio...
Quizá se está engañando e intenta unir los pedazos de su alma con gotas de agua de lluvia utilizándolas como si fueran Loctite. Quizá su ceguera sea tan infinita, escueza tanto, que ni siquiera tanteando adivinaría la forma o la textura de los deseos envueltos en papel de indiferencia con lacito de improvisación transitoria. El tac-tac del teclado castañetea como si tuviera tiritera. Se detiene y piensa en Icaro, en su sueño de volar y en esa desesperación que debió sentir al pasar cerca del sol con sus alas de cera y, al derretirse éstas, caer al suelo como un pesado fardo. Todos quieren volar y adornan sus alas de cera con los colores de propios ánimos para desplegarlas al cielo con la jactancia de un águila gigante que muestra su poderío. El fin siempre es el mismo: una colosal caída.
../.. “y ahora me entero que el volumen de mi corazón es sólo cuatro veces pi por el radio al cuadrado. ¿O será al cubo?”.../..
Luis Felipe Muñoz
Esta noche sería una de esas típicas noches en las que se perdería en el bullicio y la solfa de diversos garitos de pésima reputación, con fauna variopinta, para llenar su joroba de alcohol y olvido. A pesar de que uno ya no es lo que era y se van perdiendo facultades, ocasionalmente es necesario desconectar el conmutador del razonamiento puro y hacer que el sinsentido viva su libre albedrío. Algún día podrá disfrutar la amnesia todas las horas del día y de la noche. Será una buena época para comenzar unas olimpiadas de evasión y de olvido, para embestir a la noche que le recibe por chicuelinas, para ver amanecer desde el coche en cualquier sitio desconocido, para ratificar que nada ocurre sin la intervención de los conjuros de los duendes, para olvidar (aunque sea durante el intervalo de la embriaguez) este claustrofóbico panorama que apuñala su espalda sin aviso.
Soledad para un derribo.
../..”Y yo sé que no puedo darles nada. Como ellos
soy un resto, una fuga,
una angustia cercada de horizontes difíciles,
un pulmón oprimido por tiránicos puños,
una estancia, vacía de divinas presencias,
cuyos muros gotean de sudor y de llanto.”.../..
Ángela Figuera
“Ella valía mucho más que yo. Yo era muy pobre, casi un mendigo, y cuando ella me besaba mis ojos permanecían muy abiertos y se llenaban de angustia: esperaban, durante cada beso, que apareciera el cobrador más inflexible, el cobrador más justiciero.”
Pedro Casariego Córdoba
../..”Siempre el plenilunio llueve sobre mi cabeza”. ../..
Luis Felipe Muñoz
Uno de estos días ha de hacer un serio análisis introspectivo de su persona, de sus fluctuaciones, de sus campos sesgados, de lo que le motiva a escribir, de la necesidad de sus soluciones, de la enésima enumeración, del arpa del corazón que suena como un simple susurro, de su cansancio...
Quizá se está engañando e intenta unir los pedazos de su alma con gotas de agua de lluvia utilizándolas como si fueran Loctite. Quizá su ceguera sea tan infinita, escueza tanto, que ni siquiera tanteando adivinaría la forma o la textura de los deseos envueltos en papel de indiferencia con lacito de improvisación transitoria. El tac-tac del teclado castañetea como si tuviera tiritera. Se detiene y piensa en Icaro, en su sueño de volar y en esa desesperación que debió sentir al pasar cerca del sol con sus alas de cera y, al derretirse éstas, caer al suelo como un pesado fardo. Todos quieren volar y adornan sus alas de cera con los colores de propios ánimos para desplegarlas al cielo con la jactancia de un águila gigante que muestra su poderío. El fin siempre es el mismo: una colosal caída.
../.. “y ahora me entero que el volumen de mi corazón es sólo cuatro veces pi por el radio al cuadrado. ¿O será al cubo?”.../..
Luis Felipe Muñoz
Esta noche sería una de esas típicas noches en las que se perdería en el bullicio y la solfa de diversos garitos de pésima reputación, con fauna variopinta, para llenar su joroba de alcohol y olvido. A pesar de que uno ya no es lo que era y se van perdiendo facultades, ocasionalmente es necesario desconectar el conmutador del razonamiento puro y hacer que el sinsentido viva su libre albedrío. Algún día podrá disfrutar la amnesia todas las horas del día y de la noche. Será una buena época para comenzar unas olimpiadas de evasión y de olvido, para embestir a la noche que le recibe por chicuelinas, para ver amanecer desde el coche en cualquier sitio desconocido, para ratificar que nada ocurre sin la intervención de los conjuros de los duendes, para olvidar (aunque sea durante el intervalo de la embriaguez) este claustrofóbico panorama que apuñala su espalda sin aviso.
Soledad para un derribo.
../..”Y yo sé que no puedo darles nada. Como ellos
soy un resto, una fuga,
una angustia cercada de horizontes difíciles,
un pulmón oprimido por tiránicos puños,
una estancia, vacía de divinas presencias,
cuyos muros gotean de sudor y de llanto.”.../..
Ángela Figuera
“Ella valía mucho más que yo. Yo era muy pobre, casi un mendigo, y cuando ella me besaba mis ojos permanecían muy abiertos y se llenaban de angustia: esperaban, durante cada beso, que apareciera el cobrador más inflexible, el cobrador más justiciero.”
Pedro Casariego Córdoba
miércoles, agosto 26, 2009
Presente.
A veces pienso que el azar es la prueba definitiva de que los hilos aún no han sido rotos. Manos invisibles se mueven en las sombras convirtiendo nuestras voluntades en simples gestos de marionetas.
Así comienza Sirenas varadas en archipiélagos de luz, una de las narraciones más bellas (y nunca editada) de mi amigo Luis Felipe Muñoz. Escrita hace mucho tiempo (1988) me he propuesto releerla ahora que ando de recogidas y remozos en mi hogar. No es lo más indicado para unos días de vacaciones (lo del remozo, me refiero) pero la obligación está antes que la devoción.
Madrid sigue caluroso (esta jodida habitación parece una sauna) y, poco a poco, sus gentes regresan de los días de asueto: pilas cargadas para todos!!
¿Qué novedades habrán traído tales vísperas pasadas? Ya veremos.
Mientras tanto, hagamos de la paciencia una virtud para que todo se haga llevadero (más llevadero se lleva, es cierto, cuando no hay que acudir al trabajo)
Amén.
A veces pienso que el azar es la prueba definitiva de que los hilos aún no han sido rotos. Manos invisibles se mueven en las sombras convirtiendo nuestras voluntades en simples gestos de marionetas.
Así comienza Sirenas varadas en archipiélagos de luz, una de las narraciones más bellas (y nunca editada) de mi amigo Luis Felipe Muñoz. Escrita hace mucho tiempo (1988) me he propuesto releerla ahora que ando de recogidas y remozos en mi hogar. No es lo más indicado para unos días de vacaciones (lo del remozo, me refiero) pero la obligación está antes que la devoción.
Madrid sigue caluroso (esta jodida habitación parece una sauna) y, poco a poco, sus gentes regresan de los días de asueto: pilas cargadas para todos!!
¿Qué novedades habrán traído tales vísperas pasadas? Ya veremos.
Mientras tanto, hagamos de la paciencia una virtud para que todo se haga llevadero (más llevadero se lleva, es cierto, cuando no hay que acudir al trabajo)
Amén.
miércoles, agosto 12, 2009
Presente.
(I believe in aristocracy, though) Y, sin embargo, creo en la aristocracia. Si es que es el término exacto, y si es que puede emplearlo un demócrata. No en una aristocracia basada en el rango y la influencia, sino en la de las personas solícitas, discretas y valientes. Los miembros de esta aristocracia se encuentran en todas las naciones, en el seno de todas las clases sociales y en todas las edades. Y hay una suerte de complicidad secreta entre ellos cuando se cruzan unos con otros. Representan a la única y verdadera tradición humana, la única victoria permanente de nuestra extraña raza sobre la crueldad y el caos.
Miles de ellos perecieron en la oscuridad; pocos son grandes nombres. Están a la escucha de los demás como de sí mismos, son atentos sin exagerar, y su valentía no es una pose sino más bien una aptitud para soportarlo todo. Y además tienen sentido del humor (they can take a joke)
E. M. Forster.
Es curiosa la cita de Edward Morgan Forster. Como buen socio del Círculo de Bloomsbury (ese club tan selecto derivado de la antigua sociedad secreta que formaban Los Apóstoles de Cambridge) su obsesión continua era sentirse liberal y humanista, individualista, independiente de criterio, realista.
Tener una tendencia sexual distinta, en la época victoriana, suponía caminar sobre espinos, aplastar cristales con los pies, disimular los impulsos hasta hacerlos invisibles. Atado al misticismo y a su ímpetu antirreligioso, dos de sus obras más conocidas (Pasaje a la India y Howard´s End) juegan con el problema de las barreras sociales y su irresoluto acercamiento.
Y decía que era curiosa la cita por el concepto de aristocracia que nos muestra: individuo, solícito, discreto y valiente. ¿Tienen un sexto sentido para reconocerse entre ellos?; ¿son muchos más de los que imaginamos?; ¿cuántos son/somos aristócratas, según esta definición?
Me temo que la aptitud para soportarlo todo hace que el espectro sea mucho más amplio de lo que él sugería y que la mayoría de las personas nos hacemos (no nacemos) aristócratas.
La vida nos suele poner en tantas tesituras acrobáticas...
(I believe in aristocracy, though) Y, sin embargo, creo en la aristocracia. Si es que es el término exacto, y si es que puede emplearlo un demócrata. No en una aristocracia basada en el rango y la influencia, sino en la de las personas solícitas, discretas y valientes. Los miembros de esta aristocracia se encuentran en todas las naciones, en el seno de todas las clases sociales y en todas las edades. Y hay una suerte de complicidad secreta entre ellos cuando se cruzan unos con otros. Representan a la única y verdadera tradición humana, la única victoria permanente de nuestra extraña raza sobre la crueldad y el caos.
Miles de ellos perecieron en la oscuridad; pocos son grandes nombres. Están a la escucha de los demás como de sí mismos, son atentos sin exagerar, y su valentía no es una pose sino más bien una aptitud para soportarlo todo. Y además tienen sentido del humor (they can take a joke)
E. M. Forster.
Es curiosa la cita de Edward Morgan Forster. Como buen socio del Círculo de Bloomsbury (ese club tan selecto derivado de la antigua sociedad secreta que formaban Los Apóstoles de Cambridge) su obsesión continua era sentirse liberal y humanista, individualista, independiente de criterio, realista.
Tener una tendencia sexual distinta, en la época victoriana, suponía caminar sobre espinos, aplastar cristales con los pies, disimular los impulsos hasta hacerlos invisibles. Atado al misticismo y a su ímpetu antirreligioso, dos de sus obras más conocidas (Pasaje a la India y Howard´s End) juegan con el problema de las barreras sociales y su irresoluto acercamiento.
Y decía que era curiosa la cita por el concepto de aristocracia que nos muestra: individuo, solícito, discreto y valiente. ¿Tienen un sexto sentido para reconocerse entre ellos?; ¿son muchos más de los que imaginamos?; ¿cuántos son/somos aristócratas, según esta definición?
Me temo que la aptitud para soportarlo todo hace que el espectro sea mucho más amplio de lo que él sugería y que la mayoría de las personas nos hacemos (no nacemos) aristócratas.
La vida nos suele poner en tantas tesituras acrobáticas...
lunes, agosto 10, 2009
Pasado
../..”Y hoy más que nunca
deseo abrirle mis puertas,
hablarle entre susurros,
desterrarle todos mis sentimientos,
confesarle mis pesares y deseos.
Mis deseos esta noche.”.../..
Luis Felipe Muñoz
Tiene un presentimiento. Pero desde su quiromántico cuarto del oscuro castillo, Merlín le ha dicho que lo más seguro es que esté equivocado y que aquello que más se desea suele ser lo que nunca se consigue y antes se pierde. Le ha contestado con balbuceos, excusas varias y un sin fin de promesas que él escuchaba mientras callaba y fijaba sus pequeños ojos claros sobre su figura.
Cuando un mago conoce el destino, las vanas pretensiones de justificación adquieren tintes grotescos. Por eso, después de un largo silencio, tras su retahíla de despropósitos, sólo ha acertado a preguntar al viejo alquimista si será capaz de soportarse a si mismo y a sus locuras en este trozo de vida que le queda. El viejo astuto sabe que es un hombre de pequeñas resistencias.
../..”Como quien lee en un renglón tachado
el arrepentimiento de una vida,
con tesón, con piedad, con fe, aún con odio,../..
Claudio Rodríguez
Básicamente el marketing siempre exige un análisis DAFO para evaluar una situación cuando tenemos un producto. Es decir: puntos Débiles, Amenazas, puntos Fuertes y Oportunidades. Es la idea más importante que le quedó grabada después de tres años en un master que luce muy bonito cuando está colgado en la pared (nunca)
Moraleja: vaya mierda de producto que quiere vender.
../..”¿Qué importa la derrota cuando no hay sed de victoria?”
Luis Felipe Muñoz
../..”Y hoy más que nunca
deseo abrirle mis puertas,
hablarle entre susurros,
desterrarle todos mis sentimientos,
confesarle mis pesares y deseos.
Mis deseos esta noche.”.../..
Luis Felipe Muñoz
Tiene un presentimiento. Pero desde su quiromántico cuarto del oscuro castillo, Merlín le ha dicho que lo más seguro es que esté equivocado y que aquello que más se desea suele ser lo que nunca se consigue y antes se pierde. Le ha contestado con balbuceos, excusas varias y un sin fin de promesas que él escuchaba mientras callaba y fijaba sus pequeños ojos claros sobre su figura.
Cuando un mago conoce el destino, las vanas pretensiones de justificación adquieren tintes grotescos. Por eso, después de un largo silencio, tras su retahíla de despropósitos, sólo ha acertado a preguntar al viejo alquimista si será capaz de soportarse a si mismo y a sus locuras en este trozo de vida que le queda. El viejo astuto sabe que es un hombre de pequeñas resistencias.
../..”Como quien lee en un renglón tachado
el arrepentimiento de una vida,
con tesón, con piedad, con fe, aún con odio,../..
Claudio Rodríguez
Básicamente el marketing siempre exige un análisis DAFO para evaluar una situación cuando tenemos un producto. Es decir: puntos Débiles, Amenazas, puntos Fuertes y Oportunidades. Es la idea más importante que le quedó grabada después de tres años en un master que luce muy bonito cuando está colgado en la pared (nunca)
Moraleja: vaya mierda de producto que quiere vender.
../..”¿Qué importa la derrota cuando no hay sed de victoria?”
Luis Felipe Muñoz
martes, agosto 04, 2009
Presente.
La lenta cadencia del verano cepilla los cabellos de los sauces.
Para el que no quiera tanta orfebrería podemos decir que el sol continua girando locamente en su periplo natural, que los días transcurren rápidamente como años-luz, que hemos pasado el ecuador del año y que muchos cuerpos se achicharran, vuelta y vuelta, en las parrillas de la playa.
Desde la capital (el ombligo de este cuerpo de escombro que es la península ibérica), se vislumbran rayos de pereza entre las nubes del ocio. Todo está cerrado por obras, interrumpido por descanso, remansado. Y sólamente unos cuantos (son muchos pero parecen pocos) aporrean los teclados o estampan sellos en facturas interminables, haciendo horas extras que nunca serán retribuídas.
Es buen momento para discutir sobre aquella tesis que se nombró acerca de dos conceptos tan dispares como el Vértigo y el Éxtasis. Muchos dicen que el primero conduce al segundo, otros ignorantes (entre los que me incluyo) piensan que la prolongación del Vértigo es el Pánico. ¿Qué más da?: lo importante es que ambos conceptos, por separado, son lo suficientemente terribles como para intentar aunarlos y/o vincularlos. Lo importante no es el concepto, es el sentimiento. Y existe una tremenda diferencia, en el sentir, en las tres palabras expresadas.
En un escritor los estados son graduales: vértigo ante lo pensado, pánico ante un papel en blanco y éxtasis ante la obra acabada (en algunas ocasiones, este éxtasis puede transformarse en naúseas o ganas de vomitar y/o quemar el papelucho que se ofrece ante sus ojos)
El resto: literatura barata.
La lenta cadencia del verano cepilla los cabellos de los sauces.
Para el que no quiera tanta orfebrería podemos decir que el sol continua girando locamente en su periplo natural, que los días transcurren rápidamente como años-luz, que hemos pasado el ecuador del año y que muchos cuerpos se achicharran, vuelta y vuelta, en las parrillas de la playa.
Desde la capital (el ombligo de este cuerpo de escombro que es la península ibérica), se vislumbran rayos de pereza entre las nubes del ocio. Todo está cerrado por obras, interrumpido por descanso, remansado. Y sólamente unos cuantos (son muchos pero parecen pocos) aporrean los teclados o estampan sellos en facturas interminables, haciendo horas extras que nunca serán retribuídas.
Es buen momento para discutir sobre aquella tesis que se nombró acerca de dos conceptos tan dispares como el Vértigo y el Éxtasis. Muchos dicen que el primero conduce al segundo, otros ignorantes (entre los que me incluyo) piensan que la prolongación del Vértigo es el Pánico. ¿Qué más da?: lo importante es que ambos conceptos, por separado, son lo suficientemente terribles como para intentar aunarlos y/o vincularlos. Lo importante no es el concepto, es el sentimiento. Y existe una tremenda diferencia, en el sentir, en las tres palabras expresadas.
En un escritor los estados son graduales: vértigo ante lo pensado, pánico ante un papel en blanco y éxtasis ante la obra acabada (en algunas ocasiones, este éxtasis puede transformarse en naúseas o ganas de vomitar y/o quemar el papelucho que se ofrece ante sus ojos)
El resto: literatura barata.
martes, julio 28, 2009
Pasado.
Se dice que es un psicólogo de andar por casa: eso es lo que daba a entender aquel artículo de la revista en la que no había resquicios a la duda. Nada más lejos de su intención que procurar hacer traslúcidos los pensamientos o los sentimientos (¡mira que le gustaría!) de las cosas poco evidentes. Puede que la tristeza ocasional y la insatisfacción alterna sean dos de ellas y no sabe hasta qué punto sus comentarios acerca de lo que percibe pueden, o no, influir o dejar indiferente a los fantasmas de la lejanía.
Miedo. Percibe miedo desde la distancia de la montaña. Y es que nunca ha tenido vocación de Mesías o de iluminado (¡se conocen tanto sus defectos!) y lo único que le queda, como dice Blas de Otero, es la palabra. Porque de todo aquello que no posee es lo que ha podido adoptar, el maravilloso don que ha podido adquirir con el paso del tiempo. Muchas otras cosas han sido, son y serán imposibles de conseguir.
Por lo demás…nunca hay que fiarse de un psicólogo de pacotilla: más vale actuar según los dictados de la conciencia o del corazón.
“Un instante vacío
de acción puede poblarse solamente
de nostalgia o de vino.” ../..
José Hierro
De los siete pecados capitales quizá la soberbia sea el más deleznable. Reconoce estar un poco cansado de posturas altivas y razonamientos unidireccionales, de la posesión de la verdad y del conocimiento, de las palabras dolientes y agresoras. Del otro lado del espejo alguien le dice que no es él, que ha cambiado. Puede que quien diga todo esto tenga la razón y él esté equivocado, que su vida entera sea una equivocación, una pesadilla, un lastre descomunal que arrastra los renaceres a las simas ennegrecidas de la locura.
Puede que haya estado convencido de que todo lo que ha hecho ha sido lo correcto y se haya engañado a si mismo y, lo que es peor, haya engañado a algún espíritu ausente y lejano con serios convencimientos acerca de los temores. Toda ausencia o presencia es tan virtual como la capacidad de ensoñación y remembranza.
A veces no tiene palabras para decir……
..”apoyado en un buzón de correos y bajo la tenue luz de una vieja farola,
en la penumbra de la noche, creo mi propio universo de grandeza.”
Luis Felipe Muñoz
../.. “Nos separa una vida de color del desierto
Nos espera una historia de sollozos y gozos
Ya me ves ya me oyes nos estamos amando
Nunca están separados los lejanos lejanos.” .../..
Carlos E. De Ory
Se dice que es un psicólogo de andar por casa: eso es lo que daba a entender aquel artículo de la revista en la que no había resquicios a la duda. Nada más lejos de su intención que procurar hacer traslúcidos los pensamientos o los sentimientos (¡mira que le gustaría!) de las cosas poco evidentes. Puede que la tristeza ocasional y la insatisfacción alterna sean dos de ellas y no sabe hasta qué punto sus comentarios acerca de lo que percibe pueden, o no, influir o dejar indiferente a los fantasmas de la lejanía.
Miedo. Percibe miedo desde la distancia de la montaña. Y es que nunca ha tenido vocación de Mesías o de iluminado (¡se conocen tanto sus defectos!) y lo único que le queda, como dice Blas de Otero, es la palabra. Porque de todo aquello que no posee es lo que ha podido adoptar, el maravilloso don que ha podido adquirir con el paso del tiempo. Muchas otras cosas han sido, son y serán imposibles de conseguir.
Por lo demás…nunca hay que fiarse de un psicólogo de pacotilla: más vale actuar según los dictados de la conciencia o del corazón.
“Un instante vacío
de acción puede poblarse solamente
de nostalgia o de vino.” ../..
José Hierro
De los siete pecados capitales quizá la soberbia sea el más deleznable. Reconoce estar un poco cansado de posturas altivas y razonamientos unidireccionales, de la posesión de la verdad y del conocimiento, de las palabras dolientes y agresoras. Del otro lado del espejo alguien le dice que no es él, que ha cambiado. Puede que quien diga todo esto tenga la razón y él esté equivocado, que su vida entera sea una equivocación, una pesadilla, un lastre descomunal que arrastra los renaceres a las simas ennegrecidas de la locura.
Puede que haya estado convencido de que todo lo que ha hecho ha sido lo correcto y se haya engañado a si mismo y, lo que es peor, haya engañado a algún espíritu ausente y lejano con serios convencimientos acerca de los temores. Toda ausencia o presencia es tan virtual como la capacidad de ensoñación y remembranza.
A veces no tiene palabras para decir……
..”apoyado en un buzón de correos y bajo la tenue luz de una vieja farola,
en la penumbra de la noche, creo mi propio universo de grandeza.”
Luis Felipe Muñoz
../.. “Nos separa una vida de color del desierto
Nos espera una historia de sollozos y gozos
Ya me ves ya me oyes nos estamos amando
Nunca están separados los lejanos lejanos.” .../..
Carlos E. De Ory
viernes, julio 24, 2009
Pasado.
Desde la ventana medio abierta llega un olor a cemento mojado, a quincalla y a Nazareno. Esta noche deben redoblar las procesiones de las ánimas destrozadas, arrastrando las gruesas cadenas de sus tobillos por los misterios huérfanos de pisadas. Esta noche se hacen planes para dejar todo lo atado bien suelto y allá cada cual con su conciencia que la suya la perdió en las oscuras esquinas de los escondidos edificios que entornaban los ojos y cuchicheaban al ver sus pasos huidizos y expectantes.
Otro piano, otro violín y otro saxo. Suelen ser los mismos pero siempre asemejan otros, como el tiempo o la vida: la misma agua insalobre y los tragos de cada momento que ahogan las gargantas en la quinta esencia del ansia que parece distinta sin serlo. No tiene, no tiene…Negación. Apoplejía resquebrajada de las cuerdas de una guitarra, tendones de dolor partidos por unos compases que suenan a lo de siempre, dientes negros en las teclas del piano, vida loca que repite la canción que se repite en todo momento.
No tiene, no tiene…más fuerzas para volar tras las cometas sin un hilo que le sujete a la tierra; no tiene más ilusiones para reabrir la caja de Pandora que yace vacía desde hace tiempo sobre las rodillas; no tiene ya los días que se escoran sobre los arrecifes brutales de las buenas palabras y las malas ausencias; no tiene más ganas de ver doblar el rostro hacia el suelo o taparse la cara con un manto de disimulo para evitar la desidia de ser visto.
Acurrucado el miedo sobre el volante, la infamia acusadora medida en kilómetros por hora cuando el movimiento está parado y son otros los que se dirigen al punto mutuo del encuentro. El rostro cabizbajo, oculto tras las manos, como si distraídamente pasara por aquí y esto no es lo que parece. Todo es mentira, las afirmaciones y las negaciones. Él mismo es una mentira y toca cada fibra de su embuste esperando que alguna certeza le escupa o le encorajine para conseguir aquel fin para el que nunca fue preparado. Función baladí la que tocó representar con sus malos diálogos y peores fundamentos. Pura mentira para sí mismo, que es otro; el otro que colabora con el Fondo Solidario Fortuna (0,7% para el tercer mundo) sin solidarizarse consigo mismo. Anatema. Cada obra de caridad empieza por uno mismo. Falacias. Irrealidades que alguna vez creyó tangibles (incluso pudo demostrar su densidad) pero que al llegar al punto de ebullición se evaporan como vapor de sueño. Y cambiar la sílaba científica para trocar “ebullición” en “crítico” y acobardar a los cobardes y espolear a los héroes que consiguen una honrosa retirada.
Con el rostro entre las manos. Avergonzado de lo socialmente incorrecto porque “yo sé que ellos me conocen y quiero seguir guardando en un joyero gigante un broche de amatista llamado forma, una gasa dormida llamada sentimiento y un tu-y-yo con cenefas que se oculta en el cesto de la ropa sucia o se cuelga en la buhardilla de las camisetas usadas”. Hundamos mutuamente el rostro entre las callejuelas.
Esta noche se hacen planes para dejar todo lo atado bien suelto porque otra piedra más rompe las costillas y el agua insalobre (¿o será insalubre?) no se puede beber. No tiene negación, ni afirma nada. Ha perdido su último criterio en la subjetividad de las apreciaciones. La vida en technicolor es sólo una película y empieza a estar cansado de saberse su argumento. “As time goes by”….
“Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.” ../..
Blas de Otero
Desde la ventana medio abierta llega un olor a cemento mojado, a quincalla y a Nazareno. Esta noche deben redoblar las procesiones de las ánimas destrozadas, arrastrando las gruesas cadenas de sus tobillos por los misterios huérfanos de pisadas. Esta noche se hacen planes para dejar todo lo atado bien suelto y allá cada cual con su conciencia que la suya la perdió en las oscuras esquinas de los escondidos edificios que entornaban los ojos y cuchicheaban al ver sus pasos huidizos y expectantes.
Otro piano, otro violín y otro saxo. Suelen ser los mismos pero siempre asemejan otros, como el tiempo o la vida: la misma agua insalobre y los tragos de cada momento que ahogan las gargantas en la quinta esencia del ansia que parece distinta sin serlo. No tiene, no tiene…Negación. Apoplejía resquebrajada de las cuerdas de una guitarra, tendones de dolor partidos por unos compases que suenan a lo de siempre, dientes negros en las teclas del piano, vida loca que repite la canción que se repite en todo momento.
No tiene, no tiene…más fuerzas para volar tras las cometas sin un hilo que le sujete a la tierra; no tiene más ilusiones para reabrir la caja de Pandora que yace vacía desde hace tiempo sobre las rodillas; no tiene ya los días que se escoran sobre los arrecifes brutales de las buenas palabras y las malas ausencias; no tiene más ganas de ver doblar el rostro hacia el suelo o taparse la cara con un manto de disimulo para evitar la desidia de ser visto.
Acurrucado el miedo sobre el volante, la infamia acusadora medida en kilómetros por hora cuando el movimiento está parado y son otros los que se dirigen al punto mutuo del encuentro. El rostro cabizbajo, oculto tras las manos, como si distraídamente pasara por aquí y esto no es lo que parece. Todo es mentira, las afirmaciones y las negaciones. Él mismo es una mentira y toca cada fibra de su embuste esperando que alguna certeza le escupa o le encorajine para conseguir aquel fin para el que nunca fue preparado. Función baladí la que tocó representar con sus malos diálogos y peores fundamentos. Pura mentira para sí mismo, que es otro; el otro que colabora con el Fondo Solidario Fortuna (0,7% para el tercer mundo) sin solidarizarse consigo mismo. Anatema. Cada obra de caridad empieza por uno mismo. Falacias. Irrealidades que alguna vez creyó tangibles (incluso pudo demostrar su densidad) pero que al llegar al punto de ebullición se evaporan como vapor de sueño. Y cambiar la sílaba científica para trocar “ebullición” en “crítico” y acobardar a los cobardes y espolear a los héroes que consiguen una honrosa retirada.
Con el rostro entre las manos. Avergonzado de lo socialmente incorrecto porque “yo sé que ellos me conocen y quiero seguir guardando en un joyero gigante un broche de amatista llamado forma, una gasa dormida llamada sentimiento y un tu-y-yo con cenefas que se oculta en el cesto de la ropa sucia o se cuelga en la buhardilla de las camisetas usadas”. Hundamos mutuamente el rostro entre las callejuelas.
Esta noche se hacen planes para dejar todo lo atado bien suelto porque otra piedra más rompe las costillas y el agua insalobre (¿o será insalubre?) no se puede beber. No tiene negación, ni afirma nada. Ha perdido su último criterio en la subjetividad de las apreciaciones. La vida en technicolor es sólo una película y empieza a estar cansado de saberse su argumento. “As time goes by”….
“Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.” ../..
Blas de Otero
jueves, julio 16, 2009
Presente.
Curioseo por esos caminos literarios de los blogs amigos.
Me gusta ver como Marta Rubio (esa bondad andante) es fiel a su cita casi diaria en sus Enredos de luz: citas y poemas de dulce sensibilidad adornan las páginas amarillas de su espacio, acompañadas por las fantásticas fotografías de Juan Antonio Flores, compañero de fatigas, sílabas e imágenes.
Leo las noticias de Antonio Daganzo en su Sinfonía de las palabras, su exquisito gusto para la música y sus letras, propias o ajenas, acopladas en cada momento. Rivas tiene un buen representante.
Me sorprendo (con todo mi agradecimiento) de la acertada crítica que da a mi libro Rafael González Serrano en su De turbio en claro. Reitero mi impaciente espera por el próximo nacimiento de Insistir en la noche, que aparecerá en Vitruvio y del que ya comentará algo cuando lo lea completamente.
Observo, curioso, la hibernación vacacional del blog de mi amigo Julio Más: referente ecléctico, sutil e intelectual del panorama poético madrileño. A ver cuándo vuelves a informarnos, Julio.
Navego sin lancha por los confines de multitud de páginas y poemas. El mundo virtual es muy curioso, como todos aquellos lectores que se posan en nuestras páginas de ilusiones para leer los sentimientos que reflejamos en la escritura.
Gracias a ellos.
Y gracias a vosotros, amigos literatos, por conseguir atraer los sentidos de las cuerpos viajeros.
Curioseo por esos caminos literarios de los blogs amigos.
Me gusta ver como Marta Rubio (esa bondad andante) es fiel a su cita casi diaria en sus Enredos de luz: citas y poemas de dulce sensibilidad adornan las páginas amarillas de su espacio, acompañadas por las fantásticas fotografías de Juan Antonio Flores, compañero de fatigas, sílabas e imágenes.
Leo las noticias de Antonio Daganzo en su Sinfonía de las palabras, su exquisito gusto para la música y sus letras, propias o ajenas, acopladas en cada momento. Rivas tiene un buen representante.
Me sorprendo (con todo mi agradecimiento) de la acertada crítica que da a mi libro Rafael González Serrano en su De turbio en claro. Reitero mi impaciente espera por el próximo nacimiento de Insistir en la noche, que aparecerá en Vitruvio y del que ya comentará algo cuando lo lea completamente.
Observo, curioso, la hibernación vacacional del blog de mi amigo Julio Más: referente ecléctico, sutil e intelectual del panorama poético madrileño. A ver cuándo vuelves a informarnos, Julio.
Navego sin lancha por los confines de multitud de páginas y poemas. El mundo virtual es muy curioso, como todos aquellos lectores que se posan en nuestras páginas de ilusiones para leer los sentimientos que reflejamos en la escritura.
Gracias a ellos.
Y gracias a vosotros, amigos literatos, por conseguir atraer los sentidos de las cuerpos viajeros.
lunes, julio 13, 2009
Pasado.
Se va acercando el verano. Los días se dilatan y la noche se hace perezosa para aparecer. Gente, gente, gente….
En Las Vistillas fluye un río de personas que observan, escuchan, ríen, charlan, y tantean, palmo a palmo, al empuje de los cuerpos que se entrechocan. Bailén, Mayor, Sol, La Cruz… va haciendo un paseo insondable por las profundidades de los festejos a unos metros más adelante que el grupo. Gira su cabeza a derecha e izquierda, otea, sonríe recordando ciertos momentos e imagina que ese vacío que ocupa su lado diestro se transforma en una mano sujetando los sueños por una acera cualquiera. Canturrea y coloco la visera de su gorra americana, buena disimuladora de calvicies. Susurra un nombre….
Y vuelve a la conclusión repetida: todo tiene un nombre propio. Pero ya son cerca de las nueve y no ha anochecido aún. La noche y él son una pareja perezosa.
“La alta noche borra
mis huellas.
En la embriaguez soy
eterno.”
José María Álvarez
Alguien que pasa a su lado lleva un perfume conocido. Entre los caminos polvorientos surgen amaneceres de rosas y besos, explosiones infinitas de fuego de artificio que iluminan su rostro, su cigarrillo y el resto de whisky que aún sostiene entre sus manos. Un abrazo, un saludo bajo la música estridente, tres palillos rotos con una escopeta de perdigones y varias caídas de un toro mecánico al alimón con desconocidos: pequeñas sensaciones rezumantes para no conseguir un olvido. Entre los caminos polvorientos surgen aguas del pequeño lago que reflejan las estrellas, oscuras sendas desconocidas llenas de misterio, notas de música lánguida que me despiden en la lejanía, orquídeas imposibles, dragones, niñas perdidas…¡Peter Pan debe de andar cerca!
../..”Porque por ti yo he sido, yo soy música,
ritmo veloz, cadencia lenta, brisa
de los juncos, vocablo de la mar, estribillo
de las simples cigarras populares.
Porque por ti soy tú y seré por ti sólo
lo que fuiste y serás para siempre en el tiempo.”
Rafael Alberti
../..”Atrás
quedó una cuneta donde se desgajan
las costillas de algún can peregrino”.
Boris Lubernieff
Se va acercando el verano. Los días se dilatan y la noche se hace perezosa para aparecer. Gente, gente, gente….
En Las Vistillas fluye un río de personas que observan, escuchan, ríen, charlan, y tantean, palmo a palmo, al empuje de los cuerpos que se entrechocan. Bailén, Mayor, Sol, La Cruz… va haciendo un paseo insondable por las profundidades de los festejos a unos metros más adelante que el grupo. Gira su cabeza a derecha e izquierda, otea, sonríe recordando ciertos momentos e imagina que ese vacío que ocupa su lado diestro se transforma en una mano sujetando los sueños por una acera cualquiera. Canturrea y coloco la visera de su gorra americana, buena disimuladora de calvicies. Susurra un nombre….
Y vuelve a la conclusión repetida: todo tiene un nombre propio. Pero ya son cerca de las nueve y no ha anochecido aún. La noche y él son una pareja perezosa.
“La alta noche borra
mis huellas.
En la embriaguez soy
eterno.”
José María Álvarez
Alguien que pasa a su lado lleva un perfume conocido. Entre los caminos polvorientos surgen amaneceres de rosas y besos, explosiones infinitas de fuego de artificio que iluminan su rostro, su cigarrillo y el resto de whisky que aún sostiene entre sus manos. Un abrazo, un saludo bajo la música estridente, tres palillos rotos con una escopeta de perdigones y varias caídas de un toro mecánico al alimón con desconocidos: pequeñas sensaciones rezumantes para no conseguir un olvido. Entre los caminos polvorientos surgen aguas del pequeño lago que reflejan las estrellas, oscuras sendas desconocidas llenas de misterio, notas de música lánguida que me despiden en la lejanía, orquídeas imposibles, dragones, niñas perdidas…¡Peter Pan debe de andar cerca!
../..”Porque por ti yo he sido, yo soy música,
ritmo veloz, cadencia lenta, brisa
de los juncos, vocablo de la mar, estribillo
de las simples cigarras populares.
Porque por ti soy tú y seré por ti sólo
lo que fuiste y serás para siempre en el tiempo.”
Rafael Alberti
../..”Atrás
quedó una cuneta donde se desgajan
las costillas de algún can peregrino”.
Boris Lubernieff
lunes, julio 06, 2009
Presente.
Hace unas semanas, Rafael González Serrano me envió sus dos libros publicados en Vitruvio (Presencias figuradas publicado en 2006 y Manual de fingimientos publicado en 2008) porque, a pesar de haber compartido bastantes tardes de presentaciones y poesía con él, desconocía totalmente el tono de su obra.
Es Rafael González Serrano una persona silenciosa, con cierto punto de timidez y presencia callada. No es extraño que esas caracaterísticas impregnen sus versos: poesía intimista, dolorosa, de amores y desengaños, de lectura densa (no apta para cualquier paladar) y pausada.
Para quien lo desee, rescato una versos de Presencias figuradas :
Porque siempre serás
la ausente palabra
de una voz impronunciable. ../..
.../... Nunca seré el nombre que prenderás
en tu talle, jamás una caricia
que recordar cuando te resuelvas en polvo. .../...
.../... Por estar contigo, si,
sería capaz hasta de olvidarte.
.../... Por eso desde aquí aún aguardo
como quien espera todo,
como quien confía en auroras.
Personalmente creo que Presencias figuradas es un libro más auténtico, más Rafaeliano, que Manual de fingimientos. La esencia de lo no hollado es la más real y siempre un primer libro tiene esa esencia. Es Manual de fingimientos un libro más trabajado, más construido, más buscado: un libro de reválida que, con puntos comunes, difiere del primero en otros.
.../... Así son los estímulos del espejismo:
ilusión azóguica,
magia de estrellas,
polvo del sentido.
Por todo eso y porque la poesía es apta para todo tiempo (incluida la canícula actual), no estaría mal, para aquellos que no lo hayan hecho, recrearse tranquilamente en los poemas de estos libros.
Nunca está de más descubrir nuevos autores que aporten algo a este panorama.
Hace unas semanas, Rafael González Serrano me envió sus dos libros publicados en Vitruvio (Presencias figuradas publicado en 2006 y Manual de fingimientos publicado en 2008) porque, a pesar de haber compartido bastantes tardes de presentaciones y poesía con él, desconocía totalmente el tono de su obra.
Es Rafael González Serrano una persona silenciosa, con cierto punto de timidez y presencia callada. No es extraño que esas caracaterísticas impregnen sus versos: poesía intimista, dolorosa, de amores y desengaños, de lectura densa (no apta para cualquier paladar) y pausada.
Para quien lo desee, rescato una versos de Presencias figuradas :
Porque siempre serás
la ausente palabra
de una voz impronunciable. ../..
.../... Nunca seré el nombre que prenderás
en tu talle, jamás una caricia
que recordar cuando te resuelvas en polvo. .../...
.../... Por estar contigo, si,
sería capaz hasta de olvidarte.
.../... Por eso desde aquí aún aguardo
como quien espera todo,
como quien confía en auroras.
Personalmente creo que Presencias figuradas es un libro más auténtico, más Rafaeliano, que Manual de fingimientos. La esencia de lo no hollado es la más real y siempre un primer libro tiene esa esencia. Es Manual de fingimientos un libro más trabajado, más construido, más buscado: un libro de reválida que, con puntos comunes, difiere del primero en otros.
.../... Así son los estímulos del espejismo:
ilusión azóguica,
magia de estrellas,
polvo del sentido.
Por todo eso y porque la poesía es apta para todo tiempo (incluida la canícula actual), no estaría mal, para aquellos que no lo hayan hecho, recrearse tranquilamente en los poemas de estos libros.
Nunca está de más descubrir nuevos autores que aporten algo a este panorama.
lunes, junio 29, 2009
El cenicero azul, el mechero rojo, el bolígrafo negro..Todos esos amigos de colores que se repiten como un tañido de muerte, día a día.
De muerte, de muerte…Joe Gideon, el alter-ego de Bob Fosse en la maravillosa “All that jazz”, hace un panegírico de la Dama Negra y divide su encuentro en cinco estados: cólera, negación, pacto, depresión y aceptación. Piensa cual de los cinco es el más importante y, si acierta, tendrá premio. ¡Ding, dong!: una bonita muñeca chochona de anti-materia para viajar acompañado en el último transiberiano.
Delira. La marea de la fiebre sube y baja en las playas de sus sienes. Mañana será martes y volverá a embestir a los molinos de viento que le amenazan en sus barbechos. Sancho ha huido hacia la tierra de los pictos y la única mancha que existe es ese pequeño borrón que ensombrece el futuro apocalíptico.
../..”Recordar lo que ha pasado
y no saber qué pasará.” ../..
Tontxu
Ligera resaca y sutil dolor de cabeza. Una bocanada de tos y una neblina cercana a modo de nicotina volante. A estas horas toca trascripción, censura y adecentamiento de vocablos anteriormente escritos. No hay prisa. Nada espera al otro lado del espejo, al otro lado de sí mismo: se puede apurar todo el tiempo del mundo que a nadie le importa y, si acaso importara, la guerra por consecución está muy mal vista y toda la opinión pública iría contra la OTAN local.
No, no hay prisa.
../..”Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.”
Jaime Gil de Biedma
Porque todo tiene su dulce ritmo, su mefistofélico compás, nada compagina tanto el vacío con los susurros como una ausencia semanal. Joe Gideon entona la canción del final, los dormidos acordes que entornan las pestañas de los ojos acuosos. Duermen los aleros de los edificios y la noche arropa con tacto maternal la imagen inventada de unas pupilas oscuras.
No hay que dejar que el frío adormezca los corazones ni que la lluvia empape los pensamientos: todo queda lejos. Demasiado lejos.
“De tu vida sólo me diste un instante. Tengo la certeza de que, pese al pasado y pese al futuro, en el latido eterno de ese único instante de nuestras vidas, me amas”
Jeremy Irons en “La Caja China”
../..”En aquellas imágenes reconocer
la esencia de la fugacidad.
Y a su paso
el silencio
todo colmándolo.”
José Luis Jover
De muerte, de muerte…Joe Gideon, el alter-ego de Bob Fosse en la maravillosa “All that jazz”, hace un panegírico de la Dama Negra y divide su encuentro en cinco estados: cólera, negación, pacto, depresión y aceptación. Piensa cual de los cinco es el más importante y, si acierta, tendrá premio. ¡Ding, dong!: una bonita muñeca chochona de anti-materia para viajar acompañado en el último transiberiano.
Delira. La marea de la fiebre sube y baja en las playas de sus sienes. Mañana será martes y volverá a embestir a los molinos de viento que le amenazan en sus barbechos. Sancho ha huido hacia la tierra de los pictos y la única mancha que existe es ese pequeño borrón que ensombrece el futuro apocalíptico.
../..”Recordar lo que ha pasado
y no saber qué pasará.” ../..
Tontxu
Ligera resaca y sutil dolor de cabeza. Una bocanada de tos y una neblina cercana a modo de nicotina volante. A estas horas toca trascripción, censura y adecentamiento de vocablos anteriormente escritos. No hay prisa. Nada espera al otro lado del espejo, al otro lado de sí mismo: se puede apurar todo el tiempo del mundo que a nadie le importa y, si acaso importara, la guerra por consecución está muy mal vista y toda la opinión pública iría contra la OTAN local.
No, no hay prisa.
../..”Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.”
Jaime Gil de Biedma
Porque todo tiene su dulce ritmo, su mefistofélico compás, nada compagina tanto el vacío con los susurros como una ausencia semanal. Joe Gideon entona la canción del final, los dormidos acordes que entornan las pestañas de los ojos acuosos. Duermen los aleros de los edificios y la noche arropa con tacto maternal la imagen inventada de unas pupilas oscuras.
No hay que dejar que el frío adormezca los corazones ni que la lluvia empape los pensamientos: todo queda lejos. Demasiado lejos.
“De tu vida sólo me diste un instante. Tengo la certeza de que, pese al pasado y pese al futuro, en el latido eterno de ese único instante de nuestras vidas, me amas”
Jeremy Irons en “La Caja China”
../..”En aquellas imágenes reconocer
la esencia de la fugacidad.
Y a su paso
el silencio
todo colmándolo.”
José Luis Jover
lunes, junio 22, 2009
Aunque el vaso está frío cree que sus manos no lo notan (lo confiesa: esta noche, martes perenne de Abril -siglo XX cambalache- está bebiendo un pequeño arroyo de olvido). Vuelve a tener ese tacto gélido del cual gozan sus palmas en las alternativas climatológicas. Puede que sean las secuelas de este día lluvioso, fresco y traicionero; las consistencias acumuladas de la frivolidad pasajera de la que aparenta gozar en el discurrir de la monotonía. Puede que sea la impresión, aún duradera, de ese frenazo inoportuno, bajo el aguacero, que le ha hecho derrapar más de diez metros y acabar empotrado sobre el maletero de un simpático taxista, en una imagen trágica–cómica de sorpresa y decepción. Afortunadamente para el taxista y para su integridad no ha habido que lamentar daños materiales: de una manera increíble se han salvado las chapas de ambos vehículos. Aunque debe reconocer que su carrocería personal ha quedado un poco más tocada: no está acostumbrado a los planchazos contra los maleteros de los automóviles. Pero eso es otra historia.
“El dolor verdadero no hace ruido
deja un susurro como el de las hojas
del álamo mecidas por el viento,”. /..
Claudio Rodríguez
Hacía tiempo que el día no se tornaba plateado y, con la belleza de los cristales ahumados por las nubes, se ha dejado llevar en la última hora del atardecer por los derroteros del capricho de la máquina. No importa la lluvia (a fin de cuentas va y viene según sea el antojo de las nubes), sólo esa sensación de soledad que le empapa más aún que el transitorio chaparrón. No hay gabardina que evite las torrenteras interiores.
../.. “Y era libre
sólo para decidir lo que no importa.”
Carlos Barral
Luz y taquígrafos. Transparencia. Claridad para los sentimientos y, a pesar de que no hay quórum, votación unánime para repudiar lo inaceptable. Soñar en mentiras. Mentiras bastardas que maquillan con colores de furcia las excusas más comunes; tanteo de postores, chamarileros tramposos que nunca dejan ganar. El neón azul del horizonte, la luz amarillenta de las ventanas lascivas, la terquedad vestida con ropa interior…. Escepticismo.
Censurar y edulcorar tienen el mismo sufijo. Primera terminación verbal. Presente de indicativo. Es bastante indicativo que el presente camina ante los ojos a tirones. Como un automóvil al que le falla el carburador, camina renqueante entre las veredas del ahora y se detiene con la mirada cansina introduciéndose entre las sábanas de los prostíbulos perdidos fuera del asfalto de las carreteras.
../.. “Perdonadme que hoy sienta pena y la diga.
No me culpéis. Ha sido
la vuelta del otoño.”
Rafael Alberti
../..”lo último de anoche. Dije:
la noche me ha olvidado
y se ha muerto el silencio.”
Boris Lubernieff
“El dolor verdadero no hace ruido
deja un susurro como el de las hojas
del álamo mecidas por el viento,”. /..
Claudio Rodríguez
Hacía tiempo que el día no se tornaba plateado y, con la belleza de los cristales ahumados por las nubes, se ha dejado llevar en la última hora del atardecer por los derroteros del capricho de la máquina. No importa la lluvia (a fin de cuentas va y viene según sea el antojo de las nubes), sólo esa sensación de soledad que le empapa más aún que el transitorio chaparrón. No hay gabardina que evite las torrenteras interiores.
../.. “Y era libre
sólo para decidir lo que no importa.”
Carlos Barral
Luz y taquígrafos. Transparencia. Claridad para los sentimientos y, a pesar de que no hay quórum, votación unánime para repudiar lo inaceptable. Soñar en mentiras. Mentiras bastardas que maquillan con colores de furcia las excusas más comunes; tanteo de postores, chamarileros tramposos que nunca dejan ganar. El neón azul del horizonte, la luz amarillenta de las ventanas lascivas, la terquedad vestida con ropa interior…. Escepticismo.
Censurar y edulcorar tienen el mismo sufijo. Primera terminación verbal. Presente de indicativo. Es bastante indicativo que el presente camina ante los ojos a tirones. Como un automóvil al que le falla el carburador, camina renqueante entre las veredas del ahora y se detiene con la mirada cansina introduciéndose entre las sábanas de los prostíbulos perdidos fuera del asfalto de las carreteras.
../.. “Perdonadme que hoy sienta pena y la diga.
No me culpéis. Ha sido
la vuelta del otoño.”
Rafael Alberti
../..”lo último de anoche. Dije:
la noche me ha olvidado
y se ha muerto el silencio.”
Boris Lubernieff
jueves, junio 18, 2009
..”no me ames por lo que fui, ni por lo que soy, ni tampoco por lo que seré; ámame únicamente por lo que no fui, por lo que no soy, por lo que no seré nunca.”
Pedro Casariego Córdoba
“Entonces, llegaron ellos…”
J. M. Serrat
Entonces llegaron ellos y enmudecieron sus palabras, maniataron sus labios y cortaron su sangre fría en pequeños pétalos de rosas. Llegaron ellos sin la sorpresa de la llegada porque vivían allí donde siempre la miseria hace sentirse miserable. Recitaban palabras curiosas con significados inocuos: loma, radio, touché, victoria, cerveza, regalo, huida, espera, laberinto, triángulo, zumo, muchedumbre, desesperación, ruta, cárcel, plasma, descampado, plenilunio, cuaderno, poesía, esdrújula, puerta, camino, destrozo, invento, futuro, palabra…..
Hacia él, la dirección de los desastres refractarios. Nada que oponer al suave roce de las estrellas circenses ni a los arañazos acuchilladores de la luz a través de los agujeros de las persianas: embestida ciega hacia el capote negro.
Puede aprender a no dar a las cosas más importancia de la que tienen, a reunir trocitos de desventuras azucarados sin tener que formar, obligatoriamente, una antología de dolor prologada por el catedrático de las lágrimas. Puede aprender a esconder los ojos tras las palmas de las manos, a morder su lengua, a olvidar. Podría aprender y así, de esta manera tan sencilla, aprobar la asignatura más larga de su vida: teoría del destino.
Pero no le apetece en absoluto. Día a día llegan ellos y enmudecen sus palabras, maniatan sus labios y sirven en su whisky los cubitos de hielo de su sangre. Su pregunta es siempre la misma y él….¡no se siente con fuerzas para dar más respuestas!
../..”yo no soy más que el resultado, el fruto,
lo que queda, podrido, entre los restos;
esto que veis aquí,
tan solo esto:
un escombro tenaz, que se resiste
a su ruina, que lucha contra el viento,
que avanza por caminos que no llevan
a ningún sitio. El éxito
de todos los fracasos. La enloquecida
fuerza del desaliento…”
Ángel González
Ha roto el último papel escrito y ha guardado los pedacitos en el interior de un paquete de tabaco vacío. Luego lo ha tirado al cubo de la basura esperando que, durante su trayecto o hasta su final, encuentre algún naufrago que sienta necesidad de reconstruir el mensaje y, después, le conteste.
Así son las palabras. Mensajeros sin destino cuando el destino no quiere disponer de ellas, pequeñas pestañas que caen sobre el papel en blanco y que se apartan con un gesto de desidia y desdén, párrafos apoyados en el horizonte del mar en un mar sin horizonte, ecos erráticos que acaban en vida…¡nada!
../..”No, no puede el corazón deshacer la trenza de un recuerdo y
decir sólo una palabra: “sucedió”.”
Manuel Álvarez Ortega
Pedro Casariego Córdoba
“Entonces, llegaron ellos…”
J. M. Serrat
Entonces llegaron ellos y enmudecieron sus palabras, maniataron sus labios y cortaron su sangre fría en pequeños pétalos de rosas. Llegaron ellos sin la sorpresa de la llegada porque vivían allí donde siempre la miseria hace sentirse miserable. Recitaban palabras curiosas con significados inocuos: loma, radio, touché, victoria, cerveza, regalo, huida, espera, laberinto, triángulo, zumo, muchedumbre, desesperación, ruta, cárcel, plasma, descampado, plenilunio, cuaderno, poesía, esdrújula, puerta, camino, destrozo, invento, futuro, palabra…..
Hacia él, la dirección de los desastres refractarios. Nada que oponer al suave roce de las estrellas circenses ni a los arañazos acuchilladores de la luz a través de los agujeros de las persianas: embestida ciega hacia el capote negro.
Puede aprender a no dar a las cosas más importancia de la que tienen, a reunir trocitos de desventuras azucarados sin tener que formar, obligatoriamente, una antología de dolor prologada por el catedrático de las lágrimas. Puede aprender a esconder los ojos tras las palmas de las manos, a morder su lengua, a olvidar. Podría aprender y así, de esta manera tan sencilla, aprobar la asignatura más larga de su vida: teoría del destino.
Pero no le apetece en absoluto. Día a día llegan ellos y enmudecen sus palabras, maniatan sus labios y sirven en su whisky los cubitos de hielo de su sangre. Su pregunta es siempre la misma y él….¡no se siente con fuerzas para dar más respuestas!
../..”yo no soy más que el resultado, el fruto,
lo que queda, podrido, entre los restos;
esto que veis aquí,
tan solo esto:
un escombro tenaz, que se resiste
a su ruina, que lucha contra el viento,
que avanza por caminos que no llevan
a ningún sitio. El éxito
de todos los fracasos. La enloquecida
fuerza del desaliento…”
Ángel González
Ha roto el último papel escrito y ha guardado los pedacitos en el interior de un paquete de tabaco vacío. Luego lo ha tirado al cubo de la basura esperando que, durante su trayecto o hasta su final, encuentre algún naufrago que sienta necesidad de reconstruir el mensaje y, después, le conteste.
Así son las palabras. Mensajeros sin destino cuando el destino no quiere disponer de ellas, pequeñas pestañas que caen sobre el papel en blanco y que se apartan con un gesto de desidia y desdén, párrafos apoyados en el horizonte del mar en un mar sin horizonte, ecos erráticos que acaban en vida…¡nada!
../..”No, no puede el corazón deshacer la trenza de un recuerdo y
decir sólo una palabra: “sucedió”.”
Manuel Álvarez Ortega
lunes, junio 15, 2009
../..”Deje ya de retorcerse el bigote, señor Darling. Peter Pan no es más que un nombre, un nombre más para pronunciar a solas, con voz queda, en la habitación a oscuras. Deje ya de retorcerse el bigote, todo quedará en unas lágrimas, en un sollozo apagado por la noche: todo está en orden, señor Darling.”
Leopoldo María Panero
Anoche procuró evadirse de esta cárcel real y tomar el expreso de medianoche, viajar hasta Antananarivo y, desde allí, coger algún vehículo con dirección a Andranomaitso para perderse en los verdes bosques que lindan con el mar.
En los caminos de los sueños Madagascar está más lejos que unos cientos de kilómetros pero más cerca que la eterna presencia ausente de lo inalcanzable.
“Pues bien, como decía, viví el amor a golpes
de luz desenterrada. Creciendo a sacudidas
luché contra lo espeso de una tristeza informe.” ../..
Gabriel Celaya
Es difícil describir la sensación de abandono, la lóbrega humedad de las catacumbas del alma dolida. Es difícil protestar a lo incontestable, tener fe en la necesidad de la reciprocidad de los límites, preguntar por la medida de lo inconmensurable. No hay sueño. El cansancio coquetea con el insomnio: farsante y trilero, señala el cubilete equivocado que enseña la nada al levantarlo. La nueva unión promete futuras acritudes, nuevas necesidades legisladas en los códigos de la banalidad.
Supliquemos: somos la generación de los desarraigados y nunca llegaremos a reinar en el país de las esperanzas, paseamos por las riberas de la ensoñación mojándonos los pies a cada paso y lanzamos piedras a la zona más profunda de las aguas que nos reflejan. No hay sueño. Suplicamos para vivir y la recompensa es siempre la misma: la noche creada para vagar en el cansancio de lo esperado. Quizá el mañana nos sonría, nos bese en la boca (como decía Serrat) y nos haga vestir de chaqué antes de abandonar la esquina del paraíso, fumar un cigarrillo y volver hacia el café de Rick donde el viejo piano de Sam seguirá tocando las canciones de siempre. No hay sueño. Las piernas corredoras del reloj han girado varias veces después de las doce y, a estas alturas, el cansancio hace el amor con el insomnio.
Él sólo sabe extender los brazos y abarcar el espacio. Porque la noche es suya y hace tiempo que la marcó con el hierro del reencuentro.
../..”Pero sé que la tristeza es gris y fluye.
Porque sólo fluye en el mundo la tristeza.
Todo lo que fluye es lágrimas.
Todo lo que fluye es tristeza, y no sabemos de dónde
Viene la tristeza.”../..
Dámaso Alonso
Leopoldo María Panero
Anoche procuró evadirse de esta cárcel real y tomar el expreso de medianoche, viajar hasta Antananarivo y, desde allí, coger algún vehículo con dirección a Andranomaitso para perderse en los verdes bosques que lindan con el mar.
En los caminos de los sueños Madagascar está más lejos que unos cientos de kilómetros pero más cerca que la eterna presencia ausente de lo inalcanzable.
“Pues bien, como decía, viví el amor a golpes
de luz desenterrada. Creciendo a sacudidas
luché contra lo espeso de una tristeza informe.” ../..
Gabriel Celaya
Es difícil describir la sensación de abandono, la lóbrega humedad de las catacumbas del alma dolida. Es difícil protestar a lo incontestable, tener fe en la necesidad de la reciprocidad de los límites, preguntar por la medida de lo inconmensurable. No hay sueño. El cansancio coquetea con el insomnio: farsante y trilero, señala el cubilete equivocado que enseña la nada al levantarlo. La nueva unión promete futuras acritudes, nuevas necesidades legisladas en los códigos de la banalidad.
Supliquemos: somos la generación de los desarraigados y nunca llegaremos a reinar en el país de las esperanzas, paseamos por las riberas de la ensoñación mojándonos los pies a cada paso y lanzamos piedras a la zona más profunda de las aguas que nos reflejan. No hay sueño. Suplicamos para vivir y la recompensa es siempre la misma: la noche creada para vagar en el cansancio de lo esperado. Quizá el mañana nos sonría, nos bese en la boca (como decía Serrat) y nos haga vestir de chaqué antes de abandonar la esquina del paraíso, fumar un cigarrillo y volver hacia el café de Rick donde el viejo piano de Sam seguirá tocando las canciones de siempre. No hay sueño. Las piernas corredoras del reloj han girado varias veces después de las doce y, a estas alturas, el cansancio hace el amor con el insomnio.
Él sólo sabe extender los brazos y abarcar el espacio. Porque la noche es suya y hace tiempo que la marcó con el hierro del reencuentro.
../..”Pero sé que la tristeza es gris y fluye.
Porque sólo fluye en el mundo la tristeza.
Todo lo que fluye es lágrimas.
Todo lo que fluye es tristeza, y no sabemos de dónde
Viene la tristeza.”../..
Dámaso Alonso
lunes, junio 08, 2009
Improvisaciones en un diario
../..”Sabe que le resulta necesario
aprender a vivir en otra edad,
en otro amor,
en otro tiempo.
Tiempo de habitaciones separadas.”
Luis García Montero
Sabe que este río no lleva a ningún mar pero navega por él sin tratar de alcanzar alguna orilla. Trata de acostumbrarse a demasiadas cosas pero es incapaz de digerirlas todas: siempre hay una proposición dispuesta a atacar al enemigo de uno mismo que es uno mismo.
Tamborileando los dedos sobre las teclas del majestuoso piano, Grieg suena a bosque, arroyo y presencia. Intenta escudriñar qué hace con su mente el Scherzo, Opus 54, nº 5 interpretado por el colosal Pletnev, en ese momento de escritura y pensamiento. Mientras escucha, el yogurt griego que dejó caer en su estómago durante la cena prefiere marcarse un twist contra las paredes del mismo: ¡simpático mamón!
No hay signos, ni formas. Ninguna señal se asoma a las estrellas en forma de fugacidad. Ni tan siquiera queda el aliento ni el empuje: el ánimo para el continuo esfuerzo, la palabra viva para la muerta esperanza. Sabe que este río no lleva a ningún mar pero desearía ahogarse en sus aguas para pertenecer a él y dormir en sus brazos para no temerle.
../..”Un sueño, como un espejo, es el engaño,
la trampa tendida ante las arenas más finas,
junto a las aguas más azules, tristes
como el ritual del peregrino.” ../..
Marcos R. Barnatán
*PD a una despedida:
Dice la cláusula decimotercera de una disposición transitoria que nada hay igual a la ensoñación que producen unas muecas peregrinas, unos guiños cómplices, un rictus alegre. Pero ninguna ley exige que no se mire, que no se sonría junto a alguien hasta doblar las arrugas de los ojos, que las palabras que surcaron el espacio no permanezcan ingrávidas por el vacío.
El tiempo se desvanece y no sabe si será demasiado evidente ese permanecer sentado, observando callado, donde el segundero no se detiene, donde la partida está tan cercana como el próximo reojo hacia el olvido.
Fuera de aquí los columpios incitan al pecado de ser niño y seguro que alguien los recuerda con cara golosa, hambrienta de sol y juegos. No hay que equivocarse: su mejor instante está por venir. Y todo será muy distinto.
Cuando él se haya marchado.
aprender a vivir en otra edad,
en otro amor,
en otro tiempo.
Tiempo de habitaciones separadas.”
Luis García Montero
Sabe que este río no lleva a ningún mar pero navega por él sin tratar de alcanzar alguna orilla. Trata de acostumbrarse a demasiadas cosas pero es incapaz de digerirlas todas: siempre hay una proposición dispuesta a atacar al enemigo de uno mismo que es uno mismo.
Tamborileando los dedos sobre las teclas del majestuoso piano, Grieg suena a bosque, arroyo y presencia. Intenta escudriñar qué hace con su mente el Scherzo, Opus 54, nº 5 interpretado por el colosal Pletnev, en ese momento de escritura y pensamiento. Mientras escucha, el yogurt griego que dejó caer en su estómago durante la cena prefiere marcarse un twist contra las paredes del mismo: ¡simpático mamón!
No hay signos, ni formas. Ninguna señal se asoma a las estrellas en forma de fugacidad. Ni tan siquiera queda el aliento ni el empuje: el ánimo para el continuo esfuerzo, la palabra viva para la muerta esperanza. Sabe que este río no lleva a ningún mar pero desearía ahogarse en sus aguas para pertenecer a él y dormir en sus brazos para no temerle.
../..”Un sueño, como un espejo, es el engaño,
la trampa tendida ante las arenas más finas,
junto a las aguas más azules, tristes
como el ritual del peregrino.” ../..
Marcos R. Barnatán
*PD a una despedida:
Dice la cláusula decimotercera de una disposición transitoria que nada hay igual a la ensoñación que producen unas muecas peregrinas, unos guiños cómplices, un rictus alegre. Pero ninguna ley exige que no se mire, que no se sonría junto a alguien hasta doblar las arrugas de los ojos, que las palabras que surcaron el espacio no permanezcan ingrávidas por el vacío.
El tiempo se desvanece y no sabe si será demasiado evidente ese permanecer sentado, observando callado, donde el segundero no se detiene, donde la partida está tan cercana como el próximo reojo hacia el olvido.
Fuera de aquí los columpios incitan al pecado de ser niño y seguro que alguien los recuerda con cara golosa, hambrienta de sol y juegos. No hay que equivocarse: su mejor instante está por venir. Y todo será muy distinto.
Cuando él se haya marchado.
miércoles, junio 03, 2009
Improvisaciones en un diario
“Yesterday, love was such an easy game to play
now I need a place to hide away
oh, I believe in yesterday.”
The Beatles
Entre mesa y mesa un limpio cristal para observar al vecino, al paisaje. A su derecha, la cara gorda de Evaristo le deleita con su estupidez supina. A la izquierda, una panorámica de dieciséis mesas más, tapada por una cortina en forma de papel de folio para evitar ver el feo rostro de sus colegas. Tres cajones, un teléfono y un pequeño espacio para ocultar la mirada ante la evidencia.
Más allá de la cristalera el día es radiante y el sol relumbra en los dinteles blancos del número 58 de la calle H. La actividad repiquetea por las paredes, la centralita no enmudece y, al levantar los ojos, un puñado de fluorescentes le saludan tras sus embellecedores. Alguien golpea el cajón de un archivador, se oyen blasfemias en eritreo porque el teclado no funciona y el programa de los seguros de rentas está demasiado colgado para atender al personal que se sienta impaciente esperando una respuesta.
Manuel bromea, Javier pregunta no sé qué acerca de una póliza, Evaristo se ha fugado con una cabaretera bonaerense (¡eso quisiera!) y él mata el intervalo de una imagen con frases vacías y descripciones someras. El día es radiante y los dinteles de las ventanas amplían su sonrisa mirándole fijamente. Y, con esta angustia que anuda su garganta, no puede corresponder a sus sonrisas: suele ser un tipo muy insociable.
“He’s a real nowhere man
sitting in his nowhere land
making all his nowhere plans
for nobody.”
The Beatles
now I need a place to hide away
oh, I believe in yesterday.”
The Beatles
Entre mesa y mesa un limpio cristal para observar al vecino, al paisaje. A su derecha, la cara gorda de Evaristo le deleita con su estupidez supina. A la izquierda, una panorámica de dieciséis mesas más, tapada por una cortina en forma de papel de folio para evitar ver el feo rostro de sus colegas. Tres cajones, un teléfono y un pequeño espacio para ocultar la mirada ante la evidencia.
Más allá de la cristalera el día es radiante y el sol relumbra en los dinteles blancos del número 58 de la calle H. La actividad repiquetea por las paredes, la centralita no enmudece y, al levantar los ojos, un puñado de fluorescentes le saludan tras sus embellecedores. Alguien golpea el cajón de un archivador, se oyen blasfemias en eritreo porque el teclado no funciona y el programa de los seguros de rentas está demasiado colgado para atender al personal que se sienta impaciente esperando una respuesta.
Manuel bromea, Javier pregunta no sé qué acerca de una póliza, Evaristo se ha fugado con una cabaretera bonaerense (¡eso quisiera!) y él mata el intervalo de una imagen con frases vacías y descripciones someras. El día es radiante y los dinteles de las ventanas amplían su sonrisa mirándole fijamente. Y, con esta angustia que anuda su garganta, no puede corresponder a sus sonrisas: suele ser un tipo muy insociable.
“He’s a real nowhere man
sitting in his nowhere land
making all his nowhere plans
for nobody.”
The Beatles
lunes, junio 01, 2009
“ Me siento raro y extraño. Como una palmera en Noruega, como una bufanda sin flecos, como un venusiano en Massachussets, como un dragón que tu no hubieras dibujado.”
Luis Felipe Muñoz
Llorar en la noche con la desesperanza del vacío y pedir a las estrellas fugaces que los deseos nos conviertan en mitológicos fantasmas. Arrastrar nuestras cadenas grises por la vida gris, arañando el mármol de los corredores y las estancias con la huella indeleble del desencanto. Nunca, nunca se está tan cerca de la felicidad como para abrazarla, no existe alquimia mágica que haga cambiar los pareceres y las ideas.
“Siento que ese tiempo que se fue
no ha sido nunca nuestro”../..
L. E. Aute
Descifrar un nombre, una ecuación. Matemáticamente el amor es el teorema más indeterminado que los sabios pueden enunciar al vuelo de un paréntesis. Teorías en trasparencias reflejadas sobre las blancas pizarras, largas fórmulas sin solución elevadas a una estúpida potencia. Lejanía y ausencia citadas en los amaneceres, palabras huecas y miradas sin consecuencia.
“Que el pensamiento no puede tomar asiento.
Que el pensamiento es estar siempre de paso, de paso”../..
L. E. Aute
No necesitar mucho más de quince minutos de una locura para acostalar sobre el lomo los sacos de la alegría. Y despertar a la realidad para que el alba nos descubra la crudeza de los hechos, del presente. Nunca habrá futuro.
“Es más fácil encontrar
rosas en el mar”../..
L. E. Aute
Del alud de consecuencias, una moral hecha jirones, rasgaduras sanguinolentas de clamores afónicos. Días rotos sin el capricho de la presencia imposible, sin el andar pausado de las solitarias figuras que prestan su silueta a la frontera del horizonte. Homeopáticamente, un clavel rojo prendido de la solapa de la querencia. Medularmente, un crisantemo apagado que duerme sobre la losa del perenne descanso. Amén.
“Si alguien lo es todo, nada sobrevive a su ausencia. Es una ley que tiene expresión matemática donde el sustraendo es la causa que hace moverse al minuendo del corazón. La tristeza fermenta en los labios de los olvidados y en su espera más larga perdura para siempre el amargo sabor del tiempo ignorado que jamás nos será restituido.”
Luis Felipe Muñoz
Apóstrofes y pleitesías, plenas lluvias aladas de envidias contrarias. Apóstoles de los desvaríos, las palabras predican toda su magia hacia la imagen que absorbe las miradas, escondiéndose en el pequeño joyero musical que guarda la imposible mueca rompiendo el espejo de la rutina. No luchar más, no sufrir más. Saturación de situaciones ofreciendo no-recompensa. No luchar más. Hundirnos en esta apatía que anega los instantes para esconder la cara a la realidad – amarga pintura en acuarela aguada – y olvidar, olvidar, olvidar….
“A ti, mi adolescencia
que vuelves en la distancia. Recordándote”
L. E Aute
Luis Felipe Muñoz
Llorar en la noche con la desesperanza del vacío y pedir a las estrellas fugaces que los deseos nos conviertan en mitológicos fantasmas. Arrastrar nuestras cadenas grises por la vida gris, arañando el mármol de los corredores y las estancias con la huella indeleble del desencanto. Nunca, nunca se está tan cerca de la felicidad como para abrazarla, no existe alquimia mágica que haga cambiar los pareceres y las ideas.
“Siento que ese tiempo que se fue
no ha sido nunca nuestro”../..
L. E. Aute
Descifrar un nombre, una ecuación. Matemáticamente el amor es el teorema más indeterminado que los sabios pueden enunciar al vuelo de un paréntesis. Teorías en trasparencias reflejadas sobre las blancas pizarras, largas fórmulas sin solución elevadas a una estúpida potencia. Lejanía y ausencia citadas en los amaneceres, palabras huecas y miradas sin consecuencia.
“Que el pensamiento no puede tomar asiento.
Que el pensamiento es estar siempre de paso, de paso”../..
L. E. Aute
No necesitar mucho más de quince minutos de una locura para acostalar sobre el lomo los sacos de la alegría. Y despertar a la realidad para que el alba nos descubra la crudeza de los hechos, del presente. Nunca habrá futuro.
“Es más fácil encontrar
rosas en el mar”../..
L. E. Aute
Del alud de consecuencias, una moral hecha jirones, rasgaduras sanguinolentas de clamores afónicos. Días rotos sin el capricho de la presencia imposible, sin el andar pausado de las solitarias figuras que prestan su silueta a la frontera del horizonte. Homeopáticamente, un clavel rojo prendido de la solapa de la querencia. Medularmente, un crisantemo apagado que duerme sobre la losa del perenne descanso. Amén.
“Si alguien lo es todo, nada sobrevive a su ausencia. Es una ley que tiene expresión matemática donde el sustraendo es la causa que hace moverse al minuendo del corazón. La tristeza fermenta en los labios de los olvidados y en su espera más larga perdura para siempre el amargo sabor del tiempo ignorado que jamás nos será restituido.”
Luis Felipe Muñoz
Apóstrofes y pleitesías, plenas lluvias aladas de envidias contrarias. Apóstoles de los desvaríos, las palabras predican toda su magia hacia la imagen que absorbe las miradas, escondiéndose en el pequeño joyero musical que guarda la imposible mueca rompiendo el espejo de la rutina. No luchar más, no sufrir más. Saturación de situaciones ofreciendo no-recompensa. No luchar más. Hundirnos en esta apatía que anega los instantes para esconder la cara a la realidad – amarga pintura en acuarela aguada – y olvidar, olvidar, olvidar….
“A ti, mi adolescencia
que vuelves en la distancia. Recordándote”
L. E Aute
viernes, mayo 29, 2009
Improvisaciones en un diario
“…ahora me dedico a fabricar
corazones de cartón: son para usar y tirar.”
Enrique Urquijo
Ahora, con el paso del tiempo, sabe que fue una despedida un poco menos normal que otras: algo distinto. Él tenía diecisiete años y un mundo imaginario donde no existía el pretérito ni el futuro y sólo el presente acontecía en pos de la manecilla del segundero. En el verano del 79, Umberto Tozzi seguía diciendo un “Te amo” que laceraba la cavidad anímica más oculta, el calor era meridianamente soportable y el Pico de la Najarra era un poco más joven.
Isabel tenía un novio canadiense: una mezcla entre oso grizzli y pato Lucas al que sólo conoció por fotografía. Mirando aquel pequeño retrato parecía que observaba alguna lámina actualizada del típico aborigen de pelo largo y cabello oscuro que frecuentaba las zonas del frío polar. Aún recuerda sus pequeños ojos negros embobados por la imagen de la instantánea e implorantes cuando, al levantarlos, cruzaba su mirada con la suya.
Él paseaba diecisiete años, un mundo imaginario, unos escondites secretos, una pandilla de aventureros y un viejo cassette donde sonaban las canciones dolorosas de las tardes de estío. Carmelo, Antonio y los demás mostraban al viento esa última medalla conseguida en el campeonato de fútbol que se organizaba durante las fiestas, en el mes de Agosto. Dibujaba, en un panel invisible de los bajos de un chalet, la cintura estrecha y menuda de una niña de ojos negros. Música y abrazos en el crepúsculo de los jazmines, en el ocaso de los sentimientos.
Desde la distancia, días después, un grito a modo de despedida y un no creer que lo real estaba aconteciendo. Los pasos se dividieron entre el camino hacia Madrid y la ruta hacia el corazón de un extranjero del Norte. Los pasos que no volverían a dibujar más estrofas en los labios. La separación de las manos exploradoras en la cintura de los deseos.
En el verano del 79 el cielo empezó a ser azul, las canas del alma blancas y Claudio Bagglionni se quedaba “Solo” en la cita de sus amigos italianos que cantaban tras las rejillas de los altavoces de un viejo cassette. El tiempo se ha quedado detenido en un abrazo, en un beso de descuido, en una lágrima imposible, en una infidelidad pueril y pasajera….
Cuando se tienen diecisiete años, escuchar a Janis Ian, Cat Stevens, Peter Frampton y tantos otros, preconiza un arpegio de dolor con despedida.
“Todo recuerdo experimenta un empuje hacia el olvido igual al peso de la angustia que desaloja. Eso dice el teorema, pero cierto recuerdo debe no ser newtoniano – cuántico, quizás – porque, por más que mordisquea mi ánimo y presiona mis sienes, no deja de espesarse y espesarse.”
Luis Felipe Muñoz
corazones de cartón: son para usar y tirar.”
Enrique Urquijo
Ahora, con el paso del tiempo, sabe que fue una despedida un poco menos normal que otras: algo distinto. Él tenía diecisiete años y un mundo imaginario donde no existía el pretérito ni el futuro y sólo el presente acontecía en pos de la manecilla del segundero. En el verano del 79, Umberto Tozzi seguía diciendo un “Te amo” que laceraba la cavidad anímica más oculta, el calor era meridianamente soportable y el Pico de la Najarra era un poco más joven.
Isabel tenía un novio canadiense: una mezcla entre oso grizzli y pato Lucas al que sólo conoció por fotografía. Mirando aquel pequeño retrato parecía que observaba alguna lámina actualizada del típico aborigen de pelo largo y cabello oscuro que frecuentaba las zonas del frío polar. Aún recuerda sus pequeños ojos negros embobados por la imagen de la instantánea e implorantes cuando, al levantarlos, cruzaba su mirada con la suya.
Él paseaba diecisiete años, un mundo imaginario, unos escondites secretos, una pandilla de aventureros y un viejo cassette donde sonaban las canciones dolorosas de las tardes de estío. Carmelo, Antonio y los demás mostraban al viento esa última medalla conseguida en el campeonato de fútbol que se organizaba durante las fiestas, en el mes de Agosto. Dibujaba, en un panel invisible de los bajos de un chalet, la cintura estrecha y menuda de una niña de ojos negros. Música y abrazos en el crepúsculo de los jazmines, en el ocaso de los sentimientos.
Desde la distancia, días después, un grito a modo de despedida y un no creer que lo real estaba aconteciendo. Los pasos se dividieron entre el camino hacia Madrid y la ruta hacia el corazón de un extranjero del Norte. Los pasos que no volverían a dibujar más estrofas en los labios. La separación de las manos exploradoras en la cintura de los deseos.
En el verano del 79 el cielo empezó a ser azul, las canas del alma blancas y Claudio Bagglionni se quedaba “Solo” en la cita de sus amigos italianos que cantaban tras las rejillas de los altavoces de un viejo cassette. El tiempo se ha quedado detenido en un abrazo, en un beso de descuido, en una lágrima imposible, en una infidelidad pueril y pasajera….
Cuando se tienen diecisiete años, escuchar a Janis Ian, Cat Stevens, Peter Frampton y tantos otros, preconiza un arpegio de dolor con despedida.
“Todo recuerdo experimenta un empuje hacia el olvido igual al peso de la angustia que desaloja. Eso dice el teorema, pero cierto recuerdo debe no ser newtoniano – cuántico, quizás – porque, por más que mordisquea mi ánimo y presiona mis sienes, no deja de espesarse y espesarse.”
Luis Felipe Muñoz
jueves, mayo 28, 2009
Improvisaciones en un diario
La noche se ha vestido de chaqué como para ir de boda, como para ser el testigo principal. Pone en su solapa un clavel color luna, de hojas onduladas, con olor a estrellas y en su bolsillo un pañuelo claro con una h de “amor” grabada en hilo de nube (la hache es una letra muda)
Le dicen que usted está lejos y no cree que llegue al convite donde todos lucen sus mejores galas: la noche, el viento, la nieve, los sueños….
Promete justificar su ausencia diciendo que tenía cosas mucho más interesantes que hacer (¡y que sean otros los que abran el vals!)
../..”Escribir. Un elefante de cartulina blanda, una sorpresa de roscón de reyes con forma de loro, un cubo de Rubik jamás resuelto…¡extraños compañeros de depresión!. Se hace necesaria una ducha para borrar tanto polvo.”../.. (L. F. Muñoz)
Andrea no debe de tener más de tres años. Se apoya sobre su cuerpo recostado en una gran piedra del Puerto de Canencia. Detrás de ellos dos, un puñado de árboles desnudos, un suelo ocre y una valla de piedras. El cielo ceniza se pierde en los límites de la fotografía ensombreciendo, aún más, su barba de fin de semana.
Andrea, chaqueta y zapatillas rosas, vaqueros de estreno y rizos al viento, sujeta una rama partida en su mano derecha. Él esboza una sonrisa a la cámara, medio despeinado, desafiante, con aquel jersey Privata que vivió tantas batallas.
Aún no sabe porqué no ha roto en mil pedazos esa fotografía que le saluda cada vez que se dirige al equipo estéreo para escuchar música. Resulta descorazonador darse de bruces con el pasado y ver cuánto ha cambiado el aspecto de aquel joven que trotaba por la sierra madrileña con el mismo ímpetu con el que acometía el porvenir.
Pero ahí sigue: acusándole con esas imágenes pétreas, inmóviles, clavadas en la pared. Como una huella grabada a fuego en el lomo del futuro.
../..” lo que todos los demás comprendieron enseguida: que no soy de verdad, que soy el hombre de mentira, que, o bien se me ignora o bien se me sueña, pero que bajo ningún concepto se me invoca de entre los muertos."” (L. F. Muñoz)
Le dicen que usted está lejos y no cree que llegue al convite donde todos lucen sus mejores galas: la noche, el viento, la nieve, los sueños….
Promete justificar su ausencia diciendo que tenía cosas mucho más interesantes que hacer (¡y que sean otros los que abran el vals!)
../..”Escribir. Un elefante de cartulina blanda, una sorpresa de roscón de reyes con forma de loro, un cubo de Rubik jamás resuelto…¡extraños compañeros de depresión!. Se hace necesaria una ducha para borrar tanto polvo.”../.. (L. F. Muñoz)
Andrea no debe de tener más de tres años. Se apoya sobre su cuerpo recostado en una gran piedra del Puerto de Canencia. Detrás de ellos dos, un puñado de árboles desnudos, un suelo ocre y una valla de piedras. El cielo ceniza se pierde en los límites de la fotografía ensombreciendo, aún más, su barba de fin de semana.
Andrea, chaqueta y zapatillas rosas, vaqueros de estreno y rizos al viento, sujeta una rama partida en su mano derecha. Él esboza una sonrisa a la cámara, medio despeinado, desafiante, con aquel jersey Privata que vivió tantas batallas.
Aún no sabe porqué no ha roto en mil pedazos esa fotografía que le saluda cada vez que se dirige al equipo estéreo para escuchar música. Resulta descorazonador darse de bruces con el pasado y ver cuánto ha cambiado el aspecto de aquel joven que trotaba por la sierra madrileña con el mismo ímpetu con el que acometía el porvenir.
Pero ahí sigue: acusándole con esas imágenes pétreas, inmóviles, clavadas en la pared. Como una huella grabada a fuego en el lomo del futuro.
../..” lo que todos los demás comprendieron enseguida: que no soy de verdad, que soy el hombre de mentira, que, o bien se me ignora o bien se me sueña, pero que bajo ningún concepto se me invoca de entre los muertos."” (L. F. Muñoz)
miércoles, mayo 27, 2009
Improvisaciones en un diario
Nuevas páginas del diario....
Cuando juega con sus gatos y les hace perseguir la roja luz de un puntero láser por el suelo y las paredes, se imagina qué tipo de ídolo pagano juega con su lucecita en nuestras vidas. ¡Maldito fullero!
Diálogo de “Retorno al pasado”
- Whit: ¿Mis sentimientos?…Hace diez años que los escondí y todavía no he vuelto a encontrarlos
- Jeff: ¿Dónde los has buscado?
- Whit: En el cuarto de los trastos viejos
Esa sequedad que nota en la garganta puede ser debida a varias razones. Como buen observador cuestiona, una a una, las que se le ocurren y llega a la conclusión de que la principal de todas ellas es este estado de ansiedad que le ahoga cuando está unos días apartado de la realidad.
Y es que sus pulsaciones pasan, como el “Concerto Alla Rústica” de Vivaldi, de “Presto” a “Adagio” y, más tarde, a “Allegro”
“No quiero estudiar, ni ir a clase. Me fatiga la perspectiva de tener que dejarte. /.. frente a la barra del bar, la gente extrañada de este mutuo encadenarnos el uno al otro” (Luis Felipe Muñoz)
Abre un cuaderno olvidado. Pasa las páginas con la delicadeza que da el miedo a romper unos recuerdos amarillentos. Lee un montón de palabras enmohecidas que alguna vez escribieron dos amigos hace ya muchos años.
“Enterrado bajo poemas y poemas. Música que es rescatada de entre los trastos más polvorientos. La ventana abierta y la persiana ondeando a media asta. Apenas unas migajas del día a través de los cristales. La primavera sigue y no paro de preguntarme para qué tanta constancia” (Luis Felipe Muñoz)
“…porque nada se acaba y lo que creemos terminado no es sino un breve paréntesis del olvido, una pequeña etiqueta de no-hay-billetes que nos hace ver que ese diminuto trozo de existencia está atado y bien atado en el muro del recuerdo”. (Boris Lubernieff)
“../.. Es camino de vuelta tras tu estela, pero me cuesta seguir tu paso porque presiento la hora del desencuentro../..Presiento que mi presencia te cansa como cansa lo que es conocido y no maravilla../..” (Luis Felipe Muñoz)
Cuando juega con sus gatos y les hace perseguir la roja luz de un puntero láser por el suelo y las paredes, se imagina qué tipo de ídolo pagano juega con su lucecita en nuestras vidas. ¡Maldito fullero!
Diálogo de “Retorno al pasado”
- Whit: ¿Mis sentimientos?…Hace diez años que los escondí y todavía no he vuelto a encontrarlos
- Jeff: ¿Dónde los has buscado?
- Whit: En el cuarto de los trastos viejos
Esa sequedad que nota en la garganta puede ser debida a varias razones. Como buen observador cuestiona, una a una, las que se le ocurren y llega a la conclusión de que la principal de todas ellas es este estado de ansiedad que le ahoga cuando está unos días apartado de la realidad.
Y es que sus pulsaciones pasan, como el “Concerto Alla Rústica” de Vivaldi, de “Presto” a “Adagio” y, más tarde, a “Allegro”
“No quiero estudiar, ni ir a clase. Me fatiga la perspectiva de tener que dejarte. /.. frente a la barra del bar, la gente extrañada de este mutuo encadenarnos el uno al otro” (Luis Felipe Muñoz)
Abre un cuaderno olvidado. Pasa las páginas con la delicadeza que da el miedo a romper unos recuerdos amarillentos. Lee un montón de palabras enmohecidas que alguna vez escribieron dos amigos hace ya muchos años.
“Enterrado bajo poemas y poemas. Música que es rescatada de entre los trastos más polvorientos. La ventana abierta y la persiana ondeando a media asta. Apenas unas migajas del día a través de los cristales. La primavera sigue y no paro de preguntarme para qué tanta constancia” (Luis Felipe Muñoz)
“…porque nada se acaba y lo que creemos terminado no es sino un breve paréntesis del olvido, una pequeña etiqueta de no-hay-billetes que nos hace ver que ese diminuto trozo de existencia está atado y bien atado en el muro del recuerdo”. (Boris Lubernieff)
“../.. Es camino de vuelta tras tu estela, pero me cuesta seguir tu paso porque presiento la hora del desencuentro../..Presiento que mi presencia te cansa como cansa lo que es conocido y no maravilla../..” (Luis Felipe Muñoz)
martes, mayo 26, 2009
Una breve reseña:
mi amigo Paco Moral presenta a Antonio Cubelos Marqués (La mitad de la luz. Editorial Vitruvio) mañana miércoles día 27 a las 20.00 horas en La Casa del Libro (c/ Fuencarral 119)
Aparte de ser una excelente persona (lo más importante) y un hombre comprometido con todo lo dificultoso de la vida (incluídos los amigos), Paco Moral es un poeta de los sentimientos, de los sentidos, de la lucha y de la trinchera, del amor y la nostalgia. Su Libro de las cartas (Editorial Vitruvio) es un canto onírico a ese amor y a esa nostalgia elaborado con una forma delicada y viva. Añadiré, además, que Paco es un excelente sonetista y que esperamos con impaciencia esos versos que nos leyó hace unos meses y que me parecieron impresionantes.
Mañana no faltaré a esa cita.
mi amigo Paco Moral presenta a Antonio Cubelos Marqués (La mitad de la luz. Editorial Vitruvio) mañana miércoles día 27 a las 20.00 horas en La Casa del Libro (c/ Fuencarral 119)
Aparte de ser una excelente persona (lo más importante) y un hombre comprometido con todo lo dificultoso de la vida (incluídos los amigos), Paco Moral es un poeta de los sentimientos, de los sentidos, de la lucha y de la trinchera, del amor y la nostalgia. Su Libro de las cartas (Editorial Vitruvio) es un canto onírico a ese amor y a esa nostalgia elaborado con una forma delicada y viva. Añadiré, además, que Paco es un excelente sonetista y que esperamos con impaciencia esos versos que nos leyó hace unos meses y que me parecieron impresionantes.
Mañana no faltaré a esa cita.
lunes, mayo 25, 2009
Eventos
Un descubrimiento:
HOSTAL TOKIO
Morir en sueños
para vivir la vida.
Soñar despierto
para morir sin prisas.
Vivir sonámbulo
para amarte sin plazos.
Una novedad:
el último libro de José Elgarresta, El sacerdote Invierno, en Ediciones Vitruvio. Poesía existencial de alto voltaje para un superviviente de los tiempos que corren. Ironía y mordacidad batidas proporcionalmente a la sencillez de los versos.
El viernes pasado se presentó el La Casa del Libro (c/ Fuencarral) y actuaron de maestros de ceremonias los amigos Rafael Soler (apostura y estatura literaria) y Pablo Méndez (con nuevo libro a puertas)
Con el permiso de José Elgarresta, este poema:
CRISTALES
El río de la existencia
cristaliza en nosotros
un momento
y continúa fluyendo...
un tipo alto, simpático, cariñoso y con mucho mundo recorrido. Un poeta, un cantante, un soñador...Ángel Petisme irradia humanidad por las callejuelas de Madrid, en el crepúsculo canalla de las terrracitas, al compás del último gin-tonic, bajo el sofoco de este veranillo anticipado. Después, encuentro su último libro Cinta transportadora (VII Premio de Poesía Claudio Rodriguez. Editorial Hiperión) y disfruto el fin de semana recorriendo las ciudades a las que me traslada su pluma.
Valga de ejemplo este poema:HOSTAL TOKIO
Morir en sueños
para vivir la vida.
Soñar despierto
para morir sin prisas.
Vivir sonámbulo
para amarte sin plazos.
Una novedad:
el último libro de José Elgarresta, El sacerdote Invierno, en Ediciones Vitruvio. Poesía existencial de alto voltaje para un superviviente de los tiempos que corren. Ironía y mordacidad batidas proporcionalmente a la sencillez de los versos.
El viernes pasado se presentó el La Casa del Libro (c/ Fuencarral) y actuaron de maestros de ceremonias los amigos Rafael Soler (apostura y estatura literaria) y Pablo Méndez (con nuevo libro a puertas)
Con el permiso de José Elgarresta, este poema:
CRISTALES
El río de la existencia
cristaliza en nosotros
un momento
y continúa fluyendo...
viernes, mayo 22, 2009
Improvisaciones en un diario
Boris Lubernieff es extraño. Canta a media voz cuando camina por la calle sin importarle las miradas de todos los viajeros que se cruzan por su destino. Expone, con grandes aspavientos, unas teorías fabulosas acerca del devenir y lo que el destino guarda para cada uno de nosotros. Si le incitas ataca con toda su artillería dialéctica para tratar de convencerte de cuales son las razones de la desdicha y de que “a quien Dios se la de, San Pedro se la bendiga”.
Es gracioso verle actuar sobre el escenario de la vida. Cómico empedernido, siempre quiso actuar en el Monumental aunque tuvo que conformarse con unas representaciones grotescas, a solas, exagerando los movimientos como si cazase rinocerontes. Su frase favorita, creada por él, era aquella que decía que la vida es como el café: hay que tomarla sorbo a sorbo porque si la bebes de un trago te quita el sueño.
Incluso una vez se dejó barba y, aunque todos opinasen lo contrario, cualquier parecido con Txomin de Aretxabaleta era pura coincidencia.
Aristócrata pobre de sentimientos peregrinos siempre creyó que el amor era una hipérbole y que en la desmesura estaba el auténtico cariño. Posesivo, apasionado y vulgar, todas sus doctrinas chocaban con la realidad más lacerante que su cerebro podía imaginar (a su favor diremos que él se sabía un tanto idealista pero procuraba ignorarlo)
De la niñez le quedó un poso muy grande llamado recuerdo y una pequeña cicatriz sobre el párpado izquierdo debida a la varicela. De la adolescencia, un parque, varias borracheras y un montón de estrellas cazadas al vuelo. Ahora, con la losa de la madurez aplastando su cuerpo, luchaba por conservar un nombre de mujer atado a breves momentos.
Y es que todos dicen que Boris Lubernieff es extraño. Recoge las esquirlas del minutero, desliando los nudos de la cuerda que arrastra hacia la orilla decente, al nombre de sus sueños. Se emociona con Albinoni y mueve los brazos con frenesí en el “Canon” de Pachebel. Sabe que no hay salida en ese laberinto en el cual se ha convertido su vida pero procura habitarlo lo mejor posible leyendo rarezas, escribiendo soledades o sumando matrículas imposibles. Todos los días hilvana el pasado sobre el presente y descose el futuro. Mal modisto, ha conseguido que todo le esté estrecho de sisa o desproporcionado.
Boris Lubernieff canta a media voz cuando actúa sobre el escenario de la vida y recoge, partícula a partícula, las esquirlas del minutero que le separan de esa metáfora de la existencia con nombre de mujer.
Es gracioso verle actuar sobre el escenario de la vida. Cómico empedernido, siempre quiso actuar en el Monumental aunque tuvo que conformarse con unas representaciones grotescas, a solas, exagerando los movimientos como si cazase rinocerontes. Su frase favorita, creada por él, era aquella que decía que la vida es como el café: hay que tomarla sorbo a sorbo porque si la bebes de un trago te quita el sueño.
Incluso una vez se dejó barba y, aunque todos opinasen lo contrario, cualquier parecido con Txomin de Aretxabaleta era pura coincidencia.
Aristócrata pobre de sentimientos peregrinos siempre creyó que el amor era una hipérbole y que en la desmesura estaba el auténtico cariño. Posesivo, apasionado y vulgar, todas sus doctrinas chocaban con la realidad más lacerante que su cerebro podía imaginar (a su favor diremos que él se sabía un tanto idealista pero procuraba ignorarlo)
De la niñez le quedó un poso muy grande llamado recuerdo y una pequeña cicatriz sobre el párpado izquierdo debida a la varicela. De la adolescencia, un parque, varias borracheras y un montón de estrellas cazadas al vuelo. Ahora, con la losa de la madurez aplastando su cuerpo, luchaba por conservar un nombre de mujer atado a breves momentos.
Y es que todos dicen que Boris Lubernieff es extraño. Recoge las esquirlas del minutero, desliando los nudos de la cuerda que arrastra hacia la orilla decente, al nombre de sus sueños. Se emociona con Albinoni y mueve los brazos con frenesí en el “Canon” de Pachebel. Sabe que no hay salida en ese laberinto en el cual se ha convertido su vida pero procura habitarlo lo mejor posible leyendo rarezas, escribiendo soledades o sumando matrículas imposibles. Todos los días hilvana el pasado sobre el presente y descose el futuro. Mal modisto, ha conseguido que todo le esté estrecho de sisa o desproporcionado.
Boris Lubernieff canta a media voz cuando actúa sobre el escenario de la vida y recoge, partícula a partícula, las esquirlas del minutero que le separan de esa metáfora de la existencia con nombre de mujer.
jueves, mayo 21, 2009
La mañana comienza con las nubes blanquecinas amortiguando al sol. Un breve receso literario para fabricar, con dedos torpes, pequeñas palabras que serán cuadros observados desde esta ventana. Comencemos...
../.. “Amo
el simple estar de una presencia tibia a nuestro
lado,
el consuelo de una mano querida retenida en la
sombra.”.../..
Carlos Bousoño
Aún no ha hecho su declaración de la renta y no tiene prisa por ello. Hacienda es uno más de sus deudores y poca cantidad le debe si la comparamos con todo aquello que la vida se ha guardado a su costa. Como buen contribuyente ha cumplido con todas sus obligaciones fiscales y vitales y no se siente, para nada, recompensado.
Sopesa, seriamente, la posibilidad de cambiar su lugar de residencia y, definitivamente, empadronarse en Nuncajamás: no conoce mejor paraíso fiscal y vital.
../.. “Cada curso tengo un bolsillo menos y una calva más amplia.
A veces oigo música anónima y lloro como un tonto.
Ciertas tardes de fiesta me encierro con mi pena allá dentro.”.../..
Miguel Labordeta
Esta mañana, durante su visita habitual al espejo para afeitarse, se ha quedado espantado al ver al tipo que tenía delante de sí. No ya por ese aspecto singular del que goza cuando se levanta sino por esa expresión tan ajena que ha descubierto en lo profundo de los ojos.
En el silencio roto por el transistor, aquel rostro estaba deseando decirle algo: una frase, un pensamiento, un gemido…Sólo sabe que, transcurridos cinco minutos sin dirigirse la palabra, le ha esbozado una medio sonrisa, ha murmurado algo entre dientes y ha comenzado a imitarle en todos los gestos que hacía.
Cree que ha hecho buenas migas con un mimo.
“Soñar.
Así debería llamarlo.
Soñar, retornar de improviso,
Irrumpir en el sueño, soñándolo.” .../..
José Hierro
Quizá sea el principio de unas nuevas intrascendencias, datadas con un número incongruente y sin anteriores ideas - ¡tiene tantas guardadas! - pero el troll de las erratas le ha aconsejado que utilice tinta invisible para escribir. ¡Qué idea!
../.. “Amo
el simple estar de una presencia tibia a nuestro
lado,
el consuelo de una mano querida retenida en la
sombra.”.../..
Carlos Bousoño
Aún no ha hecho su declaración de la renta y no tiene prisa por ello. Hacienda es uno más de sus deudores y poca cantidad le debe si la comparamos con todo aquello que la vida se ha guardado a su costa. Como buen contribuyente ha cumplido con todas sus obligaciones fiscales y vitales y no se siente, para nada, recompensado.
Sopesa, seriamente, la posibilidad de cambiar su lugar de residencia y, definitivamente, empadronarse en Nuncajamás: no conoce mejor paraíso fiscal y vital.
../.. “Cada curso tengo un bolsillo menos y una calva más amplia.
A veces oigo música anónima y lloro como un tonto.
Ciertas tardes de fiesta me encierro con mi pena allá dentro.”.../..
Miguel Labordeta
Esta mañana, durante su visita habitual al espejo para afeitarse, se ha quedado espantado al ver al tipo que tenía delante de sí. No ya por ese aspecto singular del que goza cuando se levanta sino por esa expresión tan ajena que ha descubierto en lo profundo de los ojos.
En el silencio roto por el transistor, aquel rostro estaba deseando decirle algo: una frase, un pensamiento, un gemido…Sólo sabe que, transcurridos cinco minutos sin dirigirse la palabra, le ha esbozado una medio sonrisa, ha murmurado algo entre dientes y ha comenzado a imitarle en todos los gestos que hacía.
Cree que ha hecho buenas migas con un mimo.
“Soñar.
Así debería llamarlo.
Soñar, retornar de improviso,
Irrumpir en el sueño, soñándolo.” .../..
José Hierro
Quizá sea el principio de unas nuevas intrascendencias, datadas con un número incongruente y sin anteriores ideas - ¡tiene tantas guardadas! - pero el troll de las erratas le ha aconsejado que utilice tinta invisible para escribir. ¡Qué idea!
sábado, abril 11, 2009
Siempre hay un inicio
Para todo hay un comienzo. Para todo.
Y hoy, once de Abril, es un día como otro cualquiera para comenzar la aventura literofantástica.
Bienvenidos a Cicely (Alaska) No soy Fleishman, pero estoy rodeado de gente única y curiosa.
Gracias a todos por estar ahí.
Detrás de esta puerta está
mi casa: una galaxia vacía,
oscura e infinita,
a una distancia de un palmo luz
(De Un Tiempo de Adiós; Ediciones Vitruvio)
Y hoy, once de Abril, es un día como otro cualquiera para comenzar la aventura literofantástica.
Bienvenidos a Cicely (Alaska) No soy Fleishman, pero estoy rodeado de gente única y curiosa.
Gracias a todos por estar ahí.
Detrás de esta puerta está
mi casa: una galaxia vacía,
oscura e infinita,
a una distancia de un palmo luz
(De Un Tiempo de Adiós; Ediciones Vitruvio)
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